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"Los Superdemokraticos", comercio justo intelectual

Rosa Muñoz Lima26 de abril de 2012

¿En nuestro mundo superconectado y superglobalizado, somos también superdemocráticos? ¿Es sostenible el "comercio justo" con ideas? Desde Berlín, una alemana y una boliviana defienden un "proyecto piloto".

Los Superdemokraticos
Los Superdemokraticos

Nikola Richter y Rery Maldonado llegaron a Berlín como “dos extrañas”. Una desde Bremen, a pocos pasos, al norte de Alemania. Otra desde La Paz, al otro lado del Atlántico, en Bolivia. Las dos escritoras, poetas, blogueras se hicieron amigas: “Nos encontramos en la poesía”, cuentan. Tras más de una década en la capital alemana son ya “nuevas”, o casi “viejas berlinesas”, porque Berlín “es una ciudad compuesta por mucha gente de otras partes”, sonríe Nikola.

“La Rery” y “la Nikola”, como firman en español, no han dejado de ser “dos mujeres de viaje”, ahora con punto de embarque en el barrio de Kreuzberg. Destino: el mundo. Eso se lee por todas partes –en español, en alemán y en una selección en inglés– en el blog colectivo de Los Superdemokraticos, el “proyecto piloto de comercio justo intelectual” que concibieron y dirigen desde 2010.

La abreviatura “LSD”, con la que juegan en sus textos, les llegó por casualidad, por obra y gracia de los desarrolladores web del proyecto. Pero les sirvió para recrear la metafóra  de “un escenario para los sueños y traumas individuales”, escriben; para insistir en “que la literatura y los temas con los que tratamos son ‘drogas duras', cosas que realmente pueden cambiar una sociedad”, agrega Rery.

Superglobalizados, supercomplejos, ¿superdemocráticos?

“Nuestro mundo está superconectado, es superglobalizado y supercomplejo. ¿Somos, en consecuencia, también superdemocráticos?“, se preguntan en una selección de textos publicados en alemán por la editorial Verbrecher, a fines de 2010. ¿Tenemos –además de, por ejemplo, el mismo “Supermario”– las mismas respuestas a las mismas preguntas a uno y otro lado del Atlántico? ¿Cómo concebimos la historia, el ciudadano, el cuerpo o la globalización?

Con estos temas y el apoyo financiero de la Agencia Federal alemana para Educación Política (bpb), Nikola y Rery se lanzaron a la búsqueda de autores durante el primer año de Los Superdemokraticos. La convocatoria fue abierta, podía postularse cualquiera “dispuesto a escribir dos ensayos mensuales durante cuatro meses seguidos”, explica Nikola. Veinte colaboradores seleccionados de entre unos 200 postulantes hicieron llegar sus textos desde 12 países en 2010.

El individuo, “recurso renovable” para una “humanidad sostenible”

En 2011 LSD propuso nuevos temas ligados a la actualidad política global y local: energía atómica, intelectuales, mentira, convivencia, activismo literario, el nuevo mundo en la red. Convocaron a nuevos autores mensuales, ligados a los temas en el tintero y con los  más variados perfiles y perspectivas.

Rery y Nikola, "dos mujeres de viaje, de Kreuzberg para el mundo”: en busca de “polaroids fortuitas del individuo”Imagen: Carsten Meltendorf

El escritor mexicano Juan Pablo Villalobos, radicado en Brasil, y el joven maestro alemán de slam poetry, Julian Heun, escribieron sobre violencia. La poeta afroalemana y afroamericana Victoria Robinson sobre migraciones y racismo. El periodista boliviano Javier Badani, sobre la pena de muerte. Liliana Lara, poeta venezolana residente en Israel, sobre la maternidad. Los Superdemokráticos suman hoy más de 70 plumas virtuales y unos 1.500 fans y comentaristas en Facebook.

LSD tuvo desde el principio, una máxima: “Hallar autores que hablasen con gusto del ‘yo', que pusiesen en primer plano su mirada subjetiva”, cuenta Nikola. LSD muestra “polaroids fortuitas del individuo, que describen su día a día”, le gusta decir a Rery. Historiadores “que no quieren escribir historia con mayúsculas, que cantan a coro con gusto”, al tiempo que reconocen al cuerpo como “único territorio en el que somos soberanos, donde somos nuestro propio ministerio de desarrollo”, explican en una selección de ensayos recientemente publicados como E-Book, en español.

En tiempos sin utopías globales, “la utopía privada cobra fuerza y el narrar, documentar, hablar desde el yo y escuchar se vuelven parte de la actividad política”, aseguran las gestoras de este largo viaje virtual. “Entendemos al individuo como un recurso renovable de nuestro entorno”, escriben y la emprenden contra y a la vez a favor de un concepto que se ha gastado con el uso: “¿Alguien ha pensado antes en una “humanidad sostenible”? Nikola y Rery establecieron un diálogo horizontal con los más diversos escritores germano e hispanoparlantes para hacerlo.

La migración y la diáspora como inspiración

Escritores de Alemania, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, Guatemala, México, Perú, Uruguay, Venezuela, algunos de ellos emigrados a otras latitutes fuera de Europa o América Latina, a Israel, Japón, Egipto o Estados Unidos, dan cuenta de la pluralidad de voces. A ellos se suman las “traductoras interculturales” de la pequeña agencia berlinesa In-Kult, especializada en América Latina, programadores, diseñadores, artistas gráficos, agentes de Facebook.

Nikola y Rery se reconocen como “activistas literarias”, una tradición de participar en la vida política a través del arte en lugar de a través de partidos políticos, con raíces en el Berlín de los años 20. Y LSD, más que de izquierda, como pudiera parecer, “es humanista”, asegura Rery. “Machos”, homosexuales, heterosexuales, bisexuales, blancos, negros, mestizos, hombres, mujeres, progresistas, conservadores, jóvenes, consagrados, reunidos todos para “reconocer las diferencias, hasta que se vuelvan superfluas”.

“No creemos en el primer mundo, sino en el mundo”, escriben estas “superdemokraticas”. Por eso, el proyecto aprende mucho de la migración, de la diáspora latina y alemana: la comunicación a través de las redes sociales, el pago de colaboraciones a través de las empresas de transferencias que los emigrantes usan para envíar remesas familiares. “No se trata de ayuda al desarrollo sino de autodesarrollo”, escriben. “Comerciamos con ideas y pagamos lo justo por ellas, por cada texto lo mismo, no importa dónde viva su autor”, insiste Nikola.

“Compramos ejercicios de escritura, pagamos a personas que de todos modos tienen una reflexión sobre su realidad, por dejarnos participar”, agrega Rery. A ello se suman los espacios offline creados en Berlín: salones de verano en los que la “cooperativa” de Los Superdemokraticos se abre al debate, el intercambio cultural y la fiesta, en colaboración con otros colectivos artísticos berlineses, entre los que abundan los latinos.

¿Comercio justo intelectual?

El espacio cultural y político que Los Superdemocráticos contribuyen a “llenar” con su activismo es “infinito”, asegura Nikola. Más ahora que también en Internet se sienten desaparecer otrora espacios de libertad, por la censura política de algunos Estados o los internacionales debates sobre la propiedad intelectual (PIPA, SOPA, ACTA). LSD es una oportunidad, “un espacio libre para pensar y expresarse en la Red”, agrega.

En tiempos de PIPA, SOPA, SINDE y ACTA, una invitación para pensar sobre el "comercio justo intelectual".Imagen: dapd

Para 2012, Los Superdemocráticos no han conseguido financiamiento, pero Rery y Nikola cuentan con la solidaridad de los autores, traductores, programadores y artistas gráficos con los que han colaborado hasta ahora para mantener el proyecto. El año que viene podrán postularse ante nuevos patrocinadores. Pero para este tendrá que bastar con la motivación inmaterial que representa publicar en un espacio ya reconocido, con lectores por todo el globo.

Las nuevas ideas no faltan: trabajar con clubs, uno de cine y otro de E-Books. Crear eventos colectivos simultáneos de consumo cultural, gracias a la tecnología, y usarlos como pretexto para debatir sobre un tema de moda, que está en el propio origen y razón de existir de LSD: ¿es posible, necesario, razonable y sostenible, en la era de Internet y las manifestaciones contra PIPA, SOPA, SINDE y ACTA, el “comercio justo intelectual”?

Autora: Rosa Muñoz Lima

Editor: José Ospina Valencia

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