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¿Más poder para la ONU?

20 de agosto de 2003

Tras el shock del atentado contra la sede de la ONU en Bagdad, cunden los llamados a conferir más poder a la organización mundial en Irak. Esa es la postura de Alemania, que de todos modos descarta el envío de tropas.

Pese a la devastación, la ONU seguirá trabajando en Irak.Imagen: AP

"Lo mínimo que les debemos es asegurar que su muerte no ha sido en vano", afirmó el secretario general de la ONU, Kofi Annan, refiriéndose a las víctimas del atentado de la víspera contra la central de la organización en Bagdad, entre las que se contó el enviado especial Sergio Vieira de Mello. Con esas dolientes palabras dejó en claro la voluntad de seguir adelante con la labor de asistencia en Irak.

Llamado a la unidad

No es sólo cuestión de honor o de demostrar que la ONU no se deja amedrentar por la amenaza terrorista, sino más bien una necesidad. Porque no sólo el pueblo iraquí sino la comunidad internacional tienen interés en velar por el restablecimiento de la estabilidad en ese país; y eso, por lo visto, no se conseguirá sólo con la presencia militar de las tropas de ocupación.

Ante este trasfondo, aún bajo los efectos del shock provocado por el atentado del martes, en diversas capitales se discute acerca del papel que debería corresponder a las Naciones Unidas en Irak. El propio ministro de Relaciones Exteriores británico, Jack Straw, admitió que su país y Estados Unidos no habían esperado semejante vacío de poder tras el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein. Varios podrían recordarle que advertencias no faltaron antes del inicio de la guerra, pero a estas alturas tendría poco sentido. Ahora, el jefe diplomático del más estrecho aliado de Washington en la invasión, llama a la unidad de todos "cualquiera hayan sido nuestras posiciones anteriormente", y anuncia que discutirá en Nueva York sobre la posibilidad de "un mandato más amplio para la ONU".

"No somos parte de esa coalición"

Alemania ha demandado desde el comienzo un papel central para las Naciones Unidas y así volvió a recordarlo el ministro de Defensa, Peter Struck. Junto con lamentar que actualmente el organismo no tenga mayor responsabilidad en el país, recordó que "las potencias vencedoras" controlan la administración en Irak. En consecuencia, rechazó una vez más la posibilidad de una participación militar alemana, subrayando que ese asunto "no se plantea".

Igualmente el portavoz del Ministerio de Relaciones exteriores, Walter Lindner, dejó "muy en claro" que la coalición dirigida por Estados Unidos es responsable de los asuntos de orden y seguridad en Irak, y descartó que Alemania pueda desempeñar un papel en el plano militar: "Nosotros no somos parte de esa coalición", apuntó, negando especulaciones de que soldados germanos pudieran participar en alguna misión en el marco de la OTAN. En cambio, recordó que Berlín ya comenzó a prestar ayuda humanitaria apenas terminadas las operaciones bélicas. Y ésta es, por lo visto, la posición que el gobierno alemán se propone mantener, pese a que aumentan los llamados a que también otros países se sumen a la tarea. Por lo pronto, lo fundamental será la actitud que asuma Washington, hasta ahora nada dispuesto a ceder el poder a las Naciones Unidas en Bagdad.

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