Refugiados de Moria rechazan reubicación en otro campamento
12 de septiembre de 2020
La Policía griega utilizó gases lacrimógenos para dispersar una protesta de refugiados montada frente al nuevo centro de acogida en construcción, que empezará a acoger hoy a sus primeros inquilinos.
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Centenares de migrantes protestaron este sábado (12.09.2020) en Lesbos ante la inminente apertura de un nuevo campo de refugiados donde temen sentirse en una "prisión". El ministro de Migración griego, Notis Mitarakis, aseguró esta mañana que los primeros refugiados sin techo tras la destrucción del campo de Moria podrán entrar hoy mismo en la nueva instalación que se está montando en las cercanías. Por razones diferentes, los habitantes de la isla griega también se oponen a ver de nuevo a los refugiados instalados en tiendas de campaña cerca de sus hogares.
En declaraciones a la cadena privada Skai, Mitarakis señaló que todos las personas que vayan entrando en el nuevo campo serán sometidas inmediatamente a una prueba rápida de detección de coronavirus. De esta forma, añadió, las que den positivo serán aisladas en un área de cuarentena que ya está lista. Mitarakis insistió en que las islas griegas ya no pueden seguir llevando solas la carga de la migración y emplazó a Europa a mostrar su solidaridad.
Muchos de los refugiados, sin embargo, rechazan ser reubicados en el nuevo campamento. La Policía griega utilizó gases lacrimógenos para dispersar una protesta de refugiados montada frente al nuevo campo. Según informan los medios locales, algunos refugiados tiraron piedras contra las fuerzas de seguridad, a lo que éstas respondieron lanzando gases. Las imágenes de los medios locales muestran madres llorando huyendo con sus hijos en brazos y niños escapando del humo. Se trata de la segunda protesta en 24 horas de los refugiados contra su alojamiento en un nuevo campo
También rechazo entre quienes no participan en las manifestaciones
"No se pueden quedar en la calle. Es peligroso y les recuerdo que el coronavirus está por todas partes", dice a un grupo de migrantes Michalis, un empleado de los servicios de asilo griegos, ayudado por un traductor. "Este campo será diferente", les garantiza, refiriéndose al lugar que preparan las autoridades griegas para dar cobijo a una parte de los 11.000 migrantes que vivían en el campo de Moria, sobrepoblado y paupérrimo, que fue devastado por las llamas esta semana.
"Les prometemos que los procedimientos de asilo se acelerarán y que podrán salir rápidamente de la isla", insiste Michalis. Pero quienes le escuchan no quieren revivir la falta de higiene, la violencia o las peleas casi diarias entre diferentes grupos étnicos.
La mayoría de los exhabitantes de Moria procede de Afganistán, pero también hay sirios, congoleños e iraníes. "No queremos ser trasladados a un campo cerrado donde no habrá ni seguridad ni libertad", dice Mahdi Ahmadi, un afgano de 21 años. A poca distancia, las excavadoras del ejército trabajan para acondicionar este campo que podrá recibir por ahora a unas 3.000 personas y que está a tan solo unos kilómetros de Moria. En primer lugar, se dará cobijo en él a las familias y los migrantes más vulnerables. "En Moria podíamos entrar y salir pero este campo será como una cárcel", explica una mujer congoleña, madre de un bebé de cinco meses.
lgc (efe/apf)
Incendio en el infierno: el campamento de refugiados de Moria en llamas
El campamento de refugiados Moria, en la isla griega de Lesbos, fue destruido por un incendio. Pero ya antes de eso, la situación en el centro de refugiados más grande de Europa era más que dramática.
Imagen: Reuters/E. Marcou
La noche de los incendios
En la noche del miércoles, hubo incendios en varios lugares del campamento de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos. Por lo tanto, existe la sospecha de que los fuegos fueron iniciados deliberadamente. Algunos residentes del campamento hablaron de un incendio provocado por los pobladores. Pero también hay informes según los cuales los refugiados mismos podrían haber provocado las llamas.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Lagoutaris
Vivir en la calle
Los habitantes del campamento de refugiados, totalmente superpoblado, pudieron salvarse, Al parecer no hubo ni muertos ni heridos. Según los medios de comunicación griegos, mucha gente huyó a las colinas y bosques cercanos al campamento. Según los informes de los trabajadores de rescate, miles de personas deambulan por las calles. No hay comida ni agua, y las condiciones son caóticas.
Imagen: Imago Images/Xinhua/P. Balaskas
Condiciones miserables
Moria fue diseñado para 2800 personas. En el momento en que todo se incendió, sin embargo, alrededor de 12.600 refugiados vivían allí. Las condiciones de vida en el campamento de refugiados se consideraban catastróficas mucho antes del incendio. Las imágenes tomadas después del desastre muestran que una vida digna probablemente ya no será posible allí en un futuro cercano.
Imagen: Reuters/E. Marcou
Moria está cerca de Turquía
El campamento de refugiados de Moria está situado en el este de la isla griega de Lesbos. La distancia con la costa turca es de unos 15 kilómetros. Lesbos es la tercera isla de Grecia en cuanto a su tamaño, y tiene unos 90.000 habitantes. Alrededor de 38.000 personas viven en la capital, Mitilene, que queda a sólo unos pocos kilómetros de Moria.
Campo de refugiados pixelado
Quien quiera ver el campamento de refugiados de Moria desde el aire en Google Maps, no lo logrará fácilmente. El campamento entero es allí irreconocible. A petición de DW, la única información que se obtuvo del gigante informático fue que "Google no manipula imágenes de satélite". Pero apuntaron a proveedores que producen las imágenes de satélite. No queda claro por qué el campamento fue pixelado.
Imagen: 2020 CNES/Airbus, European Space Imaging, Maxar Technologies
El campamento no pixelado
Esta fotografía aérea, de la cual elegimos un sector similar, muestra que el entorno se ha ampliado considerablemente. Mientras que en la foto satelital de Google Maps la casa con el techo rojo todavía estaba completamente libre, aquí parece haber sido gradualmente rodeada por el campamento.
Imagen: DW/D. Tosidis
Una mirada al pasado
Las imágenes de "Street View" de la zona, en la foto, fueron tomadas en diciembre de 2011. En ese momento, el campamento de refugiados no existía todavía. En su lugar había una vieja instalación militar. Las personas solicitantes de asilo comenzaron a registrarse en ese sitio a partir de octubre de 2015, antes de ser trasladados al continente griego.
Imagen: 2020 Google
La estadía en Moria se prolonga
Mientras que, en ese momento, los migrantes sólo se quedaron por poco tiempo -esta foto fue tomada en octubre de 2015- el acuerdo entre la UE y Turquía de marzo de 2016 amplió considerablemente la duración de su estadía. Desde entonces, las personas que solicitaron asilo han estado esperando aquí para ser repartidos en otros estados de la UE, o para ser deportados.
Imagen: DW/D. Cupolo
Cuando solo queda esperar
En virtud del acuerdo entre la UE y Turquía, ya no se puede trasladar a las personas migrantes a Grecia continental. Dado que los países de la UE están divididos en cuanto al número de migrantes que cada país acoge, a veces estos permanecen en el campamento durante un largo tiempo. Personas de diversas nacionalidades hacinadas en un área pequeña: no es extraño que surjan tensiones.
Imagen: DW/D. Cupolo
Las tensiones, en su punto máximo
Las tensiones ya estallaron en septiembre de 2016 en violentos enfrentamientos en los que se produjeron incendios. En ese momento "solo" había unos 3.000 migrantes en el campamento. Grandes partes de Moria fueron destruidas. Solo un mes después, varios cientos de inmigrantes prendieron fuego a los contenedores de la autoridad de asilo de la UE, en protesta por el largo tiempo de tramitación.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schwarz
Otro incendio, con víctimas
En septiembre de 2019 se produjo otro gran incendio. En ese momento, primero se incendió un olivar hacia el cual se había extendido el campamento. Veinte minutos más tarde, otro incendio estalló dentro del campamento fortificado. Este incendio se cobró dos vidas: la de una mujer y la de su bebé. En ese momento ya había más de 12.000 personas en el campamento de refugiados.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Una crisis es también una oportunidad
Un campamento completamente superpoblado, pésimas condiciones higiénicas y médicas, tensiones étnicas y, como si es fuera poco, recientemente surgieron los primeros casos de COVID-19. Una situación catastrófica. Y eso fue antes del incendio. ¿Es esto el apocalipsis inminente o tal vez el punto de partida para una solución más humana? Hasta ahora, nadie puede, o quiere, responder a esa pregunta.