Médicos alemanes y estadounidenses tratarán a Liu Xiaobo
5 de julio de 2017
China cursará invitaciones para que especialistas internacionales se unan al equipo médico local que trata al disidente y preso político más eminente y conocido del país.
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Las autoridades chinas permitirán que médicos de Estados Unidos, Alemania y otros países ayuden al equipo sanitario local que trata al disidente y Nobel de la Paz Liu Xiaobo, ingresado en un hospital del norte de China por un cáncer terminal. La Oficina de Justicia de la ciudad de Shenyang, en la que Liu se encuentra, informó este miércoles (05.07.2017) en un comunicado de su página web que el hospital "invitará a China a los médicos internacionales más renombrados de Estados Unidos, Alemania y otros países", a petición de la familia. Aunque no se especifica a qué especialistas se va a invitar ni cuándo podrán unirse al equipo médico local.
El escritor, intelectual y preso político más eminente de China, de 61 años, es uno de los disidentes más destacados del país y fue excarcelado recientemente debido a un cáncer de hígado terminal tras pasar casi nueve años en prisión. Las autoridades chinas se negaron a que el opositor saliera del país para recibir tratamiento médico en el extranjero, como pedía su familia.
Liu Xiaobo, condenado en 2009 a once años de prisión por subversión, fue trasladado desde la cárcel a un hospital de Shenyang a finales de mayo o principios de junio (la fecha exacta no ha sido confirmada) y desde entonces ha sido atendido por oncólogos chinos, bajo la estricta vigilancia de las autoridades.
Para la familia y amigos de Xiaobo, la invitación a especialistas internacionales es una buena noticia, ya que podrá saberse el alcance real de la enfermedad y el estado en que se encuentra realmente el disidente; pero no oculta que se esté privando al enfermo de elegir dónde quiere ser tratado. Además, se quejan de que la comunicación con Xiaobo es estrictamente supervisada por las autoridades.
LGC (EFE/AP)
Ai Weiwei: el arte tiene la palabra
Imagen: picture-alliance/CTK/V. Roman
Los primeros años
Con acciones provocadoras. Así comenzó Ai Weiwei su carrera artística. En 1979 funda en Pekín con otros artistas el grupo "Stars". Un corto episodio de vanguardia china, con protestas, lecturas públicas y performances. La creciente presión política hace que el grupo se disuelva en 1983. Para entonces Ai Weiwei vive ya desde hace dos años en su exilio neoyorquino, y estudia arte y cine.
Imagen: Studio Ai Weiwei
Arte como protesta
En "Dropping a Han Dynasty Urn" Ai Weiwei deja caer una urna de la dinastía Han. Un acto de destrucción en la que el artista tira al suelo un valioso jarrón de 2000 años de antigüedad. La protesta en 1995 va dirigida contra la destrucción del legado cultural chino. La acción queda recogida en un tríptico en blanco y negro. Una obra icónica, provocadora.
Imagen: Studio Ai Weiwei
El salto internacional
En 2007, la Documenta 12 lanza a la fama a Ai Weiwei de la noche a la mañana. Para su happening "Fairytale" envía a Kassel a 1001 chinos. Sin embargo aún más conocida es su obra "Template". La instalación de puertas y ventanas de casas antiguas, que desaparecieron a causa del boom inmobiliario chino, se derrumba a causa de una tormenta. A Ai Weiwei le gusta esta obra desmoronada.
Imagen: Studio Ai Weiwei
Arrepentimiento tardío
Ai Weiwei diseña, junto a los arquitectos Herzog & de Meuron, el nuevo estadio olímpico de Pekín, el "Bird’s Nest" para los Juegos de 2008. Un trabajo del que el artista y arquitecto se arrepentirá más tarde. Reconoce haberse dejado instrumentalizar para la propaganda del gobierno chino. Y lamenta que se oprima a la población, mientras se celebra oficialmente la nueva apertura china al mundo.
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Denuncia muda
En 2010, Ai Weiwei reviste la fachada del museo Haus der Kunst de Múnich con 9.000 carteras escolares. Desde lejos se puede leer: "Durante siete años vivió feliz en este mundo”. Ai recuerda aquí a los más de 5.000 niños muertos en 2008 en un terremoto, que derrumbó muchas escuelas en Sichuan. Al parecer la corrupción y la mala construcción fueron las causas del desplome de los edificios.
Imagen: Ai Weiwei
Al borde de la muerte
En 2009 Ai Weiwei está a punto de morir. Tiene que ser operado en Múnich debido a una trombosis cerebral. Una secuela de los maltratos de la policía china, que poco antes lo había arrestado en Sichuan. Entonces, Ai Weiwei se disponía a declarar en el juicio contra el activista Tan Zuoren. Se discutía la responsabilidad del gobierno en el desplome de las escuelas durante el terremoto.
Imagen: picture-alliance/dpa
Ai Weiwei polariza
Para sus admiradores es uno de los más relevantes artistas políticos de nuestro tiempo. Para sus detractores, su obra es demasiado estridente. Cámaras de vigilancia de mármol, una reconstrucción detallada de su celda, la crítica a China, la vigilancia, el consumo, la corrupción, la ciega confianza en el progreso: Ai Weiwei no es sutil, va al grano en muchos temas.
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¿Dónde está Ai Weiwei?
En 2010, en el museo Tate Modern de Londres se pueden contemplar 100 millones de semillas de girasol, realizadas a mano, en porcelana. Simbolizan la contraposición del individuo a la masa, y la producción en serie "made in China". El 3 de abril de 2011, Ai Weiwei es detenido en Pekín cuando quiere salir del país. La muestra se convierte en espacio de protesta para pedir la liberación del artista.
Imagen: Studio Ai Weiwei
¿Arte con Lego?
En 2015 Ai hace un enorme pedido de piezas Lego para la exposición en Melbourne "Andy Warhol/Ai Weiwei". Quiere realizar retratos de defensores de los derechos humanos con las piezas de Lego. Pero la empresa le deniega la venta, porque no quiere apoyar proyectos políticos. Los seguidores de Ai hacen un llamamiento en internet. Y Ai Weiwei recibe un aluvión de piezas de Lego desde todo el mundo.
Imagen: DW/Eva Mehl
La voz de los refugiados
Desde que en 2015 se firmara un tratado para la distribución de refugiados en Europa, la República Checa solo ha acogido a doce refugiados, que llegaron a las costas de Grecia. Y precisamente en Praga, Ai Weiwei exhibe en 2017 una escultura, en recuerdo a las decenas de miles de migrantes ahogados en el Mediterráneo. Muchos checos ven la muestra como una provocación.