Cada 12 de diciembre, la Basílica de Guadalupe, se convierte en el epicentro del culto a la Virgen de Guadalupe. Millones de peregrinos de todo el mundo llegan a este santuario en la Ciudad de México para agradecerle a la "Morenita" un favor o hacer una manda.

Ni la constante pérdida de creyentes por parte de la Iglesia católica ni la pandemia del coronavirus han logrado frenar el culto guadalupano. Este año, las autoridades mexicanas esperaban que unos once millones de peregrinos viajaran a la Basílica de Guadalupe.

La Virgen "está desplazando otras devociones"

Desde 1531 se venera en México a la Virgen, que, según la leyenda, se le manifestó al indígena Juan Diego en el Cerro de Tepeyac.

"Su presencia es cada vez mayor en todos los rincones del país", dice la Doctora Gisela von Wobeser, investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM. Asegura que "la veneración sigue muy vigente e incluso va en aumento cada día. Está desplazando otras devociones marianas y cristológicas, así como a santos venerados localmente".

Von Wobeser incluso estima que el culto en torno a la Virgen de Guadalupe "es la devoción mariana de mayor crecimiento en todo el orbe católico". Así, por ejemplo, existe un altar dedicado a ella en la catedral de Notre-Dame, en París.

Un fenómeno de la globalización

En su opinión, a través de los medios y las redes sociales, la globalización ha catalizado el crecimiento del fenómeno de la Virgen de Guadalupe.

En entrevista con DW, Von Wobeser cuenta que también en el santuario del Señor de Chalma, la segunda figura católica más venerada en México, es cada vez más común ver imágenes de la Virgen de Guadalupe en las procesiones de los peregrinos.

Asimismo, la autora del libro "Orígenes del culto a Nuestra Señora de Guadalupe, 1521-1688", destaca que la Virgen de Guadalupe original, que se encuentra en Extremadura, "está completamente olvidada en España". Sin embargo, la Virgen mexicana tiene gran devoción en el país europeo.

Peregrinación: entre religiosidad y diversión

A pie, en bicicleta, en automóvil o, incluso, de rodillas: así es como en los días previos al 12 de diciembre los peregrinos se dirigen a la Ciudad de México para demostrar su fe por la Virgen morena, patrona nacional.

Gisela von Wobeser señala que el peregrinaje no solo expresa religiosidad, sino también aspectos tradicionales y culturales. Incluso contiene el elemento de la diversión, prosigue, por ejemplo, cuando un grupo de amigos decide peregrinar juntos.

Si bien el culto guadalupano ha sido exportado a muchos países alrededor del mundo, la investigadora emérita de la UNAM no cree que haya habido cambios sustanciales en la manera en que se venera a la Virgen de Guadalupe hoy día. En tiempos más recientes, explica, se ha impuesto la costumbre de llevar réplicas de la figura mariana a la Basílica de Guadalupe, algo que no se acostumbraba antiguamente.

Forma parte de la identidad mexicana

Por su parte, el investigador Miguel Ángel Cerón Ruiz, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, señala en la publicación Gaceta UNAM que la Virgen forma parte de la identidad mexicana, ya que en cualquier parte del mundo se identifica a los mexicanos gracias a ella, independientemente de su religiosidad.

Pese a que no haya documentos que comprueben la aparición de la Virgen en el Cerro de Tepeyac, "ha estado en la vida del país por caso medio milenio y nada indica que pueda desaparecer", prosigue el académico en la Gaceta UNAM.

(ers)