EE. UU.: congresista Letlow muere de COVID-19 a los 41 años
30 de diciembre de 2020
Letlow había anunciado el 18 de diciembre que había dado positivo por COVID-19 y estaba en cuarentena en casa. Fue hospitalizado tres días después.
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El recientemente elegido congresista estadounidense, Luke Letlow, un republicano de 41 años, ha fallecido por complicaciones derivadas de la COVID-19 y se ha convertido, según informan este miércoles (30.12.2020) medios locales, en el primer congresista muerto en el país por esta enfermedad.
Letlow había sido elegido representante por el quinto distrito del estado de Luisiana y debía prestar juramento el próximo domingo.
"Es con gran pesar que @FirstLadyOfLA y yo ofrecemos nuestras condolencias a la familia del congresista electo Luke Letlow por su fallecimiento después de una batalla contra el COVID-19", tuiteó el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards.
"Estoy desconsolado porque no podrá servir a nuestra gente como Representante de los Estados Unidos, pero estoy aún más devastado por su amada familia", dijo Edwards.
El legislador, que estaba casado y tenía dos hijos de corta edad, anunció el pasado 18 de diciembre que había dado positivo por coronavirus y fue ingresado en el hospital poco después.
Según The New York Times, que cita como fuente Ballotopedia, una enciclopedia online sobre políticos, Letlow es el primer funcionario federal electo que fallece en EE. UU. a causa del COVID-19. El primer miembro del Gobierno federal que falleció fue un juez.
Estados Unidos es actualmente el país más afectado por el Sars-cov-2 con más de 19,5 millones de contagiados y 338.000 fallecidos, según la universidad Johns Hopkins.
FEW (EFE, AFP)
Wuhan, a un año del comienzo de la pandemia
A comienzos de 2020, la ciudad de la provincia china de Hubei alcanzó fama mundial debido a que se convirtió en el primer foco del coronavirus. Hoy la vida ha vuelto a la normalidad. A una "nueva" normalidad.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Hombro con hombro en mercados repletos
Wuhan estuvo confinada durante cerca de 11 semanas tras convertirse en el primer foco mundial del coronavirus. Hasta mediados de mayo, 50.000 de los 80.000 casos reportados oficialmente en China estaba ubicados en Wuhan. Pero hoy la vida ha retornado casi totalmente a la normalidad en los abarrotados mercados callejeros de la urbe.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Bailando en las calles
Durante el confinamiento, los residentes de Wuhan tenían prohibido incluso salir de sus casas. Ahora, pueden darse el gusto de bailar juntos en el parque. Según datos de la agencia de noticias Reuters, no ha habido casos de transmisión local del virus desde hace varios meses.
Imagen: Aly Song/REUTERS
¿Zona cero del coronavirus?
Verduras y todo tipo de carnes -incluso de animales salvajes- solían venderse en este húmedo mercado, que cerró sus puertas en 1 de enero de 2020 luego de que se detectara una misteriosa enfermedad pulmonar cuyo origen tuvo lugar, según los expertos, en este lugar. Los científicos aún no han podido determinar cuál fue el rol exacto del mercado en la propagación del virus, si es que tuvo alguno.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Celis
Sector culinario en riesgo
Antes de la pandemia, Lai Yun solía comprar los productos para su restaurante japonés en el mercado cubierto. "Dejaba a los niños en el colegio, desayunaba e iba al mercado", dice este hombre, de 38 años. Desde la reapertura de la vida, en junio, tiene que buscar los ingredientes en distintos lugares de la ciudad, pagando hasta 5 veces más. "Nuestra meta para 2021 es sobrevivir", dice.
Imagen: Aly Song/REUTERS
No más productos frescos
Aunque la planta baja del mercado cubierto de Wuhan permanece cerrada, el segundo nivel fue reabierto. Allí, sin embargo, la mayor parte de las tiendas vende anteojos y otros productos ópticos. "Alguna gente tiene un sentimiento extraño, pero el primer nivel es ahora solo un edificio vacío", dice una de las vendedoras, que prefiere no identificarse.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Vendedores en las calles
Desde que el mercado cerró, algunos vendedores han comenzado a comercializar carne y otros productos frescos en las calles. Si bien usan mascarillas y guantes, algunos podrían decir que no se cumplen los más mínimos estándares de higiene. Debido a la pandemia, el mercado cubierto fue duramente criticado por sus problemas sanitarios.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Un payaso sin mascarilla
La mayoría de los vecinos de Wuhan sigue usando mascarillas en público, porque el coronavirus aún no ha sido derrotado y siguen apareciendo nuevos casos en distintos lugares de China. "Mucha gente está empezando a acumular mascarillas, desinfectantes y otros equipos protectores", revela a DW Yen, una profesora de inglés de 29 años. (dz/lgc)