Congreso sindical en Berlin
21 de mayo de 2014Sindicatos de todo el mundo han acudido a Berlín para participar en el tercer congreso ordinario de la Confederación Sindical Internacional. Dicha organización tiene tras de sí la fuerza de 325 sindicatos provenientes de 180 países, con un total de 175 millones de afiliados.
Durante cinco días los delegados debaten sobre una amplia agenda que incluye las campañas de sindicalización en empresas multinacionales como T-Mobile en Estados Unidos, Deutsche Telekom en Alemania y el desafío de la economía informal, un problema que afecta a buena parte de los países en desarrollo. Las distintas organizaciones debaten sobre las políticas gubernamentales para combatir las desigualdades, incluyendo un salario mínimo vital y la protección social, acción climática y acuerdos comerciales. Los sindicalistas elegirán en una votación al peor jefe del mundo.
“Este Congreso trata sobre la construcción del poder de los trabajadores, en un momento muy especial de la crisis mundial con la que, en Europa, observamos una pérdida de los derechos sociales y laborales, incluso se dice que este proceso va acompañado de un retroceso en la fuerza económica de la región”, advierte Víctor Báez Mosqueira, secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores de las Américas, en conversación con DW.
Traslado de poder del Atlántico al Pacífico
El sindicalista advierte sobre un traslado de poder económico del Atlántico al Pacífico, y confirma la responsabilidad de los países del Continente Americano. “Mientras que aquí en Europa los trabajadores están perdiendo derechos, del otro lado del Atlántico los han estado conquistando gracias a una serie de políticas públicas puestas en marcha por gobiernos progesistas. Millones de personas están superando la pobreza, especialmente en países como Brasil y Uruguay”.
El líder sindical destaca sin embargo que las tasas de sindicalización son muy disímiles en el subcontinente. Mientras que en Brasil (16%), Argentina (30%) y Uruguay (30%) son relativamente altas, al igual que el nivel de contratación colectiva (90%), en países como Guatemala hay una negociación colectiva del 1,5% y una sindicalización del 3%. Con el agravante, en algunos países como Colombia y Guatemala, de que los líderes sindicales son perseguidos y asesinados y sufren una virtual desprotección. Los contratos colectivos son una de las mayores protecciones laborales para millones de trabajadores en todo el mundo.
Báez Mosqueira, quien fuera Secretario General del Sindicato de Empleados del Banco Real del Paraguay de 1977 a 1986 denunció el sindicalismo charro en México, que es un freno en el progreso social. “México tiene un problema grave que llevamos muchos años ya intentando corregir: los contratos de protección patronal. Algunos sindicalistas corruptos venden contratos colectivos a las patronales, cuyo contenido no es debatido por los trabajadores. Esa es una gran preocupación del movimiento sindical. Hemos insistido ante el Gobierno de México para que ratifique el Convenio 98 de la OIT sobre el derecho a la negociación colectiva”, afirma.
México, potencia rezagada en materia laboral
“En México, el 90% del total de los contratos de trabajo son de protección patronal. Esto es, solo un 10% son contratos colectivos de trabajo, el resto se firman entre empleadores y patrones, a espaldas de los trabajadores y eso es lo que ha expoliado las conquistas alcanzadas después de muchas décadas de lucha”, afirma la sindicalista mexicana Martha Heredia Figueroa, en conversación con DW.
La luchadora sindical advierte que las reformas introducidas por el actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (PRI), ha agudizado la situación. “En el caso de la reforma a la Ley Federal del Trabajo, ha legalizado la subcontratación, el outsourcing, que establece esquemas de trabajo que nos impactan de manera muy negativa”, destaca.
Para Martha Heredia Figueroa, representante de la Unión Nacional de Trabajadores de México (UNT), el 'charrismo' sindical, como se llama a los sindicatos corruptos, ha provocado una pauperización del trabajo en su país, que tiene un 66% de la fuerza laboral ocupada en la economía informal, condenada a bajos salarios, sin protección social alguna. “La economía no crece. Con sueldos tan bajos no hay consumo".
México cuenta con uno de los más bajos niveles salariales de la región. Algo que el gobierno mantiene para atraer inversiones. “El salario mínimo promedio en la Ciudad de México es de 5 dólares diarios y un 60% de la población capitalina percibe entre uno y tres salarios mínimos promedio. Un 28% percibe más de 5 salarios mínimos”.
La UNT agrupa a 150 organizaciones sindicales que cuentan con unos 750.000 afiliados a nivel nacional. Es un paraguas que abarca a sindicatos progresistas e independientes como el STUNAM, el Sindicato de Telefonistas, de pilotos y aviadores, de sobrecargos y el sindicato de trabajadores de Volkswagen de México, entre otros.
En los debates, los trabajadores discuten sobre el sector informal y la discriminación, también hay mesas redondas que deliberan sobre los derechos de los pueblos indígenas y los de las trabajadoras del hogar. El Congreso se ha propuesto aprobar un plan de acción vinculante para las 325 organizaciones participantes, que será a la vez el programa de trabajo de la Confederación de Sindicatos Internacionales durante los próximos cuatro años.