Más de 100 combatientes y 15 civiles mueren en Siria
2 de diciembre de 2019
La provincia de Idlib está controlada por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaida.
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Al menos 101 combatientes y 15 civiles murieron en los violentos combates que se desarrollan entre fuerzas gubernamentales y milicianos rebeldes y yihadistas en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, indicó este lunes (02.12.2019) el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
"Desde el alba del lunes se registran violentos combates en varios ejes del sureste de Idleb", precisó el OSDH. En las últimas 48 horas, desde el inicio de los enfrentamientos, murieron 54 soldados gubernamentales y 47 combatientes de las fuerzas rebeldes y yihadistas.
Este lunes, 15 civiles murieron, 13 de ellos en un mercado, en bombardeos gubernamentales contra localidades controladas por los insurgentes, informó el OSDH.
La provincia de Idlib está controlada por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaida. Esta región y algunos sectores aledaños de las provincias de Alepo, Hama y Latakia escapan al control del gobierno sirio.
A pesar de la tregua anunciada el 31 de agosto, los combates terrestres continuaron, en un primer momento esporádicamente y en las últimas semanas en forma más intensa. Desde el comienzo del alto el fuego, 160 civiles, entre ellos 45 niños, murieron en los bombardeos, principalmente gubernamentales, según el OSDH.
En octubre pasado, el presidente sirio Bashar al Asad efectuó su primera visita en la provincia desde el inicio de la guerra en 2011. Desde el inicio del conflicto sirio, murieron 370.000 personas y millones de personas fueron desplazadas.
ct (afp, efe)
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Crisis humanitaria en Siria tras ofensiva turca
Las personas desplazadas por los combates en el noreste de Siria tratan de sobrevivir en escuelas y casas abandonadas. Las ONG se han ido y la gente hace colas por horas para conseguir pan.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Primera parada
Fuentes de la ONU aseguran que más de 200.000 personas han dejado sus hogares en el noreste de Siria desde que Turquía lanzó su ofensiva, el 9 de octubre. Desde entonces, la ciudad fronteriza de Ras al Aín ha pagado los costos debido a los ataques armados de milicias proturcas y bombardeos aéreos. La ciudad permanecerá bajo control turco tras un acuerdo alcanzado en Sochi entre Rusia y Turquía.
Imagen: DW/K. Zurutuza
"Lo perdimos todo"
La mayor parte de los que huyeron son kurdos. Aquellos que permanecen en la ciudad son casi todos árabes que siguen en contacto por teléfono con sus antiguos vecinos. "Me dijeron ayer que los islamistas estaban saqueando nuestras casas. Lo perdimos todo", contó este hombre a DW.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Cada miga ayuda
Las fuerzas del régimen de Bashar al Assad están estacionadas a pocos kilómetros de Tal Tamr. Como consecuencia, las ONG que estaban instaladas en la región decidieron abandonarla en los últimos días. Los desplazados internos llegados desde Ras al Aín y de las villas vecinas dependen enteramente de la ayuda que les entregan las ONG locales, que luchan para hacer frente a la crisis.
Imagen: DW/K. Zurutuza
No se puede ir lejos
Además de Tal Tamr, otras localidades de los alrededores también albergan a cientos de desplazados. "Se están instalando en aldeas desocupadas, muchas de ellas ubicadas demasiado cerca de zonas controladas por las milicias proturcas o células dormidas del Estado Islámico", dice a DW Hassan Bashir, coordinador de una ONG local.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Ansiada comida
Este desplazado interno árabe de Ras al Aín tiene cuatro esposas, y deberá buscar una fórmula para alimentar a todos sus hijos, pues la escasez de comida ha forzado a las ONG a ofrecer solo una ración por familia. "No es culpa de ellos, son solo niños", dijo el hombre a DW, después de recibir solo una bolsa con raciones alimenticias.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Se acabó la escuela... ¿para siempre?
La escuelas han estado cerradas en el noreste de Siria desde que comenzó la ofensiva, y muchas de ellas son ahora hogar para los desplazados internos. Aquellos que puedan pagarlo, se trasladarán a ciudades como Al-Hasaka, ubicada unos 80 kilómetros al sur, pero otros tendrán que hacer frente a las condiciones extremas de una ciudad fronteriza expuesta a los ataques.
Imagen: DW/K. Zurutuza
Lo más parecido a casa
Cincuenta familias kurdas de Ras al Aín viven ahora en esta escuela abandonada en Tal Tamr, donde carecen de agua y electricidad. A medida que las condiciones sanitarias empeoran, los expertos ven crecer la posibilidad de un brote de cólera y otras enfermedades. "Si seguimos así, vamos a tener una enorme crisis humanitaria", dijo un médico local a DW.