Según un sondeo divulgado por el Centro Levada de estudios demoscópicos, el presidente de Rusia está perdiendo la confianza de sus compatriotas. No obstante, sigue encabezando la lista de los más confiables.
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Según la encuesta, que fue realizada en septiembre pasado, aunque encabeza la lista de políticos en los que más confían los rusos con el 39 por ciento, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha perdido 8 puntos porcentuales respecto a junio pasado y 20 en comparación con noviembre de 2017.
En segundo lugar, se sitúa el líder del ultranacionalista Partido Liberal Democrático, Vladímir Yirinovski, con el 15 por ciento, igualado con el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, quien perdió 4 puntos porcentuales respecto de junio.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, conserva la cuarta posición pero la confianza que tienen en él los ciudadanos también se vio mermada, con una caída del 14 al 10 por ciento.
El quinteto de los políticos en los que más confían los rusos lo completa el primer ministro Dmitri Medvédev, que obtuvo un 10 por ciento (un 9 por ciento en junio) y fue el único miembro del Gobierno que experimentó un aumento.
Un 18 por ciento de los participantes en la encuesta, que podía señalar más de una opción, dijo que no hay políticos en los que se pueda confiar, y otro 18 por ciento no contestó o no supo qué contestar a la pregunta.
Al mismo tiempo, según el Centro Levada, el 67 por ciento de los rusos respalda la gestión de Putin, mientras que 33 por ciento restante la desaprueba (efe, afp).
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Vladimir Putin: el camino hacia el poder
En 2018, Vladimir Putin fue reelecto por tercera vez como presidente. Aquí repasamos el meteórico ascenso de un sencillo agente del servicio secreto KGB a político imparable.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Kadobnov
Un cadete de la KGB
Putin nació en San Petersburgo en 1952. Tras finalizar sus estudios de Derecho, se unió al servicio de inteligencia soviético KGB en 1975. Su primera tarea consistió en observar ciudadanos extranjeros y empleados de consulados en su ciudad natal. Después fue enviado a Dresde, en el este de Alemania. Tras la caída del Muro De Berlín, Putin quemó cientos de documentos de la KGB.
A la izquierda, se puede ver al joven Putin junto al exalcalde de San Petersburgo Anatoly Sobchak. Éste había sido profesor de Putin, asesorándolo en materia de política internacional. Pese a un escándalo de corrupción al comienzo de su carrera política, su amistad con Sobchak evitó que perdiera su puesto.
Imagen: Imago/ITAR-TASS
Un ascenso meteórico
Putin pronto cambió San Petersburgo por la capital política, Moscú. En 1997, el presidente Boris Yeltsin le dio un puesto de nivel medio en su gobierno, un cargo que Putin supo aprovechar para entablar importantes amistades políticas, que le servirían en el futuro.
Imagen: picture alliance/AP Images
La muerte de un amigo
La muerte de Anatoly Sobchak, en el año 2000, afectó profundamente a Putin. Su antiguo mentor fue uno de los primeros políticos que propusieron a Putin como presidente. Un año antes, había usado sus conexiones políticas para que se desestimaran las acusaciones por corrupción contra Sobchak.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Chirikov
Presidente interino
En junio del año 2000, Boris Yeltsin dimitió, dejando a su primer ministro como jefe interino. En el marco de la campaña presidencial, resurgieron las acusaciones de corrupción en contra de Putin de cuando trabajaba en el gobierno de San Petersburgo. Marina Salye, la abogada que sacó a la luz el tema, fue obligada a abandonar la ciudad.
Imagen: Imago/ITAR-TASS
Tándem "democrático"
Puesto que la Constitución prohibía una segunda reelección consecutiva de Putin en 2008, su primer ministro Dimitri Medvedev se presentó a las elecciones. Cuando éste asumió la presidencia nombró a Putin como su primer ministro. Esta maniobra fue fuertemente criticada como antidemocrática y, en Moscú, muchos consideraban a Medvedev un títere de Putin.
Imagen: Imago/ITAR-TASS
Victoria electoral
En marzo de 2018, Vladimir Putin fue reelegido por tercera vez como presidente. Puesto que el mandato presidencial se ha extendido, Putin gobernará los próximos seis años. Los comicios estuvieron marcados por una oposición debilitada y acusaciones de fraude.