Cada año, millones de personas peregrinan hacia la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México, a fin de rendirle honores a la santa patrona de ese país: la Virgen de Guadalupe. El culto nació hace siglos, cuando en el Monte del Tepeyac, el indígena Juan Diego atestigüó apariciones de la virgen. Juan Diego, hoy santo, fue canonizado el 31 de julio de 2002.

Según la tradición, Juan Diego habló con la virgen en idioma autóctono. Ella le pidió que intercediera para la construcción de un templo. Incrédulo, el obispo responsable le pidió a Juan Diego una prueba de la aparición. En una segunda aparición, la virgen pidió a Juan Diego llevar al obispo rosas envueltas en su "tilma". Cuando Juan Diego mostró el lienzo, éste lucía la imagen de la virgen.

Esa misa "tilma" es la que aún se exhibe en el altar de la Basílica de Guadalupe. Dada la cantidad de visitantes a lo largo de todo el año, el público no puede detenerse a observar la imagen. Es transportado en una banda móvil que regula el paso de la multitud.

La segunda aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego ocurrió el 12 de diciembre de 1531, dice la tradición. Por ello, la fecha es dedicada cada año a festejar a la santa patrona de México. Miles de visitantes llegan con anticipación, y pernoctan para cantar a la virgen, a primera hora del 12 de diciembre, las tradicionales "Mañanitas".

El 12 de diciembre también es fecha de las tradicionales "mandas": peticiones que las personas hacen para mejorar su vida o superar adversidades. La "manda" a la virgen se solicita peregrinando de rodillas o realizando otros actos de penitencia.

Según cifras oficiales, en 2016 visitaron la Basílica de Guadalupe más de siete millones de personas a lo largo de la semana. 5.229 personas debieron ser atendidas por problemas médicos y tras la peregrinación fueron retiradas casi 1.100 toneladas de basura. Pese a la gran cantidad de personas, la festividad transcurrió sin mayores incidentes.

En México, cerca del 80 por ciento de la población se reconoce como practicante de la religión católica. Pero hace algunos años, dicho porcentaje rondaba el 90 por ciento. La pérdida se debe en parte al ascenso de iglesias de corte pentecostal. Sin embargo, el culto a la Virgen de Guadalupe parece resintir poco esta aparente pérdida de fieles católicos.

Independientemente de las celebraciones del 12 de diciembre, la imagen de la Virgen de Guadalupe es una presencia frecuente en las calles mexicanas. Pero es en el día dedicado a la virgen cuando más visible se torna.