"Lleva más de 1867 días de prisión arbitraria, sin ver la luz del día, sin ver a sus familiares”, cuenta Miguel Martín Zumalacárregui, director de la oficina en Bruselas de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT). "En el Día de Apoyo a las Víctimas de Tortura presentamos su caso: un defensor de derechos humanos víctima de torturas y malos tratos en México”, agrega. Se trata de Damián Gallardo Martínez. Tanto para la OMCT como para la red de organizaciones europeas Human Rights & Democracy Network, es un caso emblemático.

"Esto se da en un contexto de políticas erráticas, con pasos adelante para crear medidas legislativas; con pasos atrás al no implementar las leyes”, sigue Zumalacárregui. México aprobó en junio de 2017 la Ley General para Prevenir, Investigar y sancionar la Tortura. De 1874 carpetas abiertas, según el Colectivo contra la Tortura y la Impunidad, sólo en 17 casos se ha ordenado peritajes médico-psicológicos para detectar las secuelas.

Situación penitenciaria

Según cifras de Naciones Unidas, un alto porcentaje de la población carcelaria (un 46%) denuncia tortura y malos tratos. Es más, su privación de libertad se debería a pruebas obtenidas mediante tortura. La organización Documenta, con sede en Ciudad de México, afirma que en este momento existen 255.638 personas viviendo en el sistema penitenciario, 107.295 de ellas, sin sentencia.

Por si fuera poco, según la organización World Justice Project (WJP) los centros penitenciarios son el pilar más débil del sistema mexicano de justicia. Están marcados por la corrupción y los abusos, siendo posible, por ejemplo, que un preso que ha comprado privilegios tenga dos celdas, mientras que 30 se hacinen en una sola que está habilitada para albergar a cuatro.  

Maestro, pintor, poeta, líder indígena

Para muestra, un botón: Damián Gallardo, maestro y líder ayuuk de Oaxaca. Con largo historial de defensa de su pueblo, protestó contra las reformas educativas. Fue detenido hace 5 años durante la noche, en un allanamiento de su casa, sin orden de aprehensión. Fue desaparecido por más de 30 horas. Según múltiples informes. fue torturado para que se autoinculpara. Fue acusado, una semana después de su detención, de crimen organizado y secuestro de menores. Trasladado a una cárcel de alta seguridad en Guadalajara. Puesto en confinamiento solitario. Sometido a tratos degradantes.

En noviembre de 2014, el grupo de trabajo de las Naciones Unidades sobre detención arbitraria clasificó la detención de Damián Gallardo Martinéz como arbitraria, y exigió su liberación inmediata e incondicional. Más de 20 organizaciones internacionales y europarlamentarios han pedido su liberación. Pero, aunque ninguno de los cargos que se le imputan ha podido ser probado, sigue en una cárcel de alta seguridad, con escasa comunicación, sin sentencia.

Sistemático

 "Según el pronunciamiento de la ONU, detrás de esto hay un patrón: detención arbitraria, desaparición, tortura para la autoinculpación y prisión”, cuenta a DW Emilie de Wolf, portavoz de Consorcio Oaxaca, una organización que acompaña a defensores de derechos humanos detenidos y a sus familias. "En cuanto a líderes presos, hay  por lo menos 10 casos semejantes al de Damián”, agrega. 

A este respecto, la ONU ha alentado a las autoridades mexicanas a excluir todas las pruebas obtenidas mediante tortura y malos tratos; les recuerda que recurrir a la tortura como medio para obtener pruebas "socava la credibilidad y la confianza en las autoridades y en el sistema de justicia”. No obstante, la Suprema Corte de Justicia –así un comunicado de la OMCT y otras 29 organizaciones- acepta la autoincriminación como prueba. Es decir, la posibilidad de utilizar declaraciones obtenidas bajo tortura está abierta.

"Es muy preocupante”, subraya Zumalacárregui. "A la situación en las cárceles, a una impunidad del 98%, a una fiscalía que no funciona, se suma la estigmatización de las víctimas de tortura. Se dice que sólo buscan las indemnizaciones”.

¿Se prevé en el caso de Damián Gallardo, que ha tenido tanta presión internacional, pedir indemnización? De Wolf, de gira por Europa presentando el libro que el líder ayuuk logró escribir en la cárcel, responde entre escéptica y esperanzada: "Sabemos que en tal caso debemos estar listos para años de proceso. Aunque en una mano y un pie tenga secuelas de la tortura".

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