Un total de 66 personas murieron y al menos 141 resultaron heridas al derrumbarse el sábado el techo cargado de nieve del Centro Internacional de Exposiciones de la ciudad polaca de Katowice, al sur del país.

En la operación de socorro participaron unos 600 bomberos y policías, dos destacamentos de la gendarmería militar, numerosas brigadas del servicio de socorro de las minas de carbón de la región, y grupos especializados en la búsqueda de personas sepultadas en terremotos, auxiliados por perros amaestrados.

Las bajas tempereat5uras, que durante la noche alcanzaron hasta 20 grados bajo cero, no sólo dificultaron el rescate sino que fueron letales para muchos de los atrapados.

Solidaridad con las víctimas

Los gestos de solidaridad y pesar con las víctimas se sucedieron dentro y fuera de Polonia. En señal de dolor y tristeza por la muerte de tantos compatriotas el presidente de la República, Lech Kaczynski, decretó duelo nacional a partir de este domingo y hasta el miércoles.

Los centros de donación de sangre de la región de Silesia, de la que Katowice es la capital, y de las provincias cercanas están saturados de trabajo. "Cáritas", "Acción Humanitaria Polaca" y varias decenas más de organizaciones humanitarias han abierto una campaña nacional de recaudación de fondos para crear un sistema eficaz de ayuda económica para las víctimas del siniestro y sus familiares.

"Me siento conmovido, porque me he enterado de que ayer, cuando en los hospitales se conoció la noticia del accidente, a nadie hubo que llamar para que se presentase en el trabajo, ya que todos, los médicos, enfermeras y el personal auxiliar, como un solo hombre, acudieron a sus puestos", declaró el primer ministro Casimires Marcinkiewicz.

Del extranjero también llegan señales de solidaridad, como fueron las ofertas de las autoridades de Alemania y de Israel de enviar a Polonia equipos de rescate con los medios necesarios. La ayuda de personal extranjero resultó, no obstante, innecesaria ya que todos los servicios polacos de rescate se volcaron en la operación de salvamento de las personas sepultadas por el techo hundido del centro de Exposiciones Internacionales.

Solidaridad alemana

La canciller alemana, Angela Merkel, transmitió a las autoridades del país vecino su pesar por la tragedia. "En nombre de todos los alemanes le expreso mi profundo pesar por lo ocurrido", reza el telegrama de condolencias de la canciller, que ofreció consuelo a los familiares de las víctimas y sus deseos de recuperación a los heridos.

El Ministerio alemán de Asuntos Exteriores informó de que entre los muertos, que por ahora han sido 66, figura un ciudadano alemán y otros cuatro nacionales entre los heridos.

La tragedia de Katowice recuerda a la ocurrida a primeros de enero en el sur de Alemania cuando el derrumbe del techo del pabellón deportivo de Bad Reichenhall, también por la presión de la nieve, causó la muerte de once personas.