En España, etapa final de su visita, el Presidente José María Aznar expresó la "confianza" que tiene en "la fortaleza y el futuro de Brasil". Para el mandatario español, "desde el punto de vista bilateral, la inversión española estratégica en Brasil es una inversión que tiene ese carácter".

España es, luego de los EE.UU. el segundo inversor extranjero en Brasil con un 25% del total que acapara ese país sudamericano.

7 meses exitosos

Los especialistas bien saben que la economía brasileña, que representa el 50% de la fuerza económica de Latinoamérica, marca el ritmo para sus vecinos, convirtiendo a Brasil en "una gran oportunidad para toda América Latina", como reconoció el ministro de Economía español, Rodrigo Rato.

Desde Europa, todos coinciden en que el presidente de Brasil ha conseguido recuperar la confianza internacional en los casi siete meses que lleva en el cargo, gracias a un gobierno "transparente y reformador", como dijo Rato.

Alianza estratégica

No parece casual que los dos días de su visita a España hayan estado marcados por la agenda económica. A pesar de las recientes crisis en la región sudamericana, España es consciente de su fuerte apuesta a toda la región, donde domina los sectores de las telecomunicaciones, la banca y con grandes apuestas en energía y medios de comunicación.

En este sentido, Aznar y Lula acordaron establecer una alianza estratégica entre los dos países que permita desarrollar su cooperación bilateral y la cooperación multilateral con la Unión Europea (UE) y el Mercosur (Argentina, Brasil Paraguay, Uruguay). "España considera a Brasil como un socio estratégico y desea mantener una alianza estratégica" con ese país, anunció el mandatario español. La iniciativa, que se plasmará en un Plan Bianual España-Brasil incluye elementos políticos, económicos y sociales.

La habilidad de Lula

Lula, por su parte, no dudó en adoptar la posición de abogado de los intereses latinoamericanos. "Las relaciones entre España y Brasil pueden y deben traducirse en una aproximación de América del Sur y Mercosur con la UE", afirmó en el Congreso de los Diputados de España. "Hoy las relaciones entre los países no pueden tener una sola dimensión. Los vínculos diversificadores nos aproximan y benefician a un sistema internacional plural, multilateral, orientado hacia la paz, el desarrollo y la libertad", dijo el presidente de Brasil.

Reinó el buen clima entre ambas partes, tampoco perturbado por las posturas diferentes ante la guerra contra Irak. Aunque Lula, lejos de perder habilidad política a pesar de un pragmatismo que algunos consideran excesivo, aprovechó nada menos que la entrega de la Llave de Oro de Madrid, un evento diplomático sin valor noticioso, para pronunciar un mensaje claro: " el deseo de abrir las puertas de Madrid para la nueva realidad de Brasil, un Brasil que se pauta por la solidaridad humana, por la justicia social y por la busca del bienestar de su pueblo".