Lo más llamativo del nuevo diseño será la parte trasera: en futuro, el timón se pintará completamente de azul, la grulla se verá en blanco. El circulo amarillo, que muchos llamaron cariñosamente "el huevo frito", desaparecerá. Además, el resto del avión no se pintará de gris, sino simplemente de blanco.

En este Boeing 737-100, que Lufthansa utilizó en 1968 como primera aerolínea del mundo en servicio regular, se puede ver el diseño clásico que Lufthansa usó durante décadas: la bodega de equipaje en plata, la nariz negra, y el círculo amarillo en la aleta. Hace tiempo, la plata dio paso a un blanco simple.

Los primeros aviones, por ejemplo aquí en 1928, se veían bastante diferentes. En este Junkers G 24 de la "Deutschen Luft Hansa AG", no se encuentra una grulla. Pero en el autobús se pueden ver dos. El animal heráldico, diseñado por Otto Firle en 1918, estuvo presente desde el principio.

Uno de los aviones más conocidos de la Lufthansa fue el Junkers Ju-52. Algunos aficionados todavía lo ven volando de vez en cuando. Otros tienen la surte de montarse y dar un paseo aéreo. Y los que se quedan en el suelo sienten nostalgia al escuchar el sonido característico de sus motores.

A primera vista destaca el diseño clásico ya pasado de moda: la nariz y los motores en negro y el nombre de la empresa en los lados, por debajo de la cabina. El término "diseño de marca" se inventará mucho más tarde.

Otra estrella de la historia de Lufthansa es el Lockheed L 1049C, el Super Constellation. El diseño es minimalista: falta la nariz negra, pero el nombre de la compañía se encuentra central en el lateral. La grulla está donde debe estar, pero sin el círculo amarillo.

Los años sesenta fueron muy diferentes en muchos sentidos. En este Vickers V-814 Viscount (foto de 1968), el logotipo amarillo de la grulla es relativamente pequeña, la letra bastante grande, y los colores oficiales de la Lufthansa, azul y amarillo, se extienden en franjas dinámicas por todo el casco.

En general, el diseño no suele cambiar demasiado. En el caso de este Airbus A321, qué voló con biocombustible en una serie de pruebas en 2011, se le añadió algo en las turbinas. El resto no se tocó, inclusive el círculo amarillo en la aleta.

Con un nuevo diseño, no solo hay que cambiar los cascos de los aviones. Es mucho más. A bordo de un avión Boeing 747-8, por ejemplo, hay muchas grullas más. Lufthansa intentó contarlas y lo dejó cuando llegó a al número increíble de 45.000. ¡Manos a la obra!

Esta imagen es un grafico de computadora y muestra un Boeing 747-8 con el nuevo diseño. El círculo amarillo desapareció. Sin embargo, Lufthansa estima que tardará al menos siete años en repintar todos los aviones de la compañía.