1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Más ejercicio mejora las notas en la escuela

Enrique López Magallón19 de noviembre de 2012

Los números son alarmantes. Muchos niños en Alemania pecan de sedentarios. No son tan atléticos como antes, y cada vez hay más sobrepeso. El deporte ayuda y, además, mejora la concentración.

Imagen: Deutsche Sporthochschule Köln

"Antes siempre había un par de chicos que llegaban tan arriba como era posible trepando la cuerda en el gimnasio", cuenta la profesora Michaela Nellesen, "pero ya no hay chicos así", reflexiona mirando unos quince años atrás y comparando el rendimiento de los chicos con la realidad actual, donde hay muchachos que no pueden equilibrarse o que no saben qué hacer cuando les pasan una pelota.

"Esto es escandaloso", dice Nellesen. Su mirada personal del problema coincide con los hallazgos de la ciencia. Si se tienen en cuenta las pruebas estandarizadas de salto alto y largo para chicos y chicas, los resultados actuales son entre un 12 y un 20 por ciento peores que los conseguidos en 1976, según las cifras de un estudio realizado en Alemania por la Universidad Karlsruhe.

Que los chicos no sean tan atléticos como antes no es, por sí solo, un problema. Sin embargo, la falta de ejercicio sí tiene un impacto: las cifras de sobrepeso en los niños crecen y con ello aumenta también el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, mala postura o problemas de concentración en la escuela.

Lucha contra la obesidad

En la actualidad, alrededor del 15 por ciento de los niños mayores de tres años tienen sobrepeso en Alemania. Al final de la primaria, ese número sube a uno de cada cuatro, según un estudio de la Escuela Superior de Deportes de Alemania, en Colonia. Mala alimentación, patrones de sueño cambiados, clases sociales: razones hay muchas, explica Mathias Bellinghausen, de la Escuela Superior de Deportes. "El factor más importante es, en todo caso, la falta de ejercicio". Por eso se creó la iniciativa "Clase de deportes", que lleva adelante el mismo Bellinghausen. El programa permite que alumnos de más de 120 escuelas practiquen, a diario, actividades que requieren movimiento. "Pueden ser más horas de deporte o también pausas activas, donde los niños hagan ejercicios", explica Bellinghausen. "Incluso en la sala se pueden incorporar elementos que les permitan moverse más".

Michaela Nellesen, profesora de gimnasia.Imagen: DW/Krepela


Más movimiento, mejores notas

Qué tan necesarios son estos programas lo explica Michaela Nellesen: "A las clases de gimnasia siempre me llegan muchachos que se ven confundidos, porque sudan". En su opinión, los padres tienen mucho de responsabilidad, una evaluación que el pedagogo Bellinghausen comparte: "Algunos padres llevan a sus hijos a la escuela en auto, incluso cuando entre la casa y el colegio hay apenas unos pocos cientos de metros". Para los chicos, cualquier forma de movimiento es buena. Esa receta tan sencilla queda comprobada con los resultados de "Clase de deportes". La proporción de niños con sobrepeso bajó un 30% entre quienes participan de las clases. Los alumnos son más fuertes, tienen mayor resistencia y su coordinación mejora notablemente. Y lo que puede ser más importante para los padres es que los niños pueden concentrarse mucho mejor.

Cerca de 2.800 niños tomaron parte del estudio de la Univ. de Colonia.Imagen: Deutsche Sporthochschule Köln

Llamado a los políticos

Sobre la base de estas experiencias, los creadores de "Clase de deportes" requieren ahora una respuesta por parte de los encargados de la política educacional en Alemania. "Según datos del Sindicato Docente solo en Renania del Norte-Westfalia, se cancelan semanalmente 40 mil horas de deporte", revela Bellinghausen. "En Alemán o Matemáticas, esas cifras serían inimaginables". El gobierno federal ha reaccionado. Una inspección más cercana, sin embargo, muestra que las medidas son insuficientes. "IN FORM" (En forma) se llama en plan de acción nacional, que busca llevar por una senda más sana a 80 millones de niños y adultos alemanes en términos deportivos y alimentarios. Pero para todo ello hay cinco millones de euros anuales a disposición.

Los padres siempre dan el ejemplo

Los únicos que pueden cambiar esta situación de forma rápida y eficiente son los padres, dada su condición de modelos a seguir por parte de sus hijos. "Hay estudios que muestran que la  rutina deportiva de los padres es en un 80% asimilada por sus hijos", dice Bellinghausen. Así que también los adultos deben poner manos a la obra. "Y deben confiar en las nuevas generaciones", expresa la entrenadora Nellesen. Ella ha intentado mejorar su oferta y tener formas entretenidas para despertar en los menores el entusiasmo por el ejercicio. Eso funciona muy bien, dice, y agrega que no todo ha empeorado en los últimos años: "Los niños de hoy tienen mucha más autoestima. Yo encuentro que eso está muy bien".

Autor: Jens Krepela / DZ

Editora: Cristina Papaleo

Ir a la siguiente sección Descubra más