México: protesta en Tijuana contra caravana migrante
19 de noviembre de 2018
Con banderas mexicanas de distintos tamaños, los manifestante se treparon en lo alto de un monumento y al amparo del "¡México, México!" y "¡Tijuana, Tijuana" lanzaron consignas "en defensa" de "su" país y de "su" ciudad.
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En un ambiente tenso, varios cientos de habitantes de Tijuana, en el norte de México, protestaron hoy (18.11.2018) contra la llegada de caravanas de migrantes centroamericanos que quieren pedir asilo en Estados Unidos, mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, tuiteó que se trata de una "invasión".
Convocados en redes sociales por el "Movimiento ciudadano contra el caos de la caravana migrante", poco más del centenar de personas se reunió en la glorieta Cuauhtémoc de Tijuana, al tiempo que se cancelaba una manifestación de apoyo a esta caravana que salió hace un mes de Honduras.
"Van a quedarse aquí por meses y van a seguir viniendo más, ¿quién los va a sostener?", dijo a dpa Arturo Alba, un médico que participó en la protesta, que reunió a unas 100 a 200 personas en la Glorieta Cuauhtémoc.
Unos 2.500 migrantes centroamericanos, entre ellos mujeres y niños, que salieron hace un mes de Honduras, se encuentran ya en Tijuana alojados en un albergue en el centro deportivo "Benito Juárez". Otros 3.000 podrían llegar en los próximos días a esta ciudad del noroeste de México, de 1,7 millones de habitantes.
Jornada de limpieza en las calles
"Nos va a tocar pagar a nosotros", afirmó Alba. "Ofrecemos lo que tenemos y ellos quieren más y exigen más", se quejó. Algunos de los migrantes hicieron hoy una jornada de limpieza en las calles y en los alrededores del albergue con el objetivo de generar acciones positivas para la ciudad ante el descontento de algunos sectores y palabras xenófobas de autoridades locales.
"Los migrantes entraron violando la soberanía mexicana y humillándonos. No vamos a permitir que ellos se queden y entren como quieran a México y Tijuana, por una mejor Tijuana no debemos permitir que venga delincuentes acarreados", dijo un encapuchado, quien portaba una camiseta de la selección mexicana de fútbol. Al tiempo que aseguraba ser residente de Tijuana, aseguraba que en esta ciudad "no estamos en contra de que un migrante quiere progresar lo único que se pide es orden y que respete la ley".
Los migrantes han recorrido unos 4.500 kilómetros desde Honduras, a través de Guatemala y México, hasta llegar a Tijuana, huyendo de la pobreza y la violencia de pandillas. Otras dos caravanas más pequeñas pero también de miles de personas ingresaron después a México y quieren llegar también a la frontera, donde podrían pasar meses antes de poder solicitar refugio a Estados Unidos porque hay lista de espera.
FEW (dpa, EFE)
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¿Por qué huir de Honduras?
Ante la ola de personas que emigran en busca de un futuro mejor, cabe preguntarse el porqué de esa difícil decisión. A continuación, algunas imágenes que narran el contexto en el que viven miles de hondureños.
Imagen: DW/Aitor Saez
Periferia de Tegucigalpa
Según datos oficiales, el año pasado se registraron 588 asesinatos en la capital hondureña. Es decir, que la tasa de homicidios cayó a 85,09 asesinatos por cada 100.000 habitantes. En un año Tegucigalpa pasó del cuarto puesto al 36 de las ciudades más peligrosas del mundo.
Imagen: DW/Aitor Saez
Patrullaje
Una camioneta de la policía patrulla las calles de la colonia 28 de marzo, "La 28", es uno de los diez barrios más peligrosos de Tegucigalpa. El crimen se ha reducido en esta zona gracias a la iniciativa de "Policía Comunitaria", que consiste en realizar actividades recreativas con los vecinos en lugar de hacer uso de la fuerza.
Imagen: DW/Aitor Saez
"Casas locas"
Varios agentes acceden a una "casa loca", nombre con que se conoce a las viviendas que las Maras utilizan para torturar y ejecutar a sus víctimas.
Imagen: DW/Aitor Saez
Lucha contra la corrupción policial
Otra de las claves de la disminución de la violencia fue la depuración de la Policía. Se separó del cuerpo policial a 4.500 agentes sospechosos de estar involucrados con el crimen organizado.
Imagen: DW/Aitor Saez
Persecución a la extorsión
Las maras han transformado sus actividades criminales: del asalto y el secuestro al narcomenudeo y la extorsión. La Policía ha centrado esfuerzos en perseguir este último delito, que considera origen de otras formas de violencia. Algunas ONG, sin embargo, denuncian detenciones arbitrarias.
Imagen: DW/Aitor Saez
"Mara o muerte"
José, exmiembro de la Mara 18, borró de su cuerpo el tatuaje de la pandilla, pero no las secuelas por haber asesinado a ocho personas. Tras el asesinato de su hermano, se metió a la pandilla como única solución para proteger a su familia. Ahora quieren matarlo los familiares de sus víctimas, bandas rivales y su expandilla, castigo que aplican a aquellos que abandonan a “la familia”.
Imagen: DW/Aitor Saez
Refugio de expandilleros
Unos 80 expandilleros se esconden en el Proyecto Victoria, una de las pocas iniciativas de reinserción de ex mareros. Esta iniciativa se ubica en medio de la montaña con el objetivo de evitar que sean localizados por sus "exhermanos".
Imagen: DW/Aitor Saez
Mareros desde niños
Jesús entró a la Mara 18 cuando tenía tan sólo diez años. Todo empezó como un juego con tareas de vigilancia menores hasta que empuñó un arma. “No tengo miedo a la muerte... Si pensara que voy a morir, nunca estaría tranquilo”, asegura sobre la amenaza de salir de la pandilla.
Imagen: DW/Aitor Saez
Víctimas escondidas
A su hijo de 12 años lo violaron y golpearon durante dos años. Era la cruel forma en que la Mara de su barrio reclutaba a las personas. Cuando su madre denunció lo acontecido, la Mara los amenazó de muerte, motivo que los obligó a abandonar su hogar. Ahora la familia vive escondida en un hostal y sin poder abandonar la habitación desde hace seis meses.
Imagen: DW/Aitor Saez
Cuatro disparos
La agente Medrano se incorporó a la Policía con 20 años. En ocho años ha recibido cuatro disparos de bala. En una ocasión, tuvo que esconderse en un contenedor para salvar su vida. Aun así, no teme a las pandillas.
Imagen: DW/Aitor Saez
Los barberos de la Mara
Estos dos jóvenes abrieron su propia peluquería y al poco tiempo fueron obligados por la Mara de su barrio a ser sus barberos. Uno de ellos vivió una balacera con la policía mientras que le cortaba el cabello a un pandillero. Ahora su abuela los acompaña a todas partes como protección. “Si estoy yo, una anciana, no los van a matar”, dice.
Imagen: DW/Aitor Saez
Huir o morir
Los jóvenes rezan antes de emprender su viaje a Estados Unidos. Tuvieron que cerrar su peluquería por temor a los pandilleros. Debido a las amenazas, no pueden salir de su casa ni trabajar en otro lugar. “Quiero trabajar tranquilo, tener libertad y desde allí ayudar a mi familia”, aseguró uno de ellos sobre el motivo de su emigración.
Imagen: DW/Aitor Saez
Las mujeres, con mayor riesgo
Esta mujer llora al recordar las siete ocasiones en que ha tratado de llegar a EE. UU. En una de ellas la deportaron en la misma frontera estadounidense. Trata de huir de los maltratos de su exmarido y de la pandilla a la que este pertenece. En su último viaje se llevó a sus tres hijos pequeños, pero fueron detenidos por las autoridades mexicanas por una alerta migratoria de su propio exmarido.