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Intereses detrás de la ayuda a Siria: más que buenos vecinos

12 de junio de 2025

Los vecinos de Siria están proporcionando mucha ayuda al país devastado por la guerra. Estos son los intereses detrás del apoyo de Turquía, Arabia Saudita y Estados Unidos.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reúne con el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, busca estrechar lazos con el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa.Imagen: Turkish Presidential Press Service/AFP

Tras la ofensiva rebelde de diciembre de 2024, que derrocó la dictadura de la familia Al Asad, varios Estados vecinos han intervenido para ayudar a Siria.

Se habla mucho de ayuda humanitaria, unidad árabe, desarrollo internacional y seguridad regional. Pero, como en cualquier otra esfera diplomática, la mayoría de los países implicados tienen su propia agenda.

Turquía: el principal ganador

Turquía pareciera ser el principal ganador tras el derrocamiento de Al Asad a manos del grupo rebelde Hayat Tahrir al Sham (HTS).

Desde hace tiempo, este grupo "tiene una estrecha relación de trabajo con Ankara, porque los rebeldes controlaban Idlib, una provincia en la frontera turca en el norte de Siria", dice Asli Aydintasbas, experto del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

En el Gobierno provisional sirio, HTS ha conservado algunos de los ministerios más poderosos como los de Defensa, Exteriores e Interior para sus propios miembros o aliados. Esto coloca al Gobierno turco, que tiene vínculos con el grupo HTS, en una posición de poder.

"Turquía, ante todo, está interesada en la estabilización de Siria a mediano y largo plazo", asegura Sinem Adar, investigador del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad, en declaraciones al Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. "No quiere un Estado fallido en su frontera", explica.

A corto plazo, uno de los principales objetivos de Turquía era contrarrestar a las fuerzas kurdas sirias, que controlaron amplias zonas del noreste de Siria durante la guerra. Turquía las considera aliadas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que libró una violenta lucha armada contra el Estado turco por los derechos de los kurdos, pero a principios de este año anunció el fin de su insurgencia de décadas.

De momento, los kurdos de Siria han aceptado formar parte del Gobierno provisional central dirigido por el HTS y afirman que sus tropas se unirán al nuevo ejército sirio.

También hay oportunidades económicas para Turquía en Siria. El sector de la construcción que se beneficiaría, por ejemplo, de la reconstrucción en Siria.

Tras reunirse con el líder sirio en Arabia Saudita, el presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró dispuesto a levantar parcialmente las sanciones impuestas a Siria. Imagen: IMAGO

Los Estados del Golfo: dinero y poder

Arabia Saudita y Qatar saldaron la deuda de 15,5 millones de dólares de Siria con el Banco Mundial. Qatar pagará, además, unos 87 millones de dólares en salarios a los funcionarios públicos sirios. Asimismo, algunos de los primeros grandes acuerdos de desarrollo de Siria han sido con empresas de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar y Turquía. Los dirigentes saudíes también presionaron con éxito para que se levantaran las sanciones impuestas a Siria.

Los Estados del Golfo buscan "reforzar sus lazos políticos, económicos y de seguridad con Damasco y utilizarlos para abordar cuestiones que les interesan, como el tráfico de la droga captagón y la lucha antiterrorista", escribió recientemente Emily Tasinato, investigadora del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores sobre la región del Golfo.

Para los líderes del Golfo, también es importante llenar el vacío de poder geopolítico surgido tras el fin del régimen de Al Assad.

EE. UU.: ¿una nueva alianza?

Durante la guerra civil, unos 2.000 soldados estadounidenses estuvieron estacionados junto a los kurdos sirios en la lucha contra el grupo extremista Estado Islámico. Si bien unos 500 miembros de las fuerzas norteamericanas ya han abandonado el país, hay informes que aseguran que una delegación militar estadounidense podría acudir pronto a Damasco para llegar a un acuerdo de transición de la presencia estadounidense, antes no autorizada, a una autorizada.

Los observadores también han especulado con la posibilidad de que Estados Unidos asuma un papel aún mayor en Siria en el futuro. Según ellos, esto contrarrestaría la influencia rusa y podría incluso conducir a algún tipo de distensión sirio-israelí.

Irán y Rusia: los perdedores

Ambos países suelen ser descritos como los principales perdedores tras el derrocamiento del régimen de Al Asad, puesto que su presencia en Siria se ha reducido considerablemente.

Los diplomáticos rusos siguen presentes en Siria, Rusia se ha posicionado polémicamente como "protector" de las minorías sirias y también mantiene estrechos lazos económicos con aliados sirios como Turquía y los EAU.

En cuanto a Irán, su "influencia en Siria ya no depende de la supervivencia del régimen de Al Asad", escribe el analista de seguridad egipcio Mohamed ELDoh para el medio estadounidense Global Security Review. Y agrega que "está incrustada en redes paramilitares, infraestructuras ideológicas y cárteles del narcotráfico".

(vt/rml)

 

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