El ataque fue tan brutal que los militares evacuaron el cuartel que fue tomado por los terroristas por varias horas, hasta que llegaron refuerzos para controlar la situación.
Publicidad
Al menos 53 soldados de las Fuerzas Armadas Malienses (FAMA) y un civil murieron este viernes (01.11.2019) en un ataque perpetrado por un grupo terrorista contra un cuartel en Indelimane, región de Ménaka, en el noreste del país.
El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno de Mali, Yaya Sangare, agregó en la red social Twitter que los refuerzos militares enviados a la zona recuperaron 54 cuerpos, incluyendo un civil, hubo 10 supervivientes y encontraron daños materiales significativos.
Según confirmaron fuentes militares, el ataque se produjo en la tarde de hoy, y dejó, además de los muertos, varios heridos y cuantiosos daños materiales. Todavía se desconocen otros detalles, pero se sabe que los terroristas, equipados con armas pesadas, llegaron a bordo de motos y camionetas y se dividieron en tres grupos para lanzar sendos ataques simultáneos desde tres puntos distintos.
La violencia del ataque fue tal que los soldados evacuaron el cuartel, que quedó a merced de los asaltantes, y las FAMA tardaron varias horas, hasta el filo de la medianoche, en retomar el control de la situación, tras recibir refuerzos de otros cuarteles en la región.
Este tipo de ataques es habitual en Mali en los últimos años, y con ellos los terroristas suelen dejar claro su capacidad letal y su control sobre el terreno, ya que son capaces de ocupar bases del ejército maliense durante varias horas, antes de retirarse con escasos daños.
En manos de yihadistas
El ataque se produce un mes después de la muerte de 40 soldados en dos ataques yihadistas el 30 de septiembre y el 1 de octubre, cerca de Burkina Faso, país situado al sur de Malí, según un balance de un responsable del Ministerio de Defensa.
El norte de Malí cayó en manos de grupos yihadistas vinculados a Al Qaida entre marzo y abril de 2012, aprovechando la derrota del ejército frente a la rebelión de mayoría tuareg, que en un principio era aliada a estos grupos y después fue apartada.
Los terroristas fueron en gran parte expulsados o dispersados tras el lanzamiento en enero de 2013 de una intervención militar, a iniciativa de Francia, que continúa actualmente. Sin embargo, la violencia persiste y se propaga desde el norte al centro del país, y hacia los vecinos Burkina Faso y Níger, mezclándose a menudo con conflictos intercomunitarios que han dejado cientos de muertos.
mg (efe, efp)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Los años sangrientos de Mali
Pese a la misión de la ONU y los acuerdos de paz, la violencia en Mali no cesa. Desde 2012, tuareg e islamistas luchan contra el Gobierno en Bamako. En varias ocasiones también extranjeros se han convertido en blanco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Ataque en el corazón de la capital
Los grupos terroristas Al Qaeda del Magreb Islámico y Al Murabitun reivindicaron el atentado contra el hotel Radisson Blu en Bamako, en el que los islamistas tomaron como rehenes a 170 personas. Decenas de huéspedes y empleados del hotel lograron escapar. 18 personas podrían haber muerto. El hotel alberga a muchos diplomáticos y periodistas de todo el mundo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Islamistas en el norte
En el país existen muchos grupos armados. Por ejemplo, las milicias islamistas Ansar Dine, que se autodenominan “Defensores de la Fe” y que están bajo el mando de Iyad Ag Ghaly. Desde 2012, luchan por un Estado islámico en el norte de Mali.
Imagen: Romaric Hien/AFP/GettyImages
Terror y destrucción del patrimonio cultural
En 2012, Ansar Dine se hizo en poco tiempo con el control de amplias regiones del norte de Mali. Allí las milicias establecieron un régimen de terror, por ejemplo, cortaban las manos a presuntos ladrones y lapidaban a presuntos adúlteros. Ansar Dine llamó la atención mundial por la destrucción sistemática del valioso patrimonio cultural del país, como esta mezquita del siglo XV en Tombuctú.
Imagen: Getty Images
Bombas sobre Trípoli, con réplicas en Mali
También la guerra en Libia atizó el conflicto en Mali. Como consecuencia del caos y de los enfrentamientos armados tras el derrocamiento del dictador Gadafi, a partir de 2011 grandes cantidades de armas y numerosos combatientes cruzaron la frontera de Mali.
Imagen: picture alliance / dpa
¿Azawad o Estado islámico?
Después de haber luchado conjuntamente durante cierto tiempo, las milicias islamistas desplazaron también a los rebeldes tuareg más moderados. Por ejemplo al Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), que lucha por un territorio independiente de la tribu tuareg en el norte de Mali.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bindra
Operación Serval
A principios de 2013, los islamistas amenazaban con entrar en la capital, Bamako, ante lo cual el presidente francés, François Hollande, ordenó una operación militar contra los rebeldes. Hasta el verano de ese año, los franceses lograron reconquistar, con el apoyo de tropas malíes y de África Occidental, las ciudades más importantes del norte de Mali, en el marco de la llamada Operación Serval.
Imagen: dapd
MINUSMA deberá garantizar estabilidad
Alrededor de 10.000 soldados de la ONU deberán preservar la frágil paz en Mali. También el Ejército alemán ha enviado a 200 soldados al sur del país. Además, en la capital de Bamako están estacionados otros 50 soldados germanos, en el marco de una misión europea de entrenamiento para el ejército local. En la imagen se puede ver a la ministra de Defensa alemana visitando a las tropas en Mali.
Imagen: Reuters
Un poco de paz
No obstante, rebeldes y delincuentes no dejan que el país recobre la tranquilidad. Las noticias sobre atentados y secuestros están a la orden del día. En años recientes, cientos de miles de malíes se han visto obligados a abandonar su país. Los niños en la imagen viven en un campamento de refugiados en el país vecino, Burkina Faso.