La nueva ola de violencia registrada en Yemen, en la provincia de Al Baida, deja sin validez el acuerdo de alto el fuego acordado hace dos días en el sur del país: al menos 33 combatientes hutíes murieron en dos ataques presuntamente perpetrados por Al Qaeda, informan hoy medios locales.

Un ataque registrado frente a instalaciones utilizadas por hutíes en la ciudad de Radá dejó 13 muertos y 20 heridos, indicó el portal "Barakish". Una fuente local dijo a dpa que los hutí siguen teniendo el control de la ciudad. Además, esta mañana comenzaron un contraataque en la región de Kifa, considerada feudo de Al Qaeda. Los combatientes tribales de la región estarían apoyando al parecer a los rebeldes hutíes.

Sin embargo, no está del todo claro de qué lado luchan los clanes porque muchos son sunitas y tienen una orientación más compatible con Al Qaeda. Según el portal "Al Masdar Online", en la noche del domingo murieron 20 combatientes hutíes en un primer ataque perpetrado en el mismo sitio en el que se hizo estallar un coche bomba hoy.

Alto el fuego el sábado

La insurgencia hutí firmó el sábado un acuerdo de alto el fuego con los clanes sunitas, tras los combates entre ambos en las últimas semanas, después de que los chiitas tomaran varias ciudades al sur de la capital Saná, que también controlan. Los hutíes controlan Saná desde hace unas cinco semanas e intentan aumentar su influencia en el gobierno.

El conflicto actual coincide con la expansión de los hutíes por distintas provincias, pese a que el pasado día 13 fue elegido un nuevo primer ministro de consenso, Jaled Bahah, como demandaban. El movimiento rebelde se hizo el 14 de este mes con el control de la estratégica ciudad costera de Al Hodeida y de su puerto, el segundo en importancia del Yemen, y además mantiene en su manos partes de la capital y las provincias septentrionales de Saada y Amran.

LGC (dpa / EFE)