Más de 10.000 familias afectadas por lluvias en Colombia
23 de julio de 2021
Las precipitaciones han arrasado cultivos y provocados daños en infraestructura en Putumayo en las últimas 24 horas.
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El gobernador del selvático departamento colombiano del Putumayo, fronterizo con Ecuador, Álvaro Granja, declaró este jueves (22.07.2021) la emergencia pública por las lluvias que afectan a más de 10.000 familias en esta parte del país sudamericano.
El gobernador detalló que las 10.000 familias damnificadas están ubicadas en 12 municipios, incluida Mocoa, la capital departamental.
Las lluvias que han azotado el departamento en las últimas 24 horas dejan cultivos arrasados, animales domésticos desaparecidos, vías primarias y secundarias taponadas, municipios sin servicio de acueducto, puentes obstruidos y zonas incomunicadas.
La emergencia pública se declaró con el fin de "atender de manera oportuna y preventiva las necesidades de la población ante la continuidad de las lluvias", según detalló la Gobernación en un comunicado.
El diario local El Espectador reportó la creciente súbita del río Mulato, uno de los tres que cruza Mocoa y que amenazaba a la población. "Las personas lograron evacuar oportunamente y se informó mediante el Sistema de Alertas Tempranas”, dijo el rotativo.
Carreteras bloqueadas por derrumbes
Las carreteras que comunican a Mocoa con Pasto, capital del departamento vecino de Nariño, y la de Mocoa a Pitalito, en el Huila (sur), dos conexiones con el centro del país que abastecen a Putumayo, sufren taponamientos y bloqueos por derrumbes.
Mientras tanto, a través del Consejo Departamental de Gestión de Riesgos y Desastres, los alcaldes municipales y cuerpos de socorro coordinan las diferentes actividades en cada uno de los municipios.
jc (efe, El Colombiano, El Espectador, W Radio, RCN Radio)
Barro y escombros: regreso a casa tras las mortíferas inundaciones de Alemania
Los residentes de las comunidades devastadas en Alemania están empezando a lidiar con las consecuencias de las catastróficas inundaciones.
Imagen: Thomas Lohnes/Getty Images
Salir a buscar refugio
Jutta Schelleckes (72) está sentada en el salón de su apartamento, que quedó completamente destruido por la inundación del 17 de julio de 2021 en Bad Neuenahr, Alemania. Los muebles quedaron volcados. La electricidad y el agua no funcionan. Schelleckes lleva dos días viviendo en el desorden. Los bomberos tuvieron que acompañarla a salir de su apartamento y a buscar refugio.
Imagen: Thomas Lohnes/Getty Images
Sorprendidos por la fuerza del agua
En el Eifel, las fuertes lluvias y las continuas precipitaciones provocaron inundaciones y riadas. En el valle del Ahr, el río se desbordó en muchos lugares e inundó no solo bodegas sino pueblos enteros. La imagen muestra a las víctimas de las inundaciones en un pueblo de la carretera entre Dernau y Walporzheim, que fue simplemente arrasado por las inundaciones en un tramo.
Imagen: Christoph Hardt/Geisler-Fotopres/picture alliance
La devastación dejada por las inundaciones
El agua retrocede lentamente, pero la catástrofe está lejos de haber terminado. En las ciudades ribereñas devastadas de Alemania, la gente se está abriendo paso lentamente para lidiar con lo que la inundación ha dejado atrás: bultos de barro y montones de basura.
Imagen: Marius Becker/dpa/picture alliance
Rescatando libros
Un ayudante descarga libros dañados por las inundaciones en una pila con una carretilla. Entre tanto, el Consejo de Ministros de Alemania aprobó un paquete de ayuda inmediata de unos 400 millones de euros para las víctimas de las inundaciones y se comprometió a iniciar rápidamente la reconstrucción de las zonas devastadas, una tarea cuyo coste se prevé que ascienda a miles de millones.
Imagen: Philipp von Ditfurth/dpa/picture alliance
Con la ayuda de manos amigas
Muchas manos amigas están limpiando el barro y los escombros de las zonas devastadas en Alemania, donde al menos 171 personas murieron, más de la mitad de ellas en el condado de Ahrweiler, cerca de Bonn. Otras 31 personas murieron en la vecina Bélgica, lo que eleva a 202 el número de víctimas mortales en ambos países.
Imagen: Philipp von Ditfurth/dpa/picture alliance
Toneladas de residuos y basura por retirar
Con la ayuda de voluntarios, los residentes han empezado a limpiar sus maltrechas casas y comercios. Los camiones de la basura van de un lado a otro para retirar de las calles los residuos de las secuelas. En Tréveris, una de las regiones más afectadas, se recogieron 14.000 toneladas de residuos de las inundaciones durante el fin de semana.
Imagen: Thomas Frey/picture alliance/dpa
Afrontando la tragedia con humor
Dos hombres bromean entre sí mientras uno de ellos empuja el barro de su garaje. El humor es lo más importante en este momento, dijo. "Porque cuando giro la cabeza ahora, me preocupa". Las inundaciones de la semana pasada también afectaron al sur de los Países Bajos, en la provincia de Limburgo, aunque allí no hubo víctimas.
Imagen: Philipp von Ditfurth/dpa/picture alliance
La solidaridad acude al rescate
Además de un ejército de voluntarios en las zonas de la catástrofe, se crearon innumerables iniciativas de solidaridad para recoger donaciones. El flujo de donaciones se convirtió rápidamente en algo abrumador, hasta el punto de que varias organizaciones de ayuda anunciaron que ya no tenían capacidad para recibir más donaciones. (few)