La participación del Ejército alemán en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico contará con 1.200 soldados, estará limitada a un año y costará 134 millones de euros. Aún falta aprobación del Parlamento.
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Tras la decisión del gabinete de Angela Merkel, será ahora el Bundestag, el Parlamento alemán; el organismo que debata la propuesta y la apruebe, o larechace.
Si el gobierno alemán quiere ampliar la misión más allá del 31 de diciembre de 2016 entonces el Bundestag deberá votar de nuevo. El número de tropas y el coste anual se situará notablemente por debajo de la misión en Afganistán. En Hindukush hubo hasta 5.350 soldados alemanes y en la misión se invirtió en algunos momentos hasta más de mil millones de euros al año.
El Ejército alemán participará en la lucha contra el EI en Siria e Irak con aviones de reconocimiento Tornado, un buque de querra para proteger a un portaaviones francés, un avión cisterna, un sistema de reconocimiento vía satélite y soldados.
El límite de 1.200 soldados fue dado a conocer ya el fin de semana por el inspector general Volker Wieker. Sólo en la fragata habrá una cifra notablemente superior a los 200 soldados. Mientras, los tornados y el avión cisterna necesitarán personal en tierra de una cantidad de tres cifras.
A pesar de que la misión aérea alemana no tiene como objetivo bombardear posiciones del EI, el texto del mandato lo permite expresamente: "Abarca el uso de violencia militar para proteger a las propias fuerzas, a otros socios en la lucha contra el EI así como en caso de que se necesite ayuda de emergencia". La propuesta aún no especifica cuántos Tornados se pondrán en funcionamiento.
Artículo 51 de la Carta de la ONU
La misión se llevará a cabo de acuerdo con el artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas sobre autodefensa colectiva, con la resolución del consejo de seguridad de las ONU impulsada por Francia a favor de aplicar "todas las medidas necesarias" para combatir al EI y con la solicitud francesa de contar con apoyo en base a los Tratados de la Unión Europea.
El gobierno alemán justifica esta misión militar con la amenaza global que supone el EI para la paz y la seguridad. "Con los atentados en París el EI atacó directamente a Francia y al ordenamiento libre de valores de Europa", escribieron en el mandato.
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.