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México – EE. UU.: los intereses más afectados

Pablo Kummetz
2 de marzo de 2017

El canciller mexicano, Luis Videgaray, ha manifestado que su país no cederá a las presiones y amenazas de Donald Trump. DW habló al respecto con la experta mexicana Hypatia Becerra Quintero, del CIDE.

Mexiko Ford-Fabrik in Cuautitlan
Planta de Ford en Cuautitlán, México. Imagen: picture-alliance/dpa/A. Cruz

DW: El canciller Videgaray dijo que se han abierto "nuevos canales de comunicación con EE. UU.” ¿A qué puede referirse?

Hypatia Becerra Quintero: Creo que ser refiere a contactos que pueden tomarse con interlocutores en Estados Unidos, desde los grupos parlamentarios, pasando por funcionarios del Gobierno estadounidense hasta los empresarios. Los empresarios mexicanos y los estadounidenses tienen intereses coincidentes. Los empresarios son los que tienen más claro qué puede pasar si se renegocia o se cancela el TLC. Los intereses más próximamente afectados serían los de los empresarios, tanto de un lado como de otro.

Aparentemente, EE. UU. quiere enviar inmigrantes de otras nacionalidades a México mientras son realizados los trámites migratorios. El canciller dijo que "México no recibirá a personas que no son mexicanas”. ¿No es un sobreentendido?

El problema es que muchos inmigrantes no tienen papeles de identificación. La mayoría de los que pasan por México provenientes de América Central carecen de documentos de identificación, por diferentes razones. Algunos de ellos dicen ser mexicanos, pero realmente no lo son. El problema de la frontera, el tema de deportarlos a México, supone que primero sepamos si son mexicanos o no. Mientras no se compruebe, es un problema de legalidad, que va a ser mayor sobre todo del lado estadounidense. Eso puede desembocar indudablemente en una crisis humanitaria, porque los van a retener, no se sabe en qué condiciones.

Trump ha amenazado con bloquear también las remesas . ¿Qué supone eso para México?

Un bloqueo de remesas sería también una violación al derecho a la propiedad, porque es dinero que han ganado los inmigrantes en Estados Unidos y tienen derecho a hacer con esa propiedad y ese dinero lo que ellos quieran. Una de las características de la apertura es que no solo es comercial, sino también financiera. La libertad de tránsito de capital no solo se aplica a las empresas, sino también a las personas.

Videgaray manifestó que México quiere "acabar con modelos productivos cuya rentabilidad dependa exclusivamente de los bajos salarios”.  ¿Es Trump solo o una amenaza o puede transformarse también en una oportunidad para cambiar los patrones económicos en México?

Yo creo que puede ser también una oportunidad. La pregunta es si estamos preparados para responder de forma inmediata, porque México concentró gran parte de sus capacidades productivas en los negocios de exportación a Estados Unidos, sin buscar mercados en otros lugares, por ejemplo, América Latina, Asia o Europa. Creo que sí es una oportunidad. Pero alcanzar esa independencia comercial y productiva implica tiempo. Quizás no tengamos las condiciones para ponerlo en marcha de manera inmediata. Por otro lado, es una oportunidad porque el TLC no se a acabar mañana ni se va a renegociar en una semana. Creo que si México tiene claro que si la política estadounidense va a ser de renegociar o acabar con el TLC, México debe buscar otras rutas comerciales. Eso supone tiempo. Ojalá lo tengamos y tengamos también claridad y comencemos a prepararnos de inmediato.

La profesora Hypatia Becerra Quintero es coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Política y Relaciones Internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económicas A.C. (CIDE), uno de los más importantes think tanks de México.

 

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