Lula declara ante una nueva jueza por juicio de "Lava Jato"
14 de noviembre de 2018
El interrogatorio estuvo a cargo de la jueza Gabriela Hardt, que reemplazó recientemente a Sérgio Moro, el magistrado que condenó a cárcel a Lula.
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El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril por corrupción, declaró este miércoles (14.11.2018) ante una nueva jueza por otro caso en el que es acusado en el marco de la megacausa "Lava Jato" ("Lavado de autos)".
Lula, de 73 años, fue retirado entre fuertes medidas de seguridad de la delegación de Policía donde está recluido en Curitiba, en el sur de Brasil. Esta es la primera vez que el ex mandatario sale de la celda en la que fue recluido siete meses atrás.
El interrogatorio estuvo a cargo de la jueza Gabriela Hardt, que reemplazó recientemente a Sérgio Moro, el magistrado que condenó a cárcel a Lula y que fue designado como futuro ministro de Justicia del Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Moro se dio a conocer internacionalmente como juez de "Lava Jato" y por el encarcelamiento de Lula, celebrado por los éxitos de sus dos Gobiernos entre 2003 y 2010. El expresidente y su defensa acusan al juez de una persecución política.
Críticas
Las críticas contra Moro aumentaron después de que el juez aceptara entrar al gabinete de Bolsonaro, un político visto por muchos como una amenaza a la democracia por sus elogios a la última dictadura militar (1964-1985) y sus insultos a mujeres, negros y homosexuales.
Lula, que purga desde abril una pena de 12 años de cárcel, declaró hoy por un proceso en el que es acusado de haber aceptado reformas en un inmueble, el llamado "sitio de Atibaia" en Sao Paulo, propiedad de un empresario y frecuentada años atrás por el ex presidente y su familia.
La constructora Odebrecht está acusada de haber comprado así favores políticos del Gobierno de Lula. La defensa alega que Lula no fue propietario del sitio de Atibaia.
CT (dpa, EFE)
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Brasil: los capítulos de una elección polarizada
Trece candidatos se presentaron en la disputa por el Planalto, en las elecciones que ganó, en segunda vuelta, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Vea aquí los principales episodios de esta disputa.
Imagen: Agencia Brasil/R. Rosa
Entra en escena el financiamiento de las campañas
Ante la prohibición a las donaciones hechas por empresas, el Congreso creó en octubre de 2017 un nuevo fondo de 1,7 mil millones de reales para financiar candidaturas políticas. El 60 por ciento de fondo quedó en las manos de seis partidos: MDB, PT, PSDB, PP, PSB Y PR, dejando a los candidatos independientes con menos recursos.
Imagen: Reuters/A. Machado
Lula es condenado y arrestado
Cuando anunció, en 2016, su intención de disputar la elección presidencial, Lula se convirtió en el líder en las encuestas. En enero, sin embargo, su situación se complicó tras una condena en segunda instancia que lo dejó virtualmente inelegible. En abril, fue arrestado, con la posibilidad de que su candidatura fuera anulada. El PT comenzó a tener dificultades para formar alianzas.
Imagen: Reuters/L. Benassatto
Los "outsiders" salen de la escena
La posibilidad de que Lula quedara fuera y el sentimiento antipolítico entre la población, indicaban que ésta sería la elección de los "outsiders". El exministro del Supremo Joaquim Barbosa y el presentador Luciano Huck llegaron a aparecer en las encuestas. El empresario Flávio Rocha anunció su candidatura. Sin embargo, en julio todos habían desistido.
Imagen: Imago/ZUMA Press/M. Chello
Candidaturas descartadas
La elección de 2018 parecía destinada a superar el número de candidatos de 1989, cuando 22 aspirantes disputaron la Presidencia. En abril había 23 nombres interesados en aparecer en la papeleta, entre ellos el presidente Michel Temer, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia, y el expresidente Fernando Collor. Pero pronto desistieron. En agosto se llegó al número de 13 candidatos en carrera.
Imagen: Marcelo Camargo/Agência Brasil
Los candidatos aislados
La jugada de Alckmin con el "centrón" acabó aislando a otros candidatos. Jair Bolsonaro (PSL) intentó negociar con el PR, pero tuvo que contentarse con el PRTB. Ciro Gomes (PDT) también vio naufragar sus intentos de coalición. Los tres terminaron la fase de convenciones con poco apoyo y tiempo de TV.
La novela de los vices
La fase de convenciones comenzó a finales de julio sin que la mayoría de los precandidatos tuviera un compañero de fórmula. Bolsonaro recibió tres rechazos hasta cerrar con el general Mourão (PRTB). Henrique Meirelles (MDB) y Ciro Gomes (PDT) se contentaron con nombres del propio partido. Alckmin fue rechazado por el empresario Josué Alencar antes de optar por Ana Amélia (PR).
Imagen: Agência Brasil/F.Frazão
El "plan B" del PT
Con Lula virtualmente inelegible, la elección de su vicepresidente pasó a ser un trampolín para el candidato sustituto. A principios de agosto, el PT acabó eligiendo a Fernando Haddad, que desde el inicio del año era visto como "plan B". Manuela D'Ávila (PCdoB) quedó con la curiosa posición no oficial de "vice del vice", asumiendo la posición una vez que se supiera si Lula era candidato o no.
Imagen: Agência Brasil/F.Rodrigues Pozzebom
Ataque a Bolsonaro
El candidato del PSL, Jair Bolsonaro, fue apuñalado durante un acto de campaña en Juiz de Fora. Sus adversarios condenaron la agresión, y algunos llegaron a cambiar el tono de la campaña. Pero no hubo un impacto decisivo en el electorado, pues sigue liderando las encuestas aunque casi con el mismo porcentaje, mientras que el rechazo hacia él aumentó.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agencia O Globo/A. Scorza
El intercambio de Lula por Haddad
Después de meses de suspenso y con el aval de Lula, Fernando Haddad fue oficializado candidato a la Presidencia por el PT el 11 de septiembre, a menos de un mes de la primera vuelta, lo que ocurrió una vez que se agotaron todas las posibilidades de que el expresidente participara en la carrera presidencial. El desafío desde entonces fue transferir los votos de Lula a Haddad.