México protegerá los derechos humanos de los migrantes
21 de diciembre de 2018
Las autoridades mexicanas no deportarán a los migrantes, aseguró el canciller del país.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este viernes (21.12.2018) que México siempre protegerá los derechos humanos de los migrantes, tras la medida de devolver extranjeros al país latinoamericano para que aguarden allí el desarrollo de su proceso de asilo en Estados Unidos.
"Queremos mantener una relación de entendimiento y amistad con el Gobierno de Estados Unidos, pero al mismo tiempo defender los principios de la política exterior de México", indicó el mandatario en su rueda de prensa matutina.
Aseveró que esta política exterior consiste en "ser defensores de derechos humanos y en todo momento dar protección a los migrantes". "Este es el marco en que vamos a atender este asunto", señaló el líder izquierdista.
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que devolverá a México a los inmigrantes que accedan al país irregularmente por la frontera común, incluidos los solicitantes de asilo, mientras se completan sus procedimientos migratorios en Estados Unidos.
Ante esto, México dijo que, en respuesta "soberana", aceptaría y daría atención a estos migrantes, incluso con visas de trabajo, en tanto se completa el proceso en territorio estadounidense.
"No es la intención de México deportar estas personas"
En la misma conferencia, el canciller de México, Marcelo Ebrard, negó una vez más que este cambio en la política migratoria implique que México se convierta en un Tercer País Seguro. "No es el caso, porque cuando hay un Tercer País Seguro es un tratado entre países. Y no se plantea la firma de ningún tratado", puntualizó, recordando que ser Tercer País Seguro implicaría que todo el tramite migratorio con Estados Unidos se llevaría a cabo desde México.
Ebrard resaltó que México, ante las nuevas medidas de Estados Unidos, se encuentra en la tesitura de "aceptar o deportar" a los migrantes, en su mayoría centroamericanos. "No es la intención de México deportar estas personas. Si así lo fuere, ya se hubiera hecho", agregó el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Añadió que el próximo lunes 24 de diciembre el Gobierno de México dará una postura "definitiva" sobre la medida, siempre considerando los derechos humanos.
"Deportar a las personas iría en contra del derecho de asilo y de las personas", agregó, respetando también el recientemente ratificado Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.
De acuerdo con el subsecretario de Derechos Humanos del ministerio de Gobernación, Alejandro Encinas, actualmente hay 4.000 migrantes centroamericanos en Tijuana pertenecientes a las caravanas que desde hace dos meses cruzan México con el fin de llegar a Estados Unidos.
EAL (efe, reuters)
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¿Por qué huir de Honduras?
Ante la ola de personas que emigran en busca de un futuro mejor, cabe preguntarse el porqué de esa difícil decisión. A continuación, algunas imágenes que narran el contexto en el que viven miles de hondureños.
Imagen: DW/Aitor Saez
Periferia de Tegucigalpa
Según datos oficiales, el año pasado se registraron 588 asesinatos en la capital hondureña. Es decir, que la tasa de homicidios cayó a 85,09 asesinatos por cada 100.000 habitantes. En un año Tegucigalpa pasó del cuarto puesto al 36 de las ciudades más peligrosas del mundo.
Imagen: DW/Aitor Saez
Patrullaje
Una camioneta de la policía patrulla las calles de la colonia 28 de marzo, "La 28", es uno de los diez barrios más peligrosos de Tegucigalpa. El crimen se ha reducido en esta zona gracias a la iniciativa de "Policía Comunitaria", que consiste en realizar actividades recreativas con los vecinos en lugar de hacer uso de la fuerza.
Imagen: DW/Aitor Saez
"Casas locas"
Varios agentes acceden a una "casa loca", nombre con que se conoce a las viviendas que las Maras utilizan para torturar y ejecutar a sus víctimas.
Imagen: DW/Aitor Saez
Lucha contra la corrupción policial
Otra de las claves de la disminución de la violencia fue la depuración de la Policía. Se separó del cuerpo policial a 4.500 agentes sospechosos de estar involucrados con el crimen organizado.
Imagen: DW/Aitor Saez
Persecución a la extorsión
Las maras han transformado sus actividades criminales: del asalto y el secuestro al narcomenudeo y la extorsión. La Policía ha centrado esfuerzos en perseguir este último delito, que considera origen de otras formas de violencia. Algunas ONG, sin embargo, denuncian detenciones arbitrarias.
Imagen: DW/Aitor Saez
"Mara o muerte"
José, exmiembro de la Mara 18, borró de su cuerpo el tatuaje de la pandilla, pero no las secuelas por haber asesinado a ocho personas. Tras el asesinato de su hermano, se metió a la pandilla como única solución para proteger a su familia. Ahora quieren matarlo los familiares de sus víctimas, bandas rivales y su expandilla, castigo que aplican a aquellos que abandonan a “la familia”.
Imagen: DW/Aitor Saez
Refugio de expandilleros
Unos 80 expandilleros se esconden en el Proyecto Victoria, una de las pocas iniciativas de reinserción de ex mareros. Esta iniciativa se ubica en medio de la montaña con el objetivo de evitar que sean localizados por sus "exhermanos".
Imagen: DW/Aitor Saez
Mareros desde niños
Jesús entró a la Mara 18 cuando tenía tan sólo diez años. Todo empezó como un juego con tareas de vigilancia menores hasta que empuñó un arma. “No tengo miedo a la muerte... Si pensara que voy a morir, nunca estaría tranquilo”, asegura sobre la amenaza de salir de la pandilla.
Imagen: DW/Aitor Saez
Víctimas escondidas
A su hijo de 12 años lo violaron y golpearon durante dos años. Era la cruel forma en que la Mara de su barrio reclutaba a las personas. Cuando su madre denunció lo acontecido, la Mara los amenazó de muerte, motivo que los obligó a abandonar su hogar. Ahora la familia vive escondida en un hostal y sin poder abandonar la habitación desde hace seis meses.
Imagen: DW/Aitor Saez
Cuatro disparos
La agente Medrano se incorporó a la Policía con 20 años. En ocho años ha recibido cuatro disparos de bala. En una ocasión, tuvo que esconderse en un contenedor para salvar su vida. Aun así, no teme a las pandillas.
Imagen: DW/Aitor Saez
Los barberos de la Mara
Estos dos jóvenes abrieron su propia peluquería y al poco tiempo fueron obligados por la Mara de su barrio a ser sus barberos. Uno de ellos vivió una balacera con la policía mientras que le cortaba el cabello a un pandillero. Ahora su abuela los acompaña a todas partes como protección. “Si estoy yo, una anciana, no los van a matar”, dice.
Imagen: DW/Aitor Saez
Huir o morir
Los jóvenes rezan antes de emprender su viaje a Estados Unidos. Tuvieron que cerrar su peluquería por temor a los pandilleros. Debido a las amenazas, no pueden salir de su casa ni trabajar en otro lugar. “Quiero trabajar tranquilo, tener libertad y desde allí ayudar a mi familia”, aseguró uno de ellos sobre el motivo de su emigración.
Imagen: DW/Aitor Saez
Las mujeres, con mayor riesgo
Esta mujer llora al recordar las siete ocasiones en que ha tratado de llegar a EE. UU. En una de ellas la deportaron en la misma frontera estadounidense. Trata de huir de los maltratos de su exmarido y de la pandilla a la que este pertenece. En su último viaje se llevó a sus tres hijos pequeños, pero fueron detenidos por las autoridades mexicanas por una alerta migratoria de su propio exmarido.