México a EE.UU.: menos armas a cambio de menos migrantes
12 de septiembre de 2019
México pidió a Washington "congelar" el tráfico ilegal de armas estadounidenses con las que se comete el 70% de los delitos en ese país, en contraparte por la reducción lograda en los flujos migratorios irregulares.
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El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, planteó este objetivo durante una reunión este 10 de septiembre en Washington con el vicepresidente Mike Pence y su homólogo Mike Pompeo, donde evaluaron los resultados del acuerdo bilateral en el que México prometió frenar el éxodo de indocumentados que pasa por su territorio buscando llegar a Estados Unidos, principalmente desde Centroamérica.
"México puso sobre la mesa en esta reunión que el control de tráfico de armas en la frontera para nosotros tiene el mismo rango de prioridad que para ellos tiene el tema de la migración", dijo Ebrard durante la habitual conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. Para ello, informó, este lunes se instaló un grupo binacional sobre tráfico de armas donde México participa con siete instituciones, entre ellas las secretarías de Seguridad Pública y Defensa, la fiscalía general y la propia Cancillería.
El gobierno estadounidense determinó también las agencias gubernamentales que participarán en el grupo, que en México estará liderado por el despacho de Seguridad. Acordaron revisar mensualmente los avances de esta agenda, que incluirá un reporte de cuántas armas de procedencia estadounidense están vinculadas a delitos con arma de fuego en México. De enero a julio, esta cifra llegó a 70%, informó Ebrard.
A más inmigrantes más aranceles. Y ¿a menos inmigrantes menos armas?
Añadió que el "objetivo último" de México no es solo reducir el tráfico "sino congelarlo" y que Estados Unidos tiene que "hacer muchísimo más" para conseguirlo. Sobre la reducción del flujo migratorio que llega a la frontera sur estadounidense, Ebrard detalló que fue del 58,7% desde el pico que tocó en mayo, tras un vasto despliegue militar mexicano para reforzar sus límites norte y sur. Con la estrategia en curso, estimó que para octubre la migración irregular habrá retomado su promedio histórico de los últimos cinco años.
Entre enero y mayo, la migración indocumentada que llega a la frontera sur estadounidense se disparó casi 150% generando una furiosa reacción del presidente Donald Trump, que amenazó con imponer a México elevados aranceles si no frenaba estos flujos.
El acuerdo de junio fue el salvavidas del que México se aferró para impedir el castigo a sus exportaciones, un 80% de las cuales van a Estados Unidos. En tanto, López Obrador dijo que dialogó por teléfono el miércoles con Trump "en muy buenos términos". Destacó que no hay "diferencias de fondo y ninguna discrepancia" que lleve a la aplicación de medidas que afecten la economía y el desarrollo de México.
jov (afp, cnn)
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Migrantes de Centroamérica: parturientas y varadas en la frontera entre México y Estados Unidos
Alvin Jr. nació en México mientras sus padres huían de Honduras con la esperanza de encontrar refugio en Estados Unidos. A pie llegaron a la frontera con Estados Unidos y allí perseveran con el bebé en brazos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Erly Marcial y su hijo, Alvin Jr.
La hondureña Erly Marcial, de 21 años, tuvo a su tercer hijo mientras huía de su país con su esposo con la esperanza de obtener autorización para entrar a Estados Unidos. El pequeño Alvin Jr. llegó con seis semanas de adelanto en un hospital de Puebla, México.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
México, a pie
Marcial tenía ocho meses de embarazo cuando ella y su esposo, Alvin Reyes, decidieron escapar de la violencia que azota a su ciudad, Sabá, llevando en coche a sus otros dos hijos: María (6) y David (2). Eso hizo que el viaje fuera muy lento. Honduras no es sólo uno de los países más peligrosos del mundo, sino también uno de los más pobres en Centroamérica.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Descanso, a duras penas
La familia se vio forzada a dormir en la calle, con los niños a buen resguardo entre los padres. La breve pausa sobre el asfalto en la ciudad mexicana de Tapanatepec no fue descanso suficiente para Marcial. Pese a la abundancia de personas dispuestas a ayudar a los migrantes en su camino hacia el norte, los hondureños encontraron muy pocos lugares en México para abastecerse y relajarse realmente.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Un momento de solaz
Un riachuelo en el sur de México, cerca deTapanatepec, les ofreció a los viajeros una de las pocas oportunidades para bañarse tranquilos. Ellos tampoco tuvieron acceso regular a asistencia médica. La suya es una odisea en el estricto sentido de la palabra.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Hacinamiento e incertidumbre
La familia pudo cubrir un trecho de su viaje hacia el norte a bordo de un camión. El vehículo iba repleto de migrantes que, como ellos, sueñan con un futuro más auspicioso en un país más próspero que el suyo. El recorrido con el camión les permitió ahorrar energías, pero tuvo sus riesgos: Amnistía Internacional advierte que más de un vehículo cargado de migrantes se ha volteado por el camino.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Camino al hospital
Cuando Marcial llegó a Puebla con su familia comenzaron las dolorosas contracciones que avisaban la llegada de Alvin Jr. La Cruz Roja Mexicana se encargaron de llevarla al hospital. Una red de voluntarios numerosa se asegura de que los migrantes cenntroamericanos reciban la ayuda más urgente que necesitan a su paso por México. Los lugareños suelen ofrecer alojamiento y donar alimentos y ropa.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
El día después
La alegría de la pequeña María fue grande cuando sus padres la dejaron tomar a su hermano recién nacido en sus brazos. Con la cooperación de la embajada hondureña en México, el hospital de Puebla le entregó a Marcial la partida de nacimiento de Alvin Jr. Eso era lo único que necesitaban para poder continuar su viaje hacia Tijuana, en la frontera mexicano-estadounidense.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Varados en Tijuana
Marcial, su esposo y sus hijos quedaron represados en Tijuana como miles de migrantes centroamericanos más. Ellos esperan que esta no sea la última parada de su viaje, pero la frontera mexicano-estadounidense no es fácil de cruzar para solicitar asilo. Desde luego, si no consiguen entrar a Estados Unidos, la familia procurará construir su futuro en México. De regreso a Honduras, ni en sueños.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Biografía movida desde el principio
Cuando sea grande, Alvin Jr. podrá contar las incidencias que rodearon su nacimiento como si de una aventura se tratara.