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PolíticaBrasil

Lula quiere recuperar el terreno perdido en África

13 de febrero de 2024

En su viaje a Egipto y Etiopía del 15 al 18 de febrero, Lula intenta restaurar sus relaciones con África. Como presidente del G20, quiere hacerse un nombre como defensor de los intereses africanos.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.Imagen: EVARISTO SA/AFP

"Las buenas relaciones con África son fundamentales para la imagen internacional de Brasil. Son un triunfo", explica a DW Gelson Fonseca, director del Instituto de Historia y Documentación Diplomática (CHDD), que depende del Ministerio brasileño de Relaciones Exteriores.

Según el diplomático, muchos países del continente africano registran altas tasas de crecimiento económico: "Su importancia geopolítica está aumentando. Por eso es importante que Brasil profundice sus relaciones con África".

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva , ya estuvo en Angola en agosto de 2023. Su actual viaje lo llevará a Egipto y a Etiopía, donde el 17 de febrero asistirá como invitado de honor a la cumbre de la Unión Africana (UA) en Adis Abeba.

Más lazos entre los BRICS

Los dos países son de importancia estratégica para Brasil porque son miembros de los  países BRICS desde principios de año. El grupo originalmente incluía a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Entretanto se han unido al grupo otros varios Estados.

"La visita de Lula a Egipto y Etiopía es útil. Puede ayudar a restablecer la importancia de las relaciones diplomáticas entre Brasil y África", afirma Maurício Santoro, experto en Relaciones Internacionales de la Universidad de Río de Janeiro.

Sin embargo, advierte que no hay que hacerse demasiadas ilusiones: "En Egipto hubo un golpe militar, y en Etiopía hay una guerra civil. A la vista de estas situaciones de conflicto, las expectativas sobre lo que Brasil puede conseguir, en realidad, no deberían ser demasiado altas", sostiene Santoro.

Lula, invitado de honor

Brasil despierta asociaciones positivas en muchas personas en el continente africano. A diferencia de Inglaterra, Francia y Alemania, el país sudamericano no es percibido como una potencia colonial.

La antigua colonia portuguesa es el país con la mayor población negra fuera de África y comparte con muchos países africanos el traumático legado de la esclavitud impuesta por Portugal. Brasil, hoy considerada la novena potencia económica del mundo, es considerada un modelo a seguir en muchos aspectos económicos y sociales.

Por lo tanto, en la próxima cumbre de la Unión Africana (UA), que se celebrará en Adis Abeba del 17 al 18 de febrero, el presidente de Brasil puede estar seguro de que gozará de una cálida acogida.

Pero esa simpatía y los lazos históricos entre muchos países africanos y Brasil no van de la mano con la disminución actual de la influencia económica y política de Brasil en África. 

Presente en Angola: la empresa agroindustrial brasileña BrasAfrica.Imagen: José Adalberto/DW

Menos comercio

A diferencia de China y Rusia, que han ampliado continuamente sus relaciones con los países africanos durante la última década, la importancia económica de Brasil se ha reducido allí. El comercio exterior con el continente se redujo de 28.000 millones de dólares a 21.000 millones de dólares entre 2013 y 2023.

En comparación, el comercio exterior con China ascendió a 157.000 millones de dólares en 2023, según el Ministerio de Comercio de Brasil. Las importaciones y exportaciones entre Alemania y Brasil totalizaron unos 19.000 millones de dólares estadounidenses. Las razones del alejamiento de Brasil de África son múltiples. Entre ellas, la actual crisis económica del propio país y los múltiples efectos del escándalo de corrupción "Lava Jato".

Eso había dado lugar a acusaciones de corrupción contra empresas constructoras brasileñas, que se habrían enriquecido con grandes proyectos en países africanos. El expresidente brasileño Jair Bolsonaro también mostró poco interés en el continente.

África en la agenda del G20

Ahora, Lula quiere iniciar un cambio de rumbo en la cumbre de la UA en Adis Abeba. Tanto la UA como la Unión Europea pertenecen al grupo G20, que reúne a los países industrializados y emergentes más importantes.

Y Brasil ocupa la presidencia del G20 este año. "En septiembre de 2023, la UA fue admitida en el G20 con el apoyo de Brasil”,  explicó Flávio Luís Pazeto, secretario de Estado del Ministerio brasileño de Relaciones Exteriores a la agencia noticiosa Agencia Brasil.

Durante la presidencia del G20, Brasil garantizará que "las cuestiones que interesan a África se incluyan en la agenda del G20". Uno de estos temas es la lucha global contra el hambre y la pobreza.

Brasil puede presumir de un gran éxito en ese campo. Los programas sociales lanzados en la década de 1990 y fortalecidos durante los dos primeros mandatos de Lula (2003 a 2010) han hecho una contribución significativa a la reducción de la pobreza en el país.

El hambre y la pobreza vuelven a aumentar

Según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), unos 44 millones de los 182 millones de habitantes de Brasil pasaban hambre en 2003, es decir, algo menos de la cuarta parte de la población. En 2009, esta proporción se redujo a algo menos del 6% de la población total de 194 millones, unos once millones de personas.

Sin embargo, la situación ha seguido deteriorándose desde 2016. En 2022, 33 millones de brasileños volvían a padecer hambre, es decir, alrededor del 16 por ciento de la población.

El número de personas afectadas por el hambre y la pobreza también está creciendo en todo el mundo. En 2016 eran 585 millones; en 2022 estas llegaron a ser 735 millones de personas. El año pasado, el número de personas que padecen hambre ascendió a más de 800 millones.

(ct/cp)

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