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Lula en Alemania

2 de diciembre de 2009

Alemania recibe con tapete rojo al presidente brasileño Lula da Silva, representante de una potencia en ascenso, un mandatario con aplomo, cuya política exterior es tan interesante y colorida como el fútbol carioca.

Merkel y Lula durante la última visita de la estadista germana en Brasil, en mayo de 2008.Imagen: AP

Pocos políticos son tan buscados como el presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva. Quien fuera trabajador metalúrgico y luego líder sindical se ha convertido en uno de los líderes más populares de América Latina. “Es mi hombre”, dijo Barack Obama sobre su homólogo sudamericano, que no tiene ningún reparo en reconocer su amistad con Hugo Chávez y Evo Morales, como en recibir al presidente israelí, Shimon Peres, y a su homólogo palestino Mahmud Abbas, o hacer alianzas con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.

Lula se ha convertido en una voz cantante en política exterior, como se vio en la pasada Cumbre Iberoamericana en el balneario portugués de Estoril, en donde abogó por la restitución del derrocado Manuel Zelaya y se negó a reconocer la legitimidad de las pasadas elecciones en Honduras.

Lula y el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad.Imagen: AP

Visita oficial en Berlin

El presidente brasileño inicia este jueves una visita oficial en Alemania y llega con el aplomo que le da el representar a una potencia económica que es aclamada por la prensa alemana como un ejemplo de milagro económico, que se recuperó de la crisis internacional más rápido que nadie y que espera en el 2010 alcanzar una tasa de crecimiento de por lo menos un 5%. Eso sin mencionar el reciente descubrimiento de enormes yacimientos de crudo.

El quinto país más grande del mundo, principal socio económico de Alemania en la región, se ha convertido en un atractivo lugar para las inversiones germanas. En Berlín, Lula se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel, y con empresarios germanos, después de ser recibido con honores militares por el presidente alemán, Horst Köhler, quien será su anfitrión durante una cena de gala. Muy probablemente, la cumbre del cambio climático en Copenhague, adonde acudirán tanto Merkel como Lula, será uno de los temas de las conversaciones en Berlín.

En esta cuestión, el presidente brasileño ya se ha pronunciado claramente. Los países ricos deben ayudar a los pobres con apoyo tecnológico y programas para la protección climática. Finalmente son los países industrializados quienes han emitido las mayores cantidades de gases efecto invernadero durante las últimas décadas.

Vista panorámica de Río de Janeiro.Imagen: AP

Programa económico

En Hamburgo, Lula absolverá el programa económico de su visita el viernes, donde pronunciará un discurso sobre una nueva era en la alianza entre Brasil y Alemania. Con un volumen comercial de 18.000 millones de euros en el 2008, Brasil es el socio comercial más importante de la región para Alemania.

Mientras que Alemania exporta sobre todo partes automotrices, productos químicos, maquinaria y vehículos de carga, Brasil vende a Alemania, el cuarto socio comercial del gigante latinoamericano, automóviles, mineral de hierro, café y soya.

Volkswagen do Brasil invertirá más de 2.000 millones de euros entre el 2010 y el 2014. Las ventas de automóviles han repuntado este año sin dejar rastro de la crisis. Más de 1200 empresas alemanas se encuentran presentes en el país sudamericano y contribuyen con un 10 % en el producto interno bruto (PIB). Se dice que São Paulo es la ciudad con más empresas alemanas fuera del territorio germano y cerca de Río de Janeiro el conglomerado industrial ThyssenKrupp construirá una gigantesca fábrica de acero, la mayor inversión en Brasil desde hace años, que asciende a más de 4.500 millones de euros.

El presidente ejecutivo de Petrobras, Sergio Gabrielli.Imagen: AP

Delegación brasileña

Lula es acompañado por empresarios, ministros y también por la jefe de su Gabinete, Dilma Rousseff, quien es su delfín de cara a las próximas elecciones. La exguerrillera es responsable de un programa millonario para impulsar el crecimiento económico. También viaja con Lula el jefe del gigante petrolero estatal Petrobras, Sergio Gabrielli.

La delegación llega a Hamburgo en un tren bala acompañado del mismo jefe de la empresa Deutsche Bahn, Rüdiger Grube. Un tren similar unirá a las ciudades de São Paulo y Río de Janeiro, un negocio estimado en unos 13.300 millones de euros.

Lula será recibido con tapete rojo en Berlín y aunque las alianzas políticas no son garantía de buenos negocios, si abren las puertas. Las empresas alemanas esperan participar en los preparativos del Campeonato Mundial de Fútbol en el 2014, que tendrá como sede a doce ciudades brasileñas, así como de los Juegos Olímpicos en Río en el 2016.

Autora: Eva Usi

Editora: Luna Bolívar

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