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Más frío y menos peces para Europa

Cristina Papaleo26 de enero de 2007

El hielo de Groenlandia se derrite y debilita la corriente del Golfo, que provee a Europa de un clima benigno. ¿Supone esto consecuencias dramáticas? ¿Qué le espera a América Latina? DW-WORLD consultó con expertos.

Los hielos se derriten: ¿más frío en Europa?Imagen: picture-alliance/dpa

Sin la corriente del Golfo, que viene el Caribe y calienta el agua del océano Atlántico llegando al Mar Ártico, Europa se quedaría sin su cuota de calor tropical que equilibra el frío del hemisferio Norte. A causa del calentamiento global, por exceso de CO2 en la atmósfera, se producen más deshielos y fluye, por lo tanto, más agua dulce hacia el Atlántico Norte. Si esto continúa, en un momento dado sus aguas ya no tendrían la salinidad ni el espesor suficiente como para seguir su camino en las profundidades.

Los glaciares también se derriten.Imagen: AP Photo/Keystone, Olivier Maire

La consecuencia sería una detención de la Corriente del Golfo, y, por ende, un cese de la entrada de agua cálida. Esto, suponen muchos, podría producir una especie de mini Edad de Hielo en Europa, que afectaría a la población y la economía del viejo continente. ¿Qué hay de cierto en estas predicciones? ¿Tendría efectos la desaceleración de la Corriente del Golfo también en el clima de América Latina?

Enfriamiento equilibraría el calentamiento

En conversación con DW-WORLD, el Prof. Karsten Reise, biólogo del Instituto Alfred Wegener para el Estudio de los Polos y los Mares, con sede en la ciudad alemana de Bremerhaven, los cambios climáticos por la desaceleración de la Corriente del Golfo no serán tan dramáticos como algunos los pintan. Y no sucederán de un día para otro, sino en los próximos cien años.

Claro está que en ese lapso habrá un cambio en la temperatura del continente europeo, pero nadie puede asegurar de cuántos grados será la diferencia. Y mucho menos, afirma Reise, se puede hablar del ingreso en una mini Edad de Hielo. Más probablemente se tratará de un lento descenso en las temperaturas en el norte y el centro de Europa, que equilibraría el calentamiento global, y que se producirá en un período de varias décadas.

El cambio climático global y El Niño

DW-WORLD habló también con el biólogo marino, Dr. Jürgen Laudien, del mismo Instituto, coordinador de CENSOR, proyecto que estudia los cambios climáticos y oscilaciones de El Niño en el Hemisferio Sur, así como sus incidencias en los recursos marinos frente a las costas del Chile y Perú. El Dr. Laudien habló sobre las investigaciones oceanográficas que se realizan en el Instituto acerca de las posibles conexiones entre el fenómeno climático natural de El Niño, que se produce cada cuatro años, y el calentamiento global.

¿Desaparecerán las focas?Imagen: CENSOR

Una hipótesis probable, derivada de dichos estudios, es la siguiente: en las últimas décadas, entre 1980 y 2000, una fase llamada “de aguas cálidas”, se constató a través del PDO (índice de Oscilación Decádica del Pacífico), que El Niño se manifestó más a menudo y con más fuerza. Antes de esta fase, se produjo una fase de aguas frías, en la que se manifestó el fenómeno de La Niña. En este momento, Latinoamérica se encuentra en una fase de regreso de La Niña, en la que tanto ésta como El Niño se hacen visibles, aunque El Niño con menos intensidad.

Tormentas y peces

A futuro, el Dr. Laudien piensa que es probable que dentro de 30 años se produzca el reingreso en una fase cálida. Esto significa que el agua fría del Océano Pacífico será remplazada por aguas cálidas y plenas de sustancias alimenticias, lo cual influirá en la cadena alimenticia. Peces como la sardina y la anchoa desaparecerán, con lo cual también desaparecerían los predadores que se alimentan de ellos, entre otros, las focas Arctocephalus de las costas sudafricanas, por ejemplo, y ciertos pájaros. Pero El Niño y La Niña no tienen sólo un aspecto negativo. Luego de cada El Niño se produce una especie de reinicialización completa del sistema ecobiológico y comienzan a reproducirse especies nuevas de peces. Este es el aspecto positivo del fenómeno climático de El Niño, ya que los mares de Perú y de Chile, junto a los de Namibia, albergan más del 50 por ciento de las reservas ictícolas mundiales.

El Niño, gráfico de temperaturas de 2006.Imagen: NOAA

En cuanto a las consecuencias climáticas, se prevén fuertes precipitaciones en el norte de Perú, por lo que la ruta Panamericana podría inundarse e interrumpirse en varios de sus tramos. Ahora mismo, las tormentas de granizo del tamaño de pelotas de tenis y los tornados son una realidad en varios países de Sudamérica. En cuanto a un pronóstico para ese continente sobre efectos del calentamiento global, sería, según Laudien, “muy inseguro arriesgar un pronóstico que agravara los fenómenos ya conocidos”.

Claro que esto no debe ser tomado como un cese de alarma. Más bien habría que reflexionar acerca de las palabras del protagonista del film de Roland Emmerich, The day after tomorrow: “Creímos que podíamos explotar los recursos de nuestro planeta hasta el fin, sin sufrir las consecuencias. Nos hemos equivocado”.

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