Los talibanes dispuestos para las negociaciones intraafganas
10 de septiembre de 2020
La esperada negociación con el gobierno de Afganistán, que podría acabar con dos décadas de conflicto armado en el país, tendrán lugar en Catar.
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Los talibanes anunciaron este jueves (10.09.2020) que el esperado inicio de las conversaciones intraafganas con el Gobierno de Kabul tendrá lugar el sábado 12 de septiembre en Catar, un proceso que busca poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.
"El Emirato Islámico de Afganistán (como se autodenominan los talibanes) anuncia su disposición a participar en la reunión inaugural del diálogo intraafgano, que comenzará en Catar (...) el 12/9/2020", afirmó en Twitter el nuevo portavoz de la oficina política de los talibanes en Catar, Mohammad Naeem.
Según el portavoz, la decisión se enmarca en el histórico acuerdo alcanzando el 29 de febrero en Doha entre los insurgentes y Estados Unidos, y aseguró que los talibanes "tienen la intención de llevar a cabo correctamente el proceso y establecer una paz duradera" en Afganistán.
El gobierno de Catar, confirmó que estas conversaciones "de vital importancia" empezarán el sábado en Doha, capital del emirato. "El Estado de Catar está complacido de anunciar que las Negociaciones de Paz de Afganistán comenzarán en Doha el sábado 12 de septiembre de 2020", indicó en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Catar.
El jefe de la diplomacia estaounidense, Mike Pompeo, celebró la noticia e instó a ambas partes a no malograr esta "oportunidad histórica para que Afganistán ponga fin a cuatro décadas de guerras y matanzas".
lgc (efe/afp) Última actualización a las 20:55 con las declaraciones de Pompeo.
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
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Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
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La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
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Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
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Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.