En un comunicado publicado por el diario mexicano La Jornada, la organización guerrillera asumió la responsabilidad de ocho explosiones ocurridas en las instalaciones del monopolio estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), que no tuvo víctimas mortales pero que obligaron a por lo menos 12 empresas a reducir sus operaciones por falta de combustible.

El Ejército Popular Revolucionario (EPR) amenazó con que continuará sus ataques de precisión quirúrgica mientras no aparezcan vivos sus compañeros detenidos tras los disturbios ocurridos en Oaxaca. También advirtió que las explosiones son parte de 'una campaña nacional de hostigamiento contra los intereses de la oligarquía y del gobierno ilegítimo', aludiendo al presidente Felipe Calderón, que asumió el cargo el pasado 1° de diciembre tras un controvertido proceso electoral.

Por otra parte organizaciones de derechos humanos temen por la desaparición y riesgo de tortura de Raymundo Rivera Bravo, de 55 años y de Edmundo Reyes Amaya, de 50. La guerrilla justifica los atentados para rescatar con vida a sus militantes desaparecidos.

“Esta manera de expresarse políticamente por parte del Ejército Popular Revolucionario ya tiene antecedentes. Ya en los años 80 hubo algunos atentados contra torres de electricidad. El EPR da continuidad a un esquema de acción que ya tenía anteriormente. Refleja una continuidad del grupo terrorista, pero al mismo tiempo sucede en un momento de alta tensión en el tema de seguridad en México”, afirma Günther Maihold, subdirector de la Fundación Ciencia y Política, con sede en Berlín.

A la nueva amenaza del grupo guerrillero se suma la declarada guerra contra el narcotráfico, que ya se está viendo que será muy difícil de ganar. ¿Qué consecuencias tendría un fracaso de las instituciones?

Las instituciones de seguridad se encuentran bajo fuerte presión en México, no sólo debido a la presencia del narcotráfico y de actores irregulares que usan la violencia, sino también debido a la atención que tiene Estados Unidos sobre lo que está haciendo México en el área de seguridad. Por lo tanto implica una redefinición total de los conceptos de seguridad que quiere seguir el gobierno federal. Por un lado tiene que reformar y reorganizar desde las policías municipales hasta las fuerzas especiales y tiene que decidir si quiere incluir a largo plazo a las fuerzas militares en la seguridad interna que podría verse afectada por la nueva ola de violencia.

Parece que la violencia se va convirtiendo en parte de la identidad mexicana, ¿es así visto el país en Alemania?

No creo que esto sea una imagen que pueda generalizarse. Creo que existe otro concepto de violencia, digamos de violencia popular, que diferencia el concepto de vida del europeo del mexicano, pero esta situación de violencia organizada, una experiencia que se conoce en diferentes partes del mundo y ahora vemos que en México y que ha estado de alguna manera encubierta, hay que hacerle frente ahora.

¿Podrá el gobierno mexicano vencer en la lucha contra el narcotráfico o es más bien la legalización de la droga la única solución posible?

Creo que México tiene que hacer todos los esfuerzos para vencer a esta lacra porque ya ha penetrado a toda la sociedad. Tanto la civil, como la económica y la política y como vemos también a los aparatos de seguridad. Por tanto es una necesidad absoluta de un gobierno, si quiere lograr un cierto nivel de legitimidad, que le haga frente a esto y limpie los estratos afectados por esa lacra.

El Prof. Günther Maihold ha publicado numerosas investigaciones sobre América Latina y es considerado un gran conocedor de México. En el 2003 fue galardonado con la Orden Mexicana del Aguila Azteca por su contribución a la difusión del arte y la cultura de ese país.