1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Los tronos de Europa

Enrique López Magallón30 de abril de 2013

Holanda celebra la coronación de su nuevo rey tras la abdicación de la reina Beatriz, que desea dejar el trono en manos de la "nueva generación". Por el resto de Europa, este concepto no parece terminar de cuajar.

Imagen: Getty Images

Tras más de 30 años en el trono, la reina holandesa Beatriz anunció en enero, poco antes de su 75º cumpleaños, su abdicación de la corona en un discurso por televisión. “No me retiro porque el trono suponga demasiada presión para mí, sino por la convicción de que la responsabilidad de nuestro país debe recaer ahora en las manos de una nueva generación”, explicó Beatriz. “Con gran confianza dejaré el próximo día 30 de abril el trono a mi hijo, el Príncipe de Oranje”.

¿Demasiada longevidad?

Guillermo Alejandro y Máxima: los nuevos reyes de los Países Bajos.Imagen: Reuters

Los cambios de trono se sienten cerca por toda Europa. Es evidente, por razones biológicas, que muchas de las monarquías del continente pronto tendrán a nuevas generaciones en sus tronos. La reina británica, Isabel II, tiene ahora mismo 87 años. Su hijo Carlos espera desde hace largo tiempo su turno para obtener la corona, y con su ya respetable edad de 64 años, está a punto de convertirse en abuelo. La reina de Dinamarca, Margarita II, tiene 73 años, y el príncipe heredero está ya también en los 44. En Noruega, el rey Harald V supera los 76, mientras que su sucesor Haakon ha llegado a los 40. En Suecia, Carlos Gustavo sigue aposentado en el trono a sus 68 años, a pesar de que su hija Victoria (35) es mucho más popular entre la gente, y sería aceptada gustosamente como reina del país.

La reina Isabel II no parece tener intenciones de dejarle el trono a su hijo Carlos.Imagen: Imago

En Bélgica reina todavía el casi octogenario Aberto II, aunque su hijo Felipe, de 53 años, ya ha relevado a su padre en numerosas responsabilidades del cargo. Finalmente, en España el monarca sigue gobernando bajo presión tras una serie de escándalos que lo ha puesto en el punto de mira de toda Europa. El rey Juan Carlos, a sus 75 años, es hoy prácticamente una sombra de su antiguo esplendor. El príncipe heredero Felipe (45) estaría dispuesto a aceptar el trono si se diera el caso, pero “el rey nunca abdicará”: así resumió la situación, en pocas pero contundentes palabras, la reina Sofía.

La historiadora y experta en monarquía y nobleza Monika Wienfort, de la Universidad Braunschweig, no cree que la población de estos reinos quiera deshacerse de los viejos monarcas. “No me da la sensación de que la gente de estos países prefieran ver en el trono a monarcas jóvenes. Creo que a través del relevo de responsabilidades en las provincias de Holanda, Bélgica, España y Gran Bretaña, los herederos al trono también tienen su papel.” Con esto se soluciona el problema que podría suponer el desempleo de los herederos y sus cónyuges.

Todavía firmes... en su mayoría

El rey de España (izq), Juan Carlos II, con su hija la infanta Cristina y su yerno, Iñaki Urdangarín.Imagen: picture-alliance/dpa

Las monarquías parlamentarias en siete países europeos siguen teniendo un papel firme, según Monika Wienfort. “Creo que la mayoría de los ciudadanos de países con un régimen monárquico se divierten con sus monarquías. En Holanda, la sociedad celebra la sucesión del trono con una enorme fiesta”, señala. Por el momento, en su opinión, no se observan movimientos serios para abolir esta estructura estatal.

Abdicaciones y sucesiones de trono no llevan a crisis, a pesar de la existencia de pequeños grupos de ideologías republicanas, dice Monika Wienfort: “Estos grupos buscan siempre una nueva oportunidad para alzar su voz. Pero realmente no tienen perspectiva alguna de lograr una alternativa a la monarquía”. La realeza se ha mantenido en todos los lugares de Europa en los que no se han dado movimientos revolucionarios como en Francia, Italia o Alemania.

En este esquema, no obstante, España parece ser una excepción en estos momentos. Como país que ya ha pasado por dos periodos de república, su población pareció haber olvidado lo que es vivir sin un monarca durante muchos años, cuando el rey Juan Carlos II se erigió como la imagen de la unidad y la democracia tras el gobierno de Francisco Franco. Pero actualmente, cada vez son más las voces que parecen querer volver a recordarlo. Su caza de elefantes en Bostwana, sus frecuentes escapadas con su supuesta amante alemana y, sobre todo, su implicación en el escándalo de desvío de fondos protagonizada por su cuñado, Iñaki Urdangarín, todo ello ha pasado factura en la imagen de la realeza española.

En España se suceden las protestas en pos del fin de la monarquía.Imagen: imago/Xinhua

En España, la sociedad está desilusionada. Y la monarquía en entredicho.

Autor: Bernd Riegert / Lydia Aranda Barandiain
Editor: Enrique López

Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW