Sin una estrategia del Gobierno para proteger a los ciudadanos y con una sociedad anestesiada, las fronteras del crimen organizado desaparecieron en México y la violencia pasó a ser terrorismo, opina Anabel Hernández.
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La presión ejercida por el narcotráfico y la corrupción acumulada durante décadas en México, gracias a la tolerancia del entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), y a una sociedad sin anticuerpos que se habituó a la presencia de corruptos y narcos como si fueran parte del paisaje natural, ha provocado una fisura profunda que desquebraja las instituciones y el tejido social.
Aunque el problema mexicano se hizo visible para la comunidad internacional por los altos índices de violencia, particularmente en los últimos años, en realidad lo que sucede en México es un largo proceso de descomposición política, económica y social, que debe al menos servir como ejemplo a otras naciones y sociedades.
En los últimos 18 años, México ha sido fuertemente sacudido por episodios que corresponden a países en guerra declarada y que, en cualquier otro contexto, habrían sido reprobados por la comunidad internacional, y habrían movilizado a la ciudadanía para exigir a las autoridades poner fin a la violencia y la perversa impunidad que la acompaña.
La complicidad e inacción de las autoridades ha provocado que, en el contexto de disputa entre los carteles de la droga para intimidar a sus rivales y a la sociedad, poco a poco, los límites de su violencia se fueran moviendo hasta pasar a ser terrorismo.
Si alguien pudiera decir cuándo comenzó a romperse con claridad la frontera entre una cosa y otra, yo diría que fue en septiembre de 2006, cuando en una discoteca de Uruapan, Michoacán -al suroeste de México-, aparecieron cinco cabezas humanas rodando en la pista de baile. Medios de comunicación nacionales e internacionales dieron cuenta del salvaje episodio. El evento ocurrió como parte de la guerra entre la organización criminal de La Familia Michoacana y el llamado Cartel del Milenio. El rostro de la barbarie mostraba una nueva faceta para infundir miedo, no sólo al grupo criminal rival, sino a la sociedad en general. Nunca antes se había visto algo similar, aun cuando la guerra entre los diversos carteles de la droga tiene sus inicios en México alrededor del 2002.
Dos años después, el 15 de septiembre de 2008, en Morelia, en la tradicional fiesta popular de inicio de la lucha por la Independencia de México, detonaron dos granadas en una plaza pública. Tres personas murieron y más de 132 resultaron heridas, muchas de ellas perdieron diversas extremidades del cuerpo.
La violencia ejercida ante las autoridades y la sociedad, ambos inmóviles, continuó su dinámica hasta que su constante presencia fue cambiando las dinámicas sociales en México. Vivir con miedo comenzó a ser algo normal. Muertos y desaparecidos fueron engrosando las estadísticas oficiales, pasando de lo extraordinario a lo habitual.
En agosto de 2010, "58 hombres y 14 mujeres -la mayoría centroamericanos pero también ecuatorianos, brasileños y un indio- vestidos con gorras de béisbol y ropa desgastada, yacían formados en fila maniatados. Estaban ensangrentados y golpeados con un nivel de saña similar a la ejercida por el ISIS", describió el periódico español El País, sobre la masacre de migrantes perpetrada por el grupo criminal Los Zetas, en San Fernando, Tamaulipas, al noroeste de México, a pocos kilómetros de la línea fronteriza con Estados Unidos. Hasta ahora, no hay ninguna persona sentenciada por ese crimen. En 2016, el Colegio de México, una de las instituciones de investigación académica más prestigiadas de México, publicó un informe en el que afirmaron que, en San Fernando, al menos 36 policías trabajaban para Los Zetas.
El crimen organizado en México impuso nuevos parámetros al horror. En 2014, 43 muchachos de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, desaparecieron en un operativo conjunto entre militares, policías federales, policías estatales y municipales. Gracias a las familias de esos jóvenes y a su protesta inmediata, el caso mantuvo en jaque al Gobierno de México por al menos dos años. La historia de los jóvenes hijos de campesinos, idealistas, pobres entre los pobres, conmovió al mundo hasta que su ausencia se hizo costumbre. Los ciudadanos comunes regresaron a sus casas, a su propio infierno personal, y el Gobierno logró alterar todas las pistas que pudieran ayudar a responsabilizar penalmente a los responsables.
El 17 de octubre pasado, una pequeña facción del Cartel de Sinaloa tomó calles de Culiacán, Sinaloa, capturó algunos rehenes, y obligó así al gobierno de México a liberar a Ovidio Guzmán López, quien tiene orden de arresto en Estados Unidos por tráfico de drogas y había sido exitosamente capturado. El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que el Estado mexicano fue superado y, para "salvar vidas", tuvieron que dejarlo ir.
Cuando esto ocurrió, señalé que la claudicación del Gobierno tendría consecuencias graves para la sociedad mexicana. Cuando la autoridad se rindió, las vidas que dijo haber salvado, se multiplicaron por muchas otras que deja declaradamente a merced del narcotráfico. Ciento veinte millones de mexicanos quedan así secuestrados oficialmente por el crimen organizado.
Las fronteras del crimen organizado en México desaparecieron y la violencia pasó a ser terrorismo. Es así que, el 4 de noviembre pasado, ocurrió el indescriptible y doloroso episodio de la familia mormona LeBarón: tres mujeres y seis niños, dos bebes y otros cuatro menores, fueron masacrados en el norte de México, en los límites entre los estados de Sonora y Chihuahua, dominados por el crimen organizado desde hace más de 20 años, por ser un paso estratégico para el cruce de drogas a Estados Unidos. Otros ocho niños lograron escapar de la masacre, la mayoría corriendo solos en el desierto.
La brutal violencia cotidiana, fosas clandestinas aquí y allá, decenas de policías asesinados en un mes, ejecuciones sumarias por parte de la autoridad, han anestesiado a tal punto a la sociedad mexicana y a las autoridades, que dos días después de los hechos, el presidente de México, quien hasta la fecha no ha ido al lugar donde ocurrió la inadmisible masacre de mujeres y niños ni se ha reunido con los familiares sobrevivientes, apareció sonriente abrazando al pitcher mexicano José Urquidy, a quien el mandatario -cuyo hobby es el béisbol- describió como "tremendo beisbolista".
Sin estrategia del Gobierno para proteger a los ciudadanos, e imponer el orden y la justicia, lo cual es la razón de ser de un gobierno democrático; y con la sociedad mexicana anestesiada, resulta imposible revertir solos el terrorismo impuesto por el crimen organizado.
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La cronología del Caso Ayotzinapa
En el aniversario del ataque a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, DW presenta los acontecimientos más importantes relacionados con el caso en una fotogalería.
Imagen: picture-alliance/dpa/Lenin Ocampo Torres
La noche del ataque
Iguala, Guerrero. En la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de la localidad de Ayotzinapa, son emboscados mientras iban en varios autobuses que habían retenido. Indicios y testimonios apuntan a que policías municipales, en colaboración con bandas criminales, perpetraron los ataques.
Imagen: picture-alliance/AP/Moises Castillo
Se enciende la protesta
27.09.2014. Como consecuencia del ataque, 43 estudiantes normalistas desaparecen, y se presume que han sido asesinados. De inmediato, familiares de las víctimas y grupos estudiantiles comienzan una serie de protestas, exigiendo que los jóvenes aparezcan con vida. Dos días más tarde, el 29 de septiembre, 22 policías municipales son detenidos en relación con estos hechos.
Imagen: Reuters/Jorge Dan Lopez
La PGR atrae el caso
04.10.2015. La Procuraduría General de la República (fiscalía mexicana) atrae las investigaciones del caso, que queda en manos de la dependencia federal. En menos de 20 días son detenidas otras 52 personas, entre ellas, el líder del grupo criminal "Guerreros Unidos", Sidronio Casarrubias. En la imagen, el entonces procurador Jesús Murillo Karam.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Guzman
Presuntos implicados
10.2014. Según la PGR, Sidronio Casarrubias, líder de "Guerrero Unidos", señala a María de los Ángeles Pineda, esposa del alcalde de Iguala, José Luis Abarca (ambos en la foto), como cómplice de actividades criminales. El síndico y el secretario de Seguridad de Iguala, Felipe Flores, también habrían participado en actividades ilícitas, de acuerdo con la misma fuente.
Imagen: picture-alliance/dpa
Fosas clandestinas
04.10.2014. Fuerzas federales hallan seis fosas clandestinas en las afueras de la ciudad de Iguala. En un principio se presume que los restos corresponden a los 43 estudiantes desaparecidos.
Imagen: Reuters
Marcha global
08.10.2014. Organizaciones civiles y familiares de los desaparecidos convocan a una gran marcha nacional e internacional. Exigen claridad en la investigación y, sobre todo, resultados. En la imagen, la movilización frente a la embajada mexicana en Buenos Aires.
Imagen: Reuters
Queman Palacio de Gobierno
13.10.2014. Manifestantes acuden a la sede del gobierno de Iguala para demandar de nuevo la localización de los estudiantes desaparecidos, y protestar contra las autoridades locales. Incendian el edificio gubernamental y causan destrozos en el mismo.
Imagen: AFP/Getty Images
Versión de Solalinde
20.10.2014. El padre Alejandro Solalinde, defensor de los derechos de migrantes, revela una versión contada por testigos, según la cual los 43 estudiantes de Ayotzinapa habrían sido asesinados y calcinados. No proporciona pruebas.
Imagen: AP
Implican a Abarca y Pineda
22.10.2014. La PGR presenta cargos contra José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, como probables responsables de la desaparición y posible asesinato de los 43 normalistas. El alcalde de Iguala y su esposa se encuentran "ilocalizables" en ese momento.
29.10.2014. Más de un mes después de ocurrida la tragedia, el presidente Enrique Peña Nieto se reúne con familiares de los estudiantes desaparecidos. Tras varias horas de encuentro a puertas cerradas, ambas partes firman un acuerdo de diez puntos, entre los que destaca la formación de una comisión mixta que audite las investigaciones realizadas por la PGR. Esto no acaba con las protestas.
Imagen: Reuters/Henry Romero
Detenidos
04.11.2014. Tras unas semanas de permanecer prófugos, el alcalde de Iguala y su esposa son detenidos en Iztapalapa, Distrito Federal. El operativo se realiza sin violencia, y la TV muestra imágenes de la pareja, en aparente calma, en el momento en que es detenida.
Imagen: Y. Cortes/AFP/Getty Images
Fuego en Palacio Nacional
08.11.2014. Unos 20 manifestantes encapuchados derriban las vallas de seguridad de los alrededores del Palacio Nacional, sede del Ejecutivo mexicano, y prenden fuego a la puerta principal del histórico edificio. Los disturbios se registran al finalizar una multitudinaria marcha para exigir el retorno con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.
Imagen: AFP/Getty Images/O. Torres
"Ya me cansé"
07.11.2014. En procurador Jesús Murillo Karam ofrece una conferencia de prensa e informa que, según testimonios y confesiones recabados, los estudiantes habrían sido asesinados e incinerados en la fosa de un basurero de Cocula, cerca de Iguala. Al final de dicha conferencia pronuncia su famosa frase "ya me cansé", que prende aún más la indignación.
Imagen: picture-alliance/dpa/Mario Guzman
Primer identificado
06.12.2014. Peritos forenses argentinos que trabajan en la identificación de los restos encontrados cerca de un depósito de basura en Cocula determinan que una de las piezas que llegaron a sus manos pertenece a Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre en Iguala, estado de Guerrero.
Imagen: picture-alliance/dpa/Gutierrez
Alemania, consternada
20.01.2015. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, manifiesta la "consternación" de Alemania por el crimen de los estudiantes y asegura a su homólogo mexicano, José Antonio Meade, que Berlín "ayudará en el esclarecimiento de lo ocurrido en la medida de los posible, por ejemplo en la identificación de las víctimas".
Imagen: picture-alliance/AP/M. Sohn
La "verdad histórica"
27.01.2015. Murillo Karam comparece de nuevo ante la prensa y da a conocer las conclusiones de la investigacion realizada por la PGR. Según la que llamó "verdad histórica", los normalistas fueron asesinados por la banda Guerreros Unidos al ser confundidos con miembros de un cartel rival. Los restos de los estudiantes, dijo, fueron incinerados en el basurero de Cocula.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cruz
Expertos independientes
01.03.2015. Como resultado del acuerdo entre el gobierno y los padres de las víctimas, el primer día de marzo viaja a México el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) formado por la CIDH, para iniciar sus trabajos sobre el caso Iguala.
Imagen: REUTERS/H. Romero
Elecciones intermedias
07.06.2015. Más de 83 millones de mexicanos están convocados a las urnas para elegir 1.996 cargos, incluidos 500 diputados federales y los gobernadores de nueve estados, entre ellos Guerrero. En los días anteriores, manifestantes y policías resultaron heridos en un enfrentamiento de las fuerzas de seguridad con familiares de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala.
Imagen: Getty Images/AFP/P. Castellanos
Desencuentro
17.08.2015. Los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que investigan la desaparición de 43 estudiantes en México anuncian que no entrevistarán a los militares del Batallón 27 ante la imposición de hacerlo por escrito.
Imagen: DW/M. Estarque
Cuestionan la "verdad histórica"
06.09.2015. El grupo de expertos independientes designado por la CIDH que investiga la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, dice que la versión oficial entregada por la fiscalía, que asegura que los jóvenes fueron asesinados y sus restos quemados en el basurero que aparece en la foto, es imprecisa. Aparece el tráfico de heroína como posible línea de investigación.
Imagen: Reuters/Henry Romero
Detienen a "El Gil"
17.09.2015. Medios mexicanos informan de la detención de Gildardo López Astudillo, jefe de sicarios del grupo criminal Guerreros Unidos, quien habría jugado un papel clave en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa hace casi un año.
Imagen: DW/M. Banchon
Segundo identificado
17.09.2015. La fiscal Arely Gómez, quien sustituyó a Murilo Karam en la PGR, dice que "existen indicios que establecen posible correspondencia" entre unos de los restos y el ADN de la madre del joven Joshivani Guerrero de la Cruz, de 20 años. Forenses argentinos manifiestan dudas sobre esta versión, debido a fallas en la cadena de custodia de las pruebas.
Imagen: Reuters/H, Romero
Tensión creciente
22.09.2015. A unos días de que se cumpliera el primer aniversario de la tragedia, un enfrentamiento entre estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y policías del estado de Guerrero deja nueve heridos y un camión quemado cerca de Chilpancingo, la capital estatal. Familiares de las víctimas comienzan una huelga de hambre previa a una nueva reunión con Peña Nieto.