Luis Suárez se despide entre lágrimas del FC Barcelona
24 de septiembre de 2020
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El delantero uruguayo Luis Suárez no pudo aguantar las lágrimas en su despedida con el Barcelona, y apuntó que "además de un jugador, se va un ser humano que tiene sentimientos". Visiblemente emocionado y con la voz quebrada desde que empezó su alocución, Suárez aseguró que "siempre" estará "agradecido" al club por "la confianza" que depositó en él cuando lo fichó en 2014. "El Barça sabía en las condiciones que venía, que había cometido un error (la FIFA lo había sancionado con cuatro meses sin jugar por morder al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial Brasil), y siempre le estaré agradecido por eso", confesó.
Las lágrimas de Suárez se tornaron en una sonrisa después de que en el Auditorio 1899 del Camp Nou, donde se celebró el acto de su adiós, se proyectara un video con sus mejores momentos. "De acá me llevo amigos", aseguró el punta charrúa, arropado en su despedida por su mujer, Sofía Balbi, los cuatro capitanes del equipo -Lionel Messi, Sergio Busquets, Gerard Piqué y Sergi Roberto- y también Jordi Alba. También le acompañó el presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, que destacó "su carisma, su versión humana y sobre todo su versión deportiva" y que "ya forma parte de la leyenda del Barça".
"Ha sido ver un sueño hecho realidad, pero nunca me imaginaba llegar a estas cifras. Aquí debes rendir siempre al máximo y no sabes cuántos años puedes estar. Me voy más que orgulloso y satisfecho de unos años espectaculares y maravillosos en el Barça", manifestó. También se acordó de su amigo Leo Messi, presente en la sala: "Me quedo con que mis hijos me han visto jugar con el mejor del mundo", subrayó refiriéndose al astro argentino.
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"Culé" por siempre
Aunque admitió que todavía no ha "digerido" tener que dejar la entidad azulgrana, no quiso buscar culpables en su salida. "No le voy a dar el gusto a nadie. Voy a irme como el gran jugador que fui en el Barcelona, por los números y las historia que ha hecho en este club", insistió. A sus 33 años, aseguró que ha elegido el Atlético, porque cree que aún puede rendir en un equipo del máximo nivel. "Me siento capacitado para seguir jugando en Laliga, estoy con muchísimas ganas y quiero demostrar que puede seguir compitiendo, sino en el Barcelona en otro equipo", afirmó el charrúa, que arrancó los aplausos de los presentes en el acto en varias ocasiones en una rueda de prensa cargada de emotividad. Eso sí, pese a que ahora vestirá de rojiblanco, quiso dejar claro que siempre será del Barça, pese a que le hubiera gustado ser él quien eligiera el momento de su adiós. "Esté donde esté, habrá un culé más", resumió. (efe)
Franz Beckenbauer: la muerte de un "Kaiser"
Fue campeón del mundo como jugador y como entrenador. Muchos vieron en Franz Beckenbauer una figura de culto, aunque su brillo se opacó por presuntas irregularidades en la concesión del Mundial 2006 a Alemania.
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Adiós al "Kaiser"
Franz Beckenbauer, conocido como el "Kaiser" (emperador) en Alemania y en el extranjero, murió el domingo 7 de enero de 2024, a los 78 años. "Fue definitivamente el futbolista alemán más grande de todos los tiempos, y, además, una de las personas más magníficas que he conocido", dijo el vicepresidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Hans-Joachim Watzke, al conocer la noticia este lunes.
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Colección de trofeos
Beckenbauer nació poco después del fin de la II Guerra Mundial, el 11 de septiembre de 1945, en Múnich. Entre 1965 y 1983 sentó las bases de su carrera futbolística: con el FC Bayern München ganó cuatro veces el campeonato alemán y la copa. Además, fue campeón una vez con el Hamburgo. Le siguieron tres títulos con el Cosmos de Nueva York. También ganó cuatro títulos europeos y una Copa Mundial.
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Fuera de la cancha
Los agentes publicitarios y sellos musicales descubrieron rápidamente el potencial del futbolista: durante décadas, Franz Beckenbauer hizo publicidad para diversos productos, desde sopas preparadas hasta telefonía móvil. Y también sacó un disco. Su típico acento bávaro lo hacía inconfundible.
La cúspide deportiva
El juego de Beckenbauer tenía elegancia. Su forma de anticipar jugadas y sus pases precisos y geniales le dieron fama mundial. Su mayor triunfo lo celebró en 1974, cuando condujo a la victoria, como capitán, a la selección nacional alemana de fútbol, en el Mundial que jugó de local.
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Un balance ideal
Como jefe del equipo, Beckenbauer condujo a la selección alemana a su tercer título mundial, ante Argentina, en 1990. Cuatro años antes, había sido derrotado por ese mismo rival, resultando vicecampeón. Tras la jugada final en Roma, disfrutó en silencio la victoria, antes de celebrar. El "Kaiser" fue el segundo, tras Mario Zagallo, en ganar un Mundial primero como jugador y luego como entrenador.
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Entrenador y funcionario
Tras el triunfo en el Mundial, Beckenbauer volvió a dedicarse al fútbol de clubes, primero en el Olympique Marseille. A partir de 1991, asumió un cargo directivo en el Bayern de Múnich. Como entrenador interino, ganó el campeonato alemán y la Copa de la UEFA. Entre 1994 y 2009, contribuyó, como presidente, a forjar los logros del Bayern, que se convirtió en uno de los mejores equipos del mundo.
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El Mundial de Alemania
Desde 1998 hasta 2010, fue uno de los vicepresidentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB). También lideró el comité encargado de promocionar la candidatura de Alemania para organizar el Mundial 2006. Beckenbauer lo consiguió, y Alemania vivió su cuento de hadas de ese verano. Pero esa historia también incluyó un capítulo sombrío.
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Millones inexplicables
Antes del Mundial 2006, fluyó dinero de modo que nadie pudo explicar. Seis millones de francos suizos fueron transferidos de una cuenta de Beckenbauer y su antiguo gerente, a través de un bufete de abogados, al entonces vicepresidente de la FIFA, Mohammed bin Hammam. Una transferencia que alimentó en la Fiscalía suiza la sospecha de fraude, lavado de dinero y malversación de fondos.
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El balón fue su mundo
Durante un buen tiempo evitó las apariciones públicas. Pero se manejaba ante los medios de prensa tan bien como en la cancha y en la mesa de negociaciones, entre los funcionarios del fútbol. El nombre de Franz Beckenbauer llegó a convertirse en una marca, que impuso su sello al fútbol alemán.
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El "Kaiser" y las mujeres
El atractivo de Franz Beckenbauer también surtió efecto en las mujeres. Con cuatro parejas tuvo cinco hijos. En medio del trajín del Mundial de Fútbol en Alemania, contrajo matrimonio en junio de 2006 con Heidi Burmester, su tercera esposa. Con ella, tuvo dos hijos.
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Tragedia familiar
Stephan fue el único de sus hijos que siguió las huellas del padre y se volvió futbolista profesional, en el FC Saarbrücken. Más tarde, trabajó con éxito como entrenador de la división juvenil del Bayern. A fines de julio de 2015, murió debido a un tumor cerebral, con solo 46 años de edad.
Antes del escándalo por el Mundial 2006, Beckenbauer recibió críticas por fijar su residencia principal en Austria desde 1982, presuntamente por razones tributarias. También se le criticó por dejarse convencer por los productores de gas rusos de convertirse en "Global Ambassador" en 2012, así como por votar a favor de Rusia para que organizara el Mundial 2018.
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Mirada retrospectiva
Finalmente, el proceso por el Mundial 2006 celebrado en Alemania fue cerrado porque los cargos prescribieron, y también por los problemas de salud de Beckenbauer, que se convirtió en presidente honorario del Bayern de Múnich. Desde 2016, fue sometido a dos operaciones cardíacas. Tras su muerte, múltiples figuras han rendido homenaje a un hombre que marcó como pocos el fútbol alemán.