México: fallece titular de Salud de Chihuahua por COVID-19
27 de julio de 2020
Jesús Enrique Grajeda Herrera estaba hospitalizado luego de haber sido confirmado su contagio por coronavirus.
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El secretario de Salud del Gobierno de Chihuahua, Jesús Enrique Grajeda Herrera, murió este domingo (26.07.2020) por una falla cardíaca a consecuencia de complicaciones por COVID-19, informó el gobernador de Chihuahua, Javier Corral.
El médico, de 73 años de edad, se encontraba hospitalizado desde el pasado 6 de julio luego de haber sido confirmado su contagio por coronavirus. Grajeda Herrera fue designado como secretario de salud del estado el 30 de agosto del 2018 y entregó "de manera generosa y comprometida su último esfuerzo en el momento más duro que ha enfrentado la sociedad chihuahuense frente a la pandemia de COVID-19", indicó el gobernador a través de su página de Facebook.
"Se nos va un gran ser humano, maestro de vida en muchos sentidos, porque fue ejemplo de verticalidad, honestidad y compromiso social. La vida me dio la oportunidad de conocerlo y admirarlo por su sentido profesional y la consistencia en la defensa de sus valores”, destacó el gobernador. Grajeda Herrera, médico cirujano de la Universidad Autónoma de Chihuahua, también se desempeñó en el servicio de Urología del Hospital Central Universitario de Chihuahua.
De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud mexicana, Chihuahua tiene 4.831 casos confirmados de COVID-19 y 856 defunciones. En tanto, México reportó hasta este sábado un total de 385.036 casos y 43.374 defunciones desde el inicio de la pandemia el pasado 28 de febrero.
ama (efe, La Jornada, Proceso, Forbes)
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El coronavirus satura un cementerio en México
México es uno de los países más afectados. La tasa de mortalidad en la ciudad de Neyahualcóyotl ha dejado al cementerio municipal al límite. El fotógrafo Jonathan Alpeyrie documentó la desesperación entre sus muros.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
No hay sitio para tantos muertos
En el cementerio municipal de la ciudad de Nezahualcóyotl, que se encuentra justo al este de Ciudad de México, las tumbas se apilan una encima de la otra para garantizar que haya espacio para el descanso eterno. Pero la pandemia de coronavirus lo está llevando al límite. Los trabajadores se ven obligados a retirar los ataúdes, incluidos los de los bebés, para dejar espacio a los recién llegados.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Ataúdes por el suelo
El ataúd de un bebé que había ocupado un nicho durante un tiempo fue retirado y dejado en el piso. Si las familias no se ocupan de la tumba, los restos se retiran para que un nuevo ataúd pueda reemplazarlo. El cementerio intenta comunicarse con la familia para ver qué quieren hacer después, pero si no reciben respuesta, los restos se incineran y las cenizas se vuelven a enterrar en fosas comunes.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Golpeado fuerte por el coronavirus
México ha sido muy golpeado por el COVID-19. Hasta el 25 de julio, era el cuarto país más afectado, con 42.645 muertes y 378.285 infecciones totales. Nezahualcóyotl ha sufrido especialmente. Un barrio pobre antes de convertirse en ciudad, es el municipio más densamente poblado de México, con más de 15.000 personas por kilómetro cuadrado. El virus ha podido propagarse fácilmente aquí.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Un punto caliente alrededor de la Ciudad de México
Muchos residentes viven de sus pequeños negocios, cuenta el fotógrafo Jonathan Alpeyrie, lo que les imposibilita dejar de trabajar durante largo tiempo. Durante la crisis muchos intentaron continuar con su vida diaria para llegar a fin de mes. Esto ha cobrado un precio enorme: el virus se ha difundido y ha convertido a Nezahualcóyotl en una de las zonas más afectadas en torno a Ciudad de México.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Bloqueo 'levantado demasiado rápido'
Los mensajes de salud pública abundan en la zona, como en este cartel: "que esta no sea tu última salida". Pero abundan también críticas a la respuesta del gobierno. Muchos argumentan que implementó su bloqueo demasiado tarde y levantó las restricciones demasiado pronto. El alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa, dijo al NYT que coincidía con que las medidas se habían relajado muy pronto.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Los trabajadores del crematorio sienten la presión
La gente ha muerto a un ritmo tal que no ha sido posible encontrar tumbas para todos. Muchos de los muertos son incinerados. Los trabajadores del crematorio en Nezahualcóyotl dijeron a la agencia de noticias AFP que están incinerando ocho o más cuerpos al día. Entrar en contacto con tantas familias en duelo es difícil, dicen, y también están preocupados por contraer el virus ellos mismos.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Elegir casa en lugar de hospital
Muchas familias están cuidando a miembros con COVID-19. La magnitud de la crisis ha reducido la confianza de la gente en los servicios de salud. Según Alpeyrie, las ambulancias y los hospitales son vistos como lugares donde el virus se propaga más rápido. Tras un diagnóstico positivo de COVID-19 en el hogar, muchas familias se niegan a dejar que sus seres queridos sean llevados al hospital.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Atropellado
Fue lo que pasó con este joven, explica Alpeyrie. Fue víctima de un atropello por parte de un conductor que se dio a la fuga. Recibió tratamiento en el lugar por parte de los paramédicos. Mientras lo evaluaban, determinaron que era probable que hubiera contraído COVID-19. Llamaron su familia, que llegó a la escena del accidente para evitar que se lo llevara la ambulancia.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Cuidado por la familia
Su familia se negó a dejar que los paramédicos lo metieran en una ambulancia y lo llevaran las urgencias del hospital, dice Alpeyrie. En cambio, decidieron llevarlo a su casa en un automóvil y cuidarlo ellos mismos, pensando que es mejor para él estar allí que en el hospital de Nezahualcóyotl.