Con la proclamación del objetivo de convertirse en la tercera fuerza política del país se inició, en Colonia, el primer congreso del partido de Los Verdes desde que los ecologistas alemanes abandonaran el poder que compartieron con los socialdemócratas de Gerhard Schröder. En concreto, se trata de reposicionar a la colectividad en su rol de oposición. La mira está puesta, desde luego, en volver a asumir responsabilidades gubernamentales en el futuro. Pero no a cualquier precio. Por eso, ya antes del comienzo de la asamblea, los máximos dirigentes verdes se encargaron de refutar especulaciones acerca de un posible acercamiento a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.

Ecología y política exterior

Tanto Claudia Roth como Reinhardt Bütikofer -los presidentes del partido, cuya reelección en este congreso se da por descontada- fueron categóricos en marcar las diferencias que imposibilitan de momento pensar en semejante coalición. Por ejemplo, se recordó oportunamente que en las filas de la CDU hay quienes quieren aplazar el abandono de la energía nuclear en Alemania, pactado durante el gobierno anterior. "La Unión no se ha acercado a nosotros, nuevamente está a años luz de distancia", recalcó Roth. Pero, más que pensar en posibles socios, Los Verdes han comprendido que tienen que preocuparse de sí mismos. La tarea primordial consiste en remarcar su propio perfil y movilizar a sus bases tradicionales.

No sorprende la elección de los temas colocados en la cúspide de la agenda del congreso de este fin de semana: la política medioambiental y las misiones del ejército alemán fuera de su territorio. En el primero de los casos, la discusión gira en torno a cuán radical debe ser la postura del partido contra la emisión de gases contaminantes. Mientras los ecologistas fundamentalistas desean aplicar un freno total, sectores más pragmáticos abogan por una reducción gradual de las emisiones.

Pacifismo original

La antigua pugna interna de Los Verdes entre fundamentalistas y realistas no ha vuelto a estallar con el vigor de los primeros años. Pero la política pragmática que se impuso en los años de participación gubernamental es objeto de creciente discusión, ahora que ocupan los sillones de la oposición. Por ejemplo, en materia exterior, parte de las bases no han cesado de mirar con escepticismo las misiones del ejército alemán en el extranjero. Hay sectores que aspiran a un retorno al pacifismo que marcó sustancialmente los orígenes del partido. Por ejemplo, la antigua jefa de la bancada verde Antje Vollmer señaló en una entrevista que "hay que refundar el partido, que nació del pacifismo y sólo debido a esa raigambre logró llegar a los Parlamentos".

También Claudia Roth ha señalado que Los Verdes deben volver a ser más pacifistas. Pero eso no implica, a su juicio, una ruptura con la política llevada a cabo por el gran patriarca ecologista, Joschka Fischer, desde la cartera de Relaciones Exteriores, de la que dijo sentirse orgullosa.