México: amputan a varias personas por cuentas pendientes
18 de octubre de 2016
Un escarmiento por una deuda de drogas fue la causa de que seis personas aparecieran heridas con las manos amputadas cerca de Guadalajara. La vendetta habría tenido lugar entre bandas del cartel Jalisco Nueva Generación.
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Según la fiscalía del estado de Jalisco, los mutilados, entre ellos una mujer, fueron encontrados en Tlaquepaque, un municipio turístico de artesanos aledaño a Guadalajara, 550 kilómetros al noroeste de Ciudad de México. Además, un hombre, que lideraba al grupo, apareció muerto en el mismo sitio.
El fiscal Eduardo Almaguer dijo en una conferencia de prensa que se trató de "un ajuste entre diversas células de un mismo grupo delictivo". Dos personas fueron detenidas.
Las víctimas tienen antecedentes penales por robo y distribución de drogas. Según los detenidos, la dantesca venganza tuvo la finalidad de castigarlos por un pago pendiente, además de mandar una advertencia a otros vendedores de droga.
Venta de drogas y escarmiento
"Sus declaraciones son en el sentido, primero, de que no cubrieron un pago que correspondía a la venta de drogas y, segundo, para generar un escarmiento y, con palabras textuales, terror entre quienes se dedican a esta actividad y de esa manera, diríamos, no estén dejando de cumplir con sus obligaciones", dijo Almaguer.
La amputación de partes del cuerpo es un método de terror de organizaciones criminales en México, pero las víctimas casi siempre aparecen muertas. Este caso fue inusual porque se las mantuvo con vida. En el sitio se halló una cartulina firmada por un supuesto "Grupo Elite Anti-ratas". El nombre "rata" se usa en México para referirse a los ladrones.
Almaguer dijo después en una entrevista con Radio Fórmula que estuvieron involucradas distintas bandas del grupo mafioso Jalisco Nueva Generación, la organización dominante en la zona.
JOV (dpa, efe)
Alcaldes en México: de cara al peligro (08.2016)
Alcaldes y funcionarios municipales en México viven en peligro, algunos por combatir el crimen, otros, por participar.
Imagen: Getty Images/Spencer Platt
Decenas de muertes
Organizaciones como la Asociación de Autoridades Locales de México y la Asociación Nacional de Alcaldes calculan entre 79 y 84 funcionarios municipales o locales muertos de manera violenta entre 2006 y agosto de 2016. La lista incluye alcaldes en funciones, exalcandes, regidores y síndicos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/P. Spencer
Casos diversos
El caso más reciente al 3 de agosto de 2016 es el de José Santamaría Zavala, alcalde de Huehuetlán El Grande, en el estado de Puebla. Santamaría ya había sufrido un atentado en 2015 y logró sobrevivir. Pero ahora fue emboscado y acribillado. Una de las líneas de investigación apunta al robo de la nómina del municipio como motivo del asesinato.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cortés
El violento Guerrero
Días antes, el 22 de julio de 2016, un comando armado dio muerte al alcalde de Pungarabato, Guerrero, Ambrosio Soto Duarte. “Mataron a mi primo, estoy amenazado por la delincuencia organizada”, había escrito Soto en su cuenta de Twitter. Tras el crimen, 63 alcaldes de Guerrero solicitaron urgentemente reforzar la seguridad en el turbulento estado mexicano.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/D. T. Adame
La respuesta de la sociedad
Crímenes contra alcaldes han desatado protestas ciudadanas en México. En muchos municipios, corrupción y delincuencia organizada mantienen a la ciudadanía como víctima entre las pugnas de distintos grupos de interés. La sociedad pide mayor seguridad para sí y para los funcionarios honestos.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Fregoso
Lucha que cuesta la vida
Uno de ellos era al alcaldesa de Temixco, Gisela Mota Ocampo. Ella había prometido luchar contra la criminalidad organizada que campea en ese municipio del estado de Morelos. Pero solo se mantuvo unas horas en el cargo. Un comando ingresó en su casa y asesinó a la funcionaria de 33 años.
Imagen: Reuters/Stringer
Familias y muerte
Aidé Nava (a la izquierda en la foto), en cambio, ni siquiera pudo llegar a la alcaldía de Ahuacuotzingo, también en el estado de Guerrero. Siendo candidata a ocupar ese puesto, fue brutalmente asesinada como advertencia del crimen organizado a "los políticos que no se quieran alinear". El esposo de Nava, exalcalde de Ahuacuotzingo (der.), también fue asesinado en 2014.
Imagen: picture-alliance/epa/Luis de la Cruz
Alcaldes victimarios
No todos los alcaldes mexicanos son ejemplo de honradez al grado de arriesgar la vida. El caso de José Luis Abarca, exalcalde de Iguala, Guerrero, le dio la vuelta al mundo junto con la noticia de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.
Junto con su esposa, María de los Ángeles Pineda (der.), Abarca fue vinculado a grupos delincuenciales como Los Rojos. Después de darse a la fuga, la pareja fue detenida en la ciudad de México y actualmente se encuentra en prisión. Algunas versiones indicaban que Abarca y Pineda dieron órdenes de detener y quizá ajusticiar a los estudiantes de Ayotzinapa, en connivencia con Los Rojos.
Imagen: picture-alliance/dpa
¿Licencia para ajusticiar?
Más reciente es el caso del alcalde del municipio de Álvaro Obregón, Michoacán, Juan Carlos Arreygue. Es señalado por familiares de víctimas como quien ordenó al subdirector de la Policía Municipal y a tres agentes la detención de diez hombres que luego aparecieron calcinados en una zona agrícola.
Imagen: picture-alliance/ZUMA Press/u78
Sin distingo de partido
Casos como el de Abarca-Pineda y Arreygue parecen ser aún la excepción, en un país con más de 2.400 municipios. Los alcaldes que han sido asesinados por oponerse al crimen organizado o por otra circunstancia son de todos los partidos políticos.