El canciller Marcelo Ebrard descarta que vaya a convertirse en "tercer país seguro" para los migrantes centroamericanos, como pretende unilateralmente Washington, sin la aprobación del Legislativo.
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México se plantó este lunes (15.07.2019) ante Estados Unidos al avisar que no se convertirá en tercer país seguro para los migrantes centroamericanos que buscan refugio en territorio estadounidense y condenar la norma emitida por Donald Trump que restringe las peticiones de asilo. "Es una limitación al derecho de asilo con la cual México no está de acuerdo. Nosotros tenemos un principio totalmente opuesto: es muy improbable que México le niegue asilo a una persona que lo solicite por persecución política", dijo el canciller Marcelo Ebrard.
Asimismo, en rueda de prensa en la capital mexicana, el secretario de Relaciones Exteriores descartó que las medidas anunciadas por Washington conviertan a México en "tercer país seguro" para migrantes ya que no existe un acuerdo "bilateral" en ese sentido. "No se trata de un tercer país seguro; (ello) requeriría que México esté de acuerdo y se pase un acuerdo jurídico por el Congreso de la Unión", expresó Ebrard. "No entraremos en ninguna negociación de tercer país seguro sin autorización expresa del Congreso", añadió el canciller, quien agregó que el martes se reunirá con diputados mexicanos para discutir este y otros asuntos relativos a migración.
El Gobierno estadounidense reforzó este lunes su postura contra la inmigración procedente de Centroamérica al anunciar que negará el asilo a los migrantes que no lo soliciten antes en un "tercer país seguro", lo que se suma a la amenaza de redadas masivas para combatir la inmigración ilegal. "Un extranjero que entre o intente entrar a EE.UU. a través de la frontera sur después de no haber solicitado protección en un tercer país fuera de sus países de ciudadanía, nacionalidad o de última residencia legal habitual que hubiese transitado en camino a EE.UU. no es apto para asilo", señaló la orden.
De acuerdo con Ebrard, si México fuera un tercer país seguro, ello supondría que los migrantes deberían pedir y pasar el proceso de asilo para entrar a Estados Unidos en territorio mexicano. Sin embargo, varias ONG defensoras de los derechos de los refugiados difieren de este concepto y cuentan que, si México fuera considerado tercer país seguro, los migrantes que pisaran territorio mexicano deberían pedir asilo a México ya que se entendería que en este país está garantizada su integridad.
Sea como sea, el anuncio de Trump no afecta a los miles de migrantes que ya se encuentran en México esperando audiencia para solicitar asilo en Estados Unidos, fruto de un acuerdo alcanzado en junio por ambos países. "No se podría suspender el derecho de una persona que ya hizo su solicitud de asilo, que son los que están esperando audiencia en México. No se puede cancelar esa audiencia", dijo Ebrard.
La incógnita abierta por la orden de Washington es qué ocurrirá con los migrantes que a partir de ahora lleguen a la frontera entre México y Estados Unidos sin tener audiencia ante las autoridades estadounidenses ni haber pedido asilo a las mexicanas. "Es difícil decir qué decisiones se van a tomar, hay diferentes opciones", dijo Ebrard preguntado por la prensa.
En la conferencia de prensa, Ebrard dijo que el Gobierno mexicano no ha detectado ningún "incremento en número de deportados" mexicanos, aunque alertó que "eso no quiere decir que no pueda ocurrir en los próximos días". La normativa del Departamento de Justicia entra en vigor el martes.
lgc (efe/afp)
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Frontera México - EE. UU.: un estado de emergencia diferente
Trump declaró una “emergencia nacional”, porque, según él, los refugiados provenientes de México son “un peligro para la seguridad de los estadounidenses”. Pero quienes viven la tragedia son los mismos refugiados.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
El río grande y salvaje
Migrantes de América Latina, el Caribe, África y Asia buscan cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Muchos lo intentan por vía fluvial. Los mexicanos lo llaman Río Bravo, los estadounidenses Río Grande. Un río difícil de cruzar. José Martínez, de Honduras, y su hijo Ariel, de dos años, esperan ser rescatados por los guardias fronterizos de Estados Unidos.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Cruzar, ¿pero cómo?
Unos 1.700 inmigrantes que partieron en la caravana de Honduras semanas o meses atrás llegaron a la frontera durante la primera semana de febrero de 2019. Quieren ir de Piedras Negras, en México, a Eagle Pass, en Texas, Estados Unidos. Tres puentes grandes conectan las dos ciudades, pero para los refugiados sin visa, solo queda el peligroso camino a través del río.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Cesar Aguilar
A veces hay que desistir
Estos migrantes tuvieron que rendirse antes de llegar a la costa deseada de Estados Unidos. El Grupo Beta, una organización mexicana socorre a los refugiados, los ayuda a regresar al lado mexicano, cerca de Piedras Negras.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Cuando la muerte trunca los sueños
Algunas personas que no logran cruzar el río no regresan para ponerse a salvo en la rivera mexicana. La Patrulla y la Policía Fronterizas se acercan a un hombre que se ahogó en el Río Bravo.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Los guardias también salvan vidas
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos también rescata a refugiados, a veces a familias enteras que buscan traspasar la frontera fluvial. Estas son las personas que Donald Trump dice que llevarían a Estados Unidos una presunta "invasión" de drogas, traficantes de personas y bandas criminales.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Etapa conquistada
Este hombre logró cruzar el río y sube por la orilla en el lado estadounidense, en donde el Río Bravo se convierte en Río Grande. Guardias de Estados Unidos a caballo observan la acción para luego detener a los migrantes, tan pronto como hayan escalado la ladera.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Detenidos en México
También en México los migrantes son arrestados: este joven es detenido en Piedras Negras, luego de un intento fallido de escapar a EE.UU. Aunque la cantidad de inmigrantes ilegales ha disminuido durante los últimos años: en 2000, 1.6 millones de personas fueron arrestadas en la frontera. En 2018, según la Guardia de Fronteras de Estados Unidos, los migrantes arrestados fueron 400,000.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Meros espectadores
Sobre el Río Bravo hay tres puentes y ninguno está destinado a los refugiados. Ellos solo tienen acceso al mirador. Allí pueden pensar sobre cómo cruzar el río o cómo continuar su migración. En la baranda pueden soñar en un futuro en Estados Unidos. Un sueño que para la mayoría no se hace realidad.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Ley y orden en México
Las fuerzas de seguridad mexicanas de Piedras Negras custodian un campamento que acoge a aproximadamente 1.700 migrantes que quieren solicitar asilo en Estados Unidos. La espera es larga: el Departamento de Inmigración de EE. UU. solo tramita unas 20 solicitudes por día.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
Todo en vano
Se frustró el plan: solicitud rechazada. Estos solicitantes de asilo abandonan el paso de El Chaparral, en la frontera Tijuana-San Diego. Si bien el número de entradas fronterizas ilegales ha disminuido masivamente durante los últimos años, el número de solicitudes de asilo oficiales está aumentando: de 56.000 en 2017 a pasado a alrededor de 93.000, un año después.
Imagen: Reuters/S. Stapleton
¿Emergencia? ¿Qué estado de emergencia?
Las personas que hacen fila aquí en El Paso, Texas, aplauden los planes de Trump de construir un muro fronterizo. Un actor del canal de televisión "Daily Show" de Comedy Central sostiene su versión de una “cultura amable” disfrazada de muro.