Para protestar contra la política de aislamiento de la UE, Médicos Sin Fronteras renunció a los fondos del bloque comunitario. Según la organización, la política de inmigración europea tiene efectos devastadores.
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En un intento por sentar precedente, la organización de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció que no solicitará más recursos de la Unión Europea y sus países miembros, debido a su fallido manejo de la crisis de refugiados. Este viernes (17.06.2016), un portavoz de MSF dijo en Bruselas que la política migratoria del bloque comunitario tiene efectos devastadores para grupos vulnerables, como mujeres embarazadas, niños y menores que viajan solos.
Según el presidente de Médicos Sin Fronteras en Alemania, Florian Westphal, la política de refugiados busca mantener alejadas de Europa a las personas necesitadas. “Constatamos que hay una política de aislamiento tanto en la UE como en Alemania, su país líder. Esto nos preocupa, porque ya no se intenta garantizar la protección de personas que huyen de la guerra y la persecución”.
Europa quiere impedir migración
Hasta ahora, la organización humanitaria recibía anualmente más de 50 millones de euros de parte de las instituciones comunitarias y los países miembros. Es decir, también de Alemania. MSF explicó que tampoco solicitará más recursos al Ministerio de Relaciones Exteriores de Berlín.
También la presidenta de Médicos Sin Fronteras en Bélgica, Meinie Nicolai, se queja de que la política comunitaria provoque gran sufrimiento a personas en busca de protección: “Trabajamos para los refugiados. Vemos que están sanos cuando emprenden la huida y que se enferman en el viaje. Y es que Europa hace todo para impedir la inmigración”.
Un acuerdo “vergonzoso”
Ya hace tiempo, la organización criticó sobre todo el acuerdo de refugiados entre la UE y Turquía, calificándolo de “vergonzoso”. Como consecuencia, actualmente, más de 8.000 refugiados están varados en las islas griegas. En opinión de Florian Westphal, el acuerdo UE-Turquía “anula el derecho fundamental de las personas a buscar refugio ante los conflictos”.
MSF también advierte que los países del bloque comunitario son responsables de que más de 100.000 personas estén atrapadas en el norte de Siria a pocos kilómetros del frente contra el llamado Estado Islámico.
Según informaciones de la organización humanitaria, MSF atiende a refugiados y expulsados en más de 40 países, por ejemplo en Grecia, Italia y, con ayuda de barcos de rescate, en el Mar Mediterráneo. La organización subraya que no pretende dictar quién se pueda quedar en Europa y por cuánto tiempo.
No obstante, dice que es importante abrir rutas de migración legales para que las personas no tengan que arriesgar sus vidas. Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania lamentó la decisión de Médicos Sin Fronteras y agregó que respeta el trabajo que realiza la organización humanitaria.
Inusual campo de refugiados en Grecia
En la península griega del Peloponeso existe un inusual albergue para refugiados. Myrto Papadopoulos fue hasta allí para conocerlo de primera mano.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Conexión con el exterior
Un adolescente navega al atardecer por Internet. Los celulares inteligentes suponen en la mayoría de los casos la única conexión de los refugiados con el mundo exterior.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Equipamiento básico
Estos bungalows alojan a ocho personas en dos dormitorios. En cada casa hay un cuarto de aseo y una cocina pequeña equipada con una cocinilla de camping y un fregadero, pero no hay agua caliente ni frigorífico.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Descansando
Ranee Mousa, de 27 años, posa con su bebé de 8 meses, nacido en Siria poco antes de que Renee y su esposo huyeran hacia Grecia.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Momento de paz y tranquilidad
Mujeres del campo llevan de paseo a un grupo de niños por las afueras del pueblo de refugiados. Antes de que comience la temporada turística en junio, los alrededores de Myrsini son relativamente tranquilos y poco frecuentados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Reflexionar sobre el futuro
Un grupo de hombres charla durante la puesta de sol en la playa a las afueras del campo de refugiados. En el campo viven menos de 60 hombres acompañados por sus mujeres e hijos.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un hogar lejos de casa
Mujeres y niños sentados bajo la luz del atardecer frente a los bungalows turísticos. En total, hay 340 habitantes en el pueblo, 209 de ellos tienen menos de 18 años y 69 son mujeres.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Vida de familia
Una mujer siria posa frente a su alojamiento con su bebé de 6 meses en brazos. Algunas mujeres del campo que ya tienen niños pequeños están de nuevo embarazadas.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Una bendición para la economía local
Tarek Alfelou acude junto a sus hijos Wedad, de 11 años, y Ziad, de 7, al pequeño supermercado de Myrsini, situado a una media hora a pie del campo. La ciudad ha experimentado un pequeño auge económico gracias a las compras de los refugiados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un rostro conocido
El alcalde de la ciudad de Andravida, Nabil-losif Morant, procede de Siria. Asegura no ser el único alcalde de origen no griego en Grecia y que la idea del campo fue suya. El consejo municipal la aprobó de forma prácticamente unánime.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Cultivo de fresa
Un trabajador de Bangladés en su granja de fresas, situada cerca del campo de refugiados. Muchos trabajadores de las granjas de la región son migrantes del sur de Asia sin papeles válidos. Durante la temporada de recogida de la fresa, reciben entre 22 y 25 euros por ocho horas de trabajo.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Ayuda local
Giorgos Aggelopoulos es un habitante de Myrsini que colabora como voluntario en el campo de refugiados y ha trabado amistad con algunas de las familias. Asegura que la oposición de la gente contra el pueblo de refugiados ha amainado considerablemente después de que los habitantes vieron que se trataba, sobre todo, de familias con niños.