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Más vale prevenir que pagar

8 de enero de 2003

La Comisión Europea urgió a Alemania a tomar medidas para evitar que su déficit presupuestario vuelva a exceder este año el límite del 3%. En Bruselas se consideran "optimistas" las previsiones de crecimiento del 1,5%.

Las finanzas alemanas preocupan al comisario europeo Pedro Solbes.Imagen: AP

El euro goza actualmente de buena salud, por lo menos en lo que concierne a su valor con respecto al dólar. Sin embargo, los encargados de cautelar la estabilidad de la moneda europea están preocupados: las mayores economías de la eurozona muestran inquietantes síntomas de falta de disciplina fiscal.

Esto constituye una amenaza real para el pacto de estabilidad sellado en Maastricht, que estipuló, entre otros puntos, un límite máximo del 3% anual al nuevo endeudamiento fiscal. No ha pasado desde entonces tanto tiempo como para olvidar que Alemania fue precisamente uno de los países que presionó con mayor vehemencia para que se establecieran severos mecanismos de resguardo. El marco era en esos tiempos una de las monedas más sólidas de Europa y la ciudadanía alemana no estaba dispuesta a cambiarlo por una divisa propensa a la debilidad.

Ultimátum para Berlín

Ahora es justamente Berlín el que depara dolores de cabeza a la Comisión Europea. Y ésta no puede quedarse cruzada de brazos. Tras haber puesto en marcha en noviembre pasado un procedimiento de amonestación contra Alemania, por haber acumulado un déficit cercano al 3,75% en el 2002, ahora vuelve a lanzar una seria advertencia. En una declaración que puede interpretarse como un ultimátum, dio plazo a Berlín hasta el 21 de mayo para poner en práctica todas las medidas anunciadas para sanear el presupuesto fiscal.

Todavía no se habla de aplicar la Alemania las millonarias multas previstas para quienes violen el pacto de estabilidad. Sin embargo, la exhortación de Bruselas refleja las dudas en cuanto a que el ministro germano de Hacienda, Hans Eichel, logre cumplir sus promesas de mantener a raya el gasto público y reducir el déficit al 2,75% en el 2003. El escepticismo no es del todo infundado, porque los cálculos de Eichel se basan en previsiones oficiales de crecimiento económico del orden del 1,5% para el año en curso.

Previsiones "optimistas"

Tales proyecciones fueron catalogadas de "optimistas" por el comisario de Finanzas de la EU, Pedro Solbes, quien no descartó que la meta se pueda lograr, pero hizo notar que existen riesgos. Diversos institutos alemanes de investigaciones económicas han corregido ya sus previsiones hacia abajo. Los más pesimistas prevén sólo un crecimiento del 0,6%, mientras otros estiman que podría bordear un punto porcentual. Por otra parte, algunas de las medidas previstas por el gobierno para consolidar su presupuesto -como la eliminación de determinadas exenciones tributarias- requieren la aprobación de la cámara de los estados federados, en la que lleva la voz cantante la oposición conservadora.

Son tiempos difíciles para el ministro Eichel, que debe cumplir sus compromisos con la UE, sin sofocar a punta de ahorro las esperanzas de reactivación económica del país. Aunque no le sirva de consuelo, por lo menos no está solo en la mira de la Comisión de la UE. Bruselas tampoco manifiesta mucha confianza en los casos de Francia, Italia y Grecia. Las mayores alabanzas, en cambio, recayeron en Finlandia, por su "sólida situación presupuestaria". También se llevó aplausos Suecia, un país que aún no se suma al club del euro.

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