Louis Vuitton: el bicentenario del rey de las maletas
Nadine Wojcik
3 de agosto de 2021
Louis Vuitton llegó a París con los bolsillos vacíos. Con habilidad y estilo, revolucionó las maletas. Hasta el día de hoy, sus iniciales adornan accesorios de lujo.
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¿Tenía el entonces joven de 14 años idea de la carrera que haría y el imperio que construiría después de su viaje de más de 400 kilómetros? Louis Vuitton, nacido el 4 de agosto de 1821 en un pueblo del departamento francés de Jura, partió hacia París contra la voluntad de su padre, a pie. Louis venía de una familia pobre y le tocó hacer diversos trabajos en el camino, hasta que llegó a la capital francesa a los 16 años.
Allí fue aprendiz del respetado fabricante de maletas Romain Marchéal. Louis no tardó en demostrar su talento, fue apreciado por su excepcional destreza, e incluso fue contratado por la emperatriz Eugenia como empaquetador exclusivo de maletas. En 1854, a la edad de 33 años, creó su propio negocio: ahí nace la marca "Louis Vuitton Malletier". Desde el principio, creó bienes de lujo nobles que correspondían al espíritu de la época. Como empaquetador de maletas en la corte de Napoleón III había visto cómo se guardaban los poderosos vestidos y sombreros en pesadas cajas con tapas curvas. Louis Vuitton optó entonces por diseñar elegantes maletas apilables en su propio taller.
Exclusivas, robustas y apilables
No es solo una cuestión de diseño: con el paso de las carrozas a los trenes y el creciente deseo de viajar, se necesitaba un equipaje funcional que no ocupara mucho espacio. Y como las pertenencias de los viajeros no se tratan precisamente con remilgos en los viajes, el hábil artesano Vuitton crea maletas robustas y herméticas, un punto de exclusividad. La serie "Louis Vuitton Damier Canvas" se convirtió en su marca registrada.
Las maletas tenían tanta demanda que el francés invirtió en una fábrica en Asnières, un suburbio de París, solo cinco años después de fundar la marca. Al principio empleó a 20 personas, más tarde a 225. Sin embargo, la producción de maletas siguió en manos de la familia. Junto con su hijo Georg, desarrolla y patenta una cerradura de caja que se sigue utilizando hoy en día. En aquel momento, se trataba de un avance importante e innovador, porque los clientes adinerados querían urgentemente más seguridad para su costoso equipaje.
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¿Maletas que no se sumergen?
Las leyendas siguen rodeando a las maletas de culto. Se dice que, tras el hundimiento del Titanic, el equipaje de lujo de la casa Vuitton flotó en la superficie del mar durante días. Las maletas también demostraron ser indestructibles en el rally automovilístico de 1907 de París a Pekín. Se dice que han sobrevivido a la travesía del agua mejor que muchas máquinas.
Cuando Louis Vuitton murió a la edad de 70 años en su empresa y casa familiar de Asnières, su hijo Georg se hizo cargo del negocio de las maletas. En memoria de su padre, desarrolló el legendario "monograma de lona": las iniciales de su padre entrelazadas con un estilizado motivo floral. En 1896 se desencadenó un culto a la etiqueta que ha perdurado hasta nuestros días: discreto pero muy visible, adorna los accesorios de los clientes de "LV", entre los que se encuentran estrellas como Audrey Hepburn, Scarlett Johansson y Rihanna.
En 1987, la empresa familiar se fusionó con el fabricante de bebidas alcohólicas Moët Hennessy para formar el grupo de artículos de lujo que cotiza en bolsa "LVMH". Con un valor bursátil actual de más de 340.000 millones de euros, es una de las empresas europeas más valiosas.
Los cimientos los puso un joven y talentoso maestro maletero, con una gran sensibilidad por la estética y la funcionalidad. Los productos se siguen fabricando a mano en los talleres de Asnières. Una parte de la finca familiar está dedicada a Louis Vuitton, el rey de las maletas, con un museo privado.
(jov/er)
Giorgio Armani: elegancia que perdura
El diseñador italiano Giorgio Armani dirige un imperio multifacético que abarca mucho más que la moda. El creador cumple ahora 85 años.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
Con estilo
Armani es el maestro de los trajes con estilo. El diseñador siempre fue considerado un perfeccionista que se atiene a las lineas claras y los colores clásicos. Desde su primera colección, que data de 1974, exhibió atuendos cómodos y a la vez elegantes. Ya en ese entonces deconstruyó los rígidos trajes. También en la colección de verano 2015 volvió a abordar ese tema. (foto)
Imagen: picture-alliance/dpa
Jugando con clichés
Armani diseñó en 1975 su primera colección femenina, inspirada en su moda masculina. Los diseños encajaron perfectamente en el espíritu de esos tiempos del movimiento feminista, porque rompieron las típicas siluetas de ambos géneros. Los trajes masculinos no tenían forro y sus hombros eran delicados. Los cortes más bien masculinos de los trajes de mujer simbolizaban en cambio fuerza.
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Apoyo en el momento preciso
En 1966, el joven Armani conoció en Milán a su pareja, Sergio Galeotti. El arquitecto alentó al diseñador a abrir su primer taller en Molán. Wn 1975, fundaron la casa de moda Giorgio Armani. Tras la muerte de Galeotti, en 1985, Armani adquirió su 50 por ciento de la empresa. Desde entonces es el único que dirige la firma.
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Un hombre, una marca
Armani se convirtió en el diseñador más exitoso de Italia. Forbes le asigna el primer lugar entre los italianos más ricos. Se estima que su fortuna personal supera los 7.000 millones de euros. Es dueño de numerosos tiendas y 13 fábricas. En total, cuenta con más de 5.000 empleados.
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Ropa de trabajo
Los inicios de Giorgio Armani fueron más bien modestos. Nació en 1934 en la ciudad de Piacenza, cerca de Milán. Hasta el día de hoy vive apartado de los grandes centros y se muestra poco en los escenarios de la moda. Su vestimenta característica es un sweater de cachemira azul, que también suele usar en los desfiles de moda.
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De Milán a Hollywood
Desde su infancia Armani amaba el cine. Pronto comprendió que Hollywood le ofrecía un perfecto escaparate publicitario y fue el primer diseñado que abrió allí una sucursal. En 1980 diseñó el vestuario para la película "Gigolo americano", con Richard Geere. También creó algunos trajes para el filme "El lobo de Wall Street" (2013), con Leonardo DiCaprio.
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Moda deportiva
Giorgio Armani viste tanto a actores como a deportistas. En los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012, el equipo italiano lució sus creaciones. En la próxima temporada, también el quipo de fútbol de Bayern Múnich llevará trajes a medida de Armani. En Milán, le pertenece además un equipo de baloncesto.
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Horizonte ampliado
Armani amplió su paleta de productos en los años 80, incluyendo perfumes. Entretanto, su imperio abarca incluso varios hoteles, como éste, en el edificio más alto del mundo: el Burj Khalifa, en Dubai. También hay café, chocolate y mermeladas de la firma "Emporio Armani". El creador italiano incluso diseñó un auto para Mercedes Benz.
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El color predilecto
El gris está siempre presente en la moda de Armani. Una vez explicó en una entrevista su predilección por ese color, señalando que Milán es una ciudad gris, en la que no se puede ser un ave multicolor. Tan importante es este color para el diseñador que incluso existe un "gris Armani", una combinación de gris y beige.
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Más allá del tiempo
Armani no se refugió en una torre de marfil. Fue uno de los primeros diseñadores que desterró de sus pasarelas a las modelos demasiado delgadas. Si bien su moda ha evolucionado continuamente, Armani siempre ha dicho que se guía por las necesidades de la gente y no por conceptos.