Millones de niñas en riesgo de sufrir mutilación genital
6 de febrero de 2020
En el Día Mundial para la Erradicación de esta práctica, la ONG Amref advirtió que 4,1 millones de niñas se encuentran en riesgo de sufrir mutilación genital femenina en 2020.
Publicidad
No hay datos absolutos de cuántas mujeres y niñas han sido mutiladas en todo el mundo, pero la ONU calcula que son más de 200 millones en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia en los que prevalece esta práctica. La cifra sigue creciendo cada año. Sin embargo, "aún hay esperanza", como recuerda en un comunicado Amref España, ya que cada vez más jóvenes reniegan de la mutilación en comparación con las generación de sus progenitores.
Amref, que trabaja junto a personal local en proyectos contra lamutilación genital femenina en varios países de África, recuerda que, para acabar con esta práctica, no solo hace falta penarla por ley -algo que ya hacen muchas naciones- sino también educación y concienciación. "Al ser algo cultural y ancestral, para erradicarla es esencial aliarse con las comunidades que la practican", explica esta organización sanitaria de origen y gestión africanos.
Desde que comenzó a trabajar en proyectos de este tipo, Amref ha evitado la circuncisión de 17.000 niñas. Lo ha conseguido gracias al apoyo de líderes locales y la celebración de ritos de paso a la edad adulta alternativos en los que no se produce el corte. "Ahora, los líderes ancianos conocen los peligros de la circuncisión femenina", expresa la adolescente etíope Kaiseyie Merin, de 13 años, y quien decidió no someterse a la mutilación tras conocer los riesgos para la salud que acarrea, entre ellos, sangrados o infecciones. "Si los padres aún quieren realizar la mutilación genital a su hija esta puede denunciarlo a los ancianos, que hablarán con ellos y les explicarán los problemas que conlleva y que está prohibida por ley", detalla Merin en el comunicado de Amref.
MS (efe/dpa)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube
Mujeres yazidíes aprenden a boxear después de sobrevivir al Estado Islámico
En su larga recuperación, algunas mujeres y niñas yazidíes que sobrevivieron al genocidio y la esclavitud sexual del Estado Islámico se han volcado al boxeo para ayudar a sanarse y reconstruir la confianza en sí mismas.
Imagen: DW/F. Campana
El calentamiento
El programa Hermanas Boxeadoras fue lanzado en 2018 por Lotus Flower, una ONG británica en el Kurdistán iraquí. Mujeres y niñas yazidíes se reúnen cinco días a la semana para una sesión de entrenamiento de dos horas en el campamento de desplazados internos de Rwanga. Muchas de estas mujeres fueron sometidas a violencia física, emocional y sexual mientras eran prisioneras del Estado Islámico (EI).
Imagen: DW/F. Campana
Boxeo, la actividad física más popular
El boxeo no fue la primera actividad física que Lotus Flower llevó a las mujeres y niñas en el campamento de Rwanga, pero ha sido de lejos la más popular. "Pensamos que sería una muy buena manera para que las mujeres se empoderaran tanto física como internamente", dice Vian Ahmed, la directora regional del grupo.
Imagen: DW/F. Campana
¡Golpéame! ¡Más rápido y más duro!
"Muchas veces cuando boxeo, recuerdo los momentos en que tuve dolor y depresión y trato de deshacerme de ellos a través del boxeo", dice Husna Said Yusef. Ella y su familia han estado en el campamento de Rwanga desde que el EI atacó su aldea en Sinjar en 2014. Cuando su familia supo que el EI se acercaba, huyeron a las montañas y se escondieron una semana hasta que pudieron llegar al campamento.
Imagen: DW/F. Campana
Amor por los deportes
Said Yusef, que tiene 18 años, siempre ha amado los deportes. Desde temprana edad practicaba levantamiento de pesas con su tío en un improvisado gimnasio en casa, pero el boxeo, expresa, es algo especial. Y aunque a ella le gustaría ser doctora un día, "al mismo tiempo, no quiero dejar el boxeo", dice.
Imagen: DW/F. Campana
Esperando la pelea
Al principio, no muchas familias en el campamento estaban dispuestas a dejar que sus niñas asistieran a la clase de boxeo, pero después que el personal de Lotus Flower fuera por varias semanas de casa en casa para explicar los beneficios de esta actividad física, las cosas comenzaron a cambiar. "No creíamos que sería algo tan bien recibido en este corto período de tiempo", dice Vian Ahmed.
Imagen: DW/F. Campana
Entrenar a multiplicadoras
En abril, algunas de las mujeres de las clases de boxeo fueron entrenadas como entrenadoras para que fueran a enseñar boxeo a mujeres y niñas en otros campamentos en el área. Husna Said Yusef comenzó a enseñar en su propio campamento.
Imagen: DW/F. Campana
Boxeo y educación van de la mano
Cuando las jóvenes no están en la clase de boxeo, pueden asistir a clases de inglés o a a un taller de narración llamado Storytelling Sisters. Algunas van a la escuela secundaria. El ataque a sus aldeas en 2014 por parte del Estado Islámico había detenido sus estudios. Ahora tienen la posibilidad de reanudarlos.