Médico alemán bajo sospecha de matar a pacientes con COVID
20 de noviembre de 2020
El médico, de 44 años, que trabajaba en el Hospital Universitario de Essen desde febrero, es sospechoso de haber matado a dos hombres que estaban en cuidados intensivos.
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La policía alemana dijo que había abierto una investigación por asesinato contra un médico de alto rango en la ciudad occidental de Essen por el asesinato de dos pacientes con coronavirus gravemente enfermos con una inyección letal, según las autoridades.
El médico, de 44 años, que trabajaba en el Hospital Universitario de Essen desde febrero, es sospechoso de haber matado a dos hombres, de 47 y 50 años, que estaban en cuidados intensivos con casos muy graves de la enfermedad, dijo este viernes (20.11.2020) la policía de Essen.
Dijeron que el hombre, que fue arrestado el miércoles, había confesado uno de los asesinatos y dijo que quería evitar que el paciente y sus familiares sufrieran más.
Inyección letal
El diario Bild informó que el médico había informado a las familias de los pacientes antes de matarlos con una inyección letal.
Los pacientes enfermos pueden solicitar ayuda para acabar con sus vidas en Alemania en virtud de un fallo judicial emitido el año pasado, pero no estaba claro si esto había sucedido en el caso del médico.
El hospital de Essen dijo que el médico había sido suspendido y que estaba ayudando a la policía con sus investigaciones.
FEW (Reuters, Der Spiegel, Bild)
Veganos, ultraderechistas y teóricos de la conspiración protestan en Berlín
Numerosos grupos se congregaron en el centro de la capital alemana para expresarse contra las restricciones impuestas por las autoridades para controlar la pandemia del coronavirus.
Imagen: Christian Mang/REUTERS
Berlín, centro de atención
Mientras en el Bundestag se debatía una reforma a la Ley de Protección contra las Infecciones, para dar sustento legal a las restricciones impuestas por las autoridades para frenar el avance del coronavirus, a pocos metros se congregaban miles de personas. Éstas no querían festejar la toma de medidas, sino criticar lo que algunos consideran decisiones políticas que coartan la libertad.
Imagen: Fabrizio Bensch/REUTERS
"Con mi Constitución no se metan"
Frente a la Puerta de Brandeburgo, uno de los hitos turísticos de la capital alemana, se reunieron enemigos de las medidas de cierre, negacionistas, teóricos de la conspiración, ultraderechistas y hasta animalistas. Todos ellos sostienen que las restricciones son excesivas. Y algunos piensan que el virus no existe y que todo es una enorme farsa para cambiar la Constitución alemana.
Imagen: Paul Zinken/dpa/picture alliance
Miles de personas
"Despierten", dice el letrero. Muchos piensan que la pandemia es un invento que tiene otros oscuros fines, que varían según el grupo (imponer una dictadura, obligar a las pequeñas tiendas a cerrar, etc). Al principio la manifestación fue pacífica, pero cerca del mediodía hubo algunos altercados. La Policía pidió a a las personas que se dispersaran: nadie usaba mascarilla ni mantenía la distancia.
Imagen: Christoph Soeder/dpa/picture alliance
"Merkel debe irse"
La Policía, que desplegó unos 2.000 agentes en el centro de Berlín, intentó en vano que la manifestación se disperasara. Tras varios intentos, se decidió usar la fuerza, aunque contenida. Los agentes señalaron que no era posible una acción mayor, pues había muchos niños en la protesta. Algunos manifestantes exigían la renuncia de la canciller Angela Merkel.
Imagen: Fabrizio Bensch/REUTERS
Libertad para los animales
La variedad de demandas era amplia. Esta persona, por ejemplo, pide libertad para los animales y llama a unirse al movimiento vegano. También había locatarios que se han visto afectados por el cierre temporal de sus negocios. La Policía advirtió antes de la marcha que este tipo de protestas son instrumentalizadas por grupos de ultraderecha, que llevan agua a su propio molino.
El sitio web del periódico Der Tagesspiegel asegura que en la convocatoria a la manifestación hubo llamados explícitos a llevar niños, para evitar que la Policía actuara con medidas más extremas para dispersar a los reunidos. Entre los presentes en la manifestación había importantes miembros de los partidos de ultraderecha AfD (Alternativa para Alemania) y NPD, cercano al nazismo.
Imagen: Andreas Rabenstein/dpa/picture alliance
"Ley habilitante"
Algunos manifestantes aseguran que se busca introducir cambios legales que permitan al Estado inmicuirse en la vida de las personas y hablan de la imposición de una "dictadura", llegando incluso a comparar las reformas legales para combatir la pandemia con la "Ley habilitante" de 1933 que derivó en el régimen dictatorial de Adolf Hitler. En la foto, una joven alza una cruz ante la Policía.
Las autoridades justificaron el uso de cañones de agua. La viceportavoz del Gobierno, Ulrike Demmer, recordó que los manifestantes no cumplían con las reglas de higiene y distancia, ambas medidas que consideró "irrenunciables". Agregó que si no se respetan esas normas, no se puede protestar. El ministro de Salud, Jens Spahn, justificó los cambios legales, pues "la salud tiene un peso superior".
Imagen: Fabrizio Bensch/REUTERS
Gas pimienta
El portavoz de la policía berlinesa dijo que los cañones de agua no fueron disparados directamente a la gente, sino rociados para no afectar a los niños. El gas pimienta, sin embargo, sí fue lanzado contra los adultos que se negaban a obedecer las instrucciones. Más de 100 personas fueron detenidas durante la operación para dispersar la manifestación.