México repatria cenizas de fallecidos por COVID-19 en EE.UU.
15 de agosto de 2020
El Gobierno mexicano repatrió 18 urnas con cenizas de conciudadanos fallecidos por COVID-19 en Estados Unidos, informó este sábado (15.08.2020) la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
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Los restos fueron trasladados "en dos vuelos (....) entre el 24 de julio y el 13 de agosto" y partieron de Los Ángeles, California, con destino a Ciudad de México, precisó la institución en un comunicado.
Las 18 urnas se suman a las 245 que fueron trasladadas al país desde Nueva York a mediados de julio en una operación a la que el gobierno denominó "sin precedentes en la historia consular de México".
"El 14 de agosto, las cenizas fueron entregadas a representantes estatales para su traslado a su destino final", señaló la cancillería.
Las urnas tienen como destino Ciudad de México, Estado de México, Querétaro y Puebla, Guanajuato y Morelos, en el centro del país; Veracruz (este); Jalisco (oeste); San Luis Potosí (norte); y los sureños Oaxaca y Chiapas.
La red consular mexicana en Estados Unidos "continuará apoyando a las familias que lo requieran, implementando esquemas de repatriación de cenizas", añadió el comunicado.
En México, con unos 128 millones de habitantes, suma más de 511.000 personas contagiadas con el virus y cerca de 56.000 fallecidas, según cifras oficiales.
ee (afp/efe)
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El coronavirus satura un cementerio en México
México es uno de los países más afectados. La tasa de mortalidad en la ciudad de Neyahualcóyotl ha dejado al cementerio municipal al límite. El fotógrafo Jonathan Alpeyrie documentó la desesperación entre sus muros.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
No hay sitio para tantos muertos
En el cementerio municipal de la ciudad de Nezahualcóyotl, que se encuentra justo al este de Ciudad de México, las tumbas se apilan una encima de la otra para garantizar que haya espacio para el descanso eterno. Pero la pandemia de coronavirus lo está llevando al límite. Los trabajadores se ven obligados a retirar los ataúdes, incluidos los de los bebés, para dejar espacio a los recién llegados.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Ataúdes por el suelo
El ataúd de un bebé que había ocupado un nicho durante un tiempo fue retirado y dejado en el piso. Si las familias no se ocupan de la tumba, los restos se retiran para que un nuevo ataúd pueda reemplazarlo. El cementerio intenta comunicarse con la familia para ver qué quieren hacer después, pero si no reciben respuesta, los restos se incineran y las cenizas se vuelven a enterrar en fosas comunes.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Golpeado fuerte por el coronavirus
México ha sido muy golpeado por el COVID-19. Hasta el 25 de julio, era el cuarto país más afectado, con 42.645 muertes y 378.285 infecciones totales. Nezahualcóyotl ha sufrido especialmente. Un barrio pobre antes de convertirse en ciudad, es el municipio más densamente poblado de México, con más de 15.000 personas por kilómetro cuadrado. El virus ha podido propagarse fácilmente aquí.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Un punto caliente alrededor de la Ciudad de México
Muchos residentes viven de sus pequeños negocios, cuenta el fotógrafo Jonathan Alpeyrie, lo que les imposibilita dejar de trabajar durante largo tiempo. Durante la crisis muchos intentaron continuar con su vida diaria para llegar a fin de mes. Esto ha cobrado un precio enorme: el virus se ha difundido y ha convertido a Nezahualcóyotl en una de las zonas más afectadas en torno a Ciudad de México.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Bloqueo 'levantado demasiado rápido'
Los mensajes de salud pública abundan en la zona, como en este cartel: "que esta no sea tu última salida". Pero abundan también críticas a la respuesta del gobierno. Muchos argumentan que implementó su bloqueo demasiado tarde y levantó las restricciones demasiado pronto. El alcalde de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa, dijo al NYT que coincidía con que las medidas se habían relajado muy pronto.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Los trabajadores del crematorio sienten la presión
La gente ha muerto a un ritmo tal que no ha sido posible encontrar tumbas para todos. Muchos de los muertos son incinerados. Los trabajadores del crematorio en Nezahualcóyotl dijeron a la agencia de noticias AFP que están incinerando ocho o más cuerpos al día. Entrar en contacto con tantas familias en duelo es difícil, dicen, y también están preocupados por contraer el virus ellos mismos.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Elegir casa en lugar de hospital
Muchas familias están cuidando a miembros con COVID-19. La magnitud de la crisis ha reducido la confianza de la gente en los servicios de salud. Según Alpeyrie, las ambulancias y los hospitales son vistos como lugares donde el virus se propaga más rápido. Tras un diagnóstico positivo de COVID-19 en el hogar, muchas familias se niegan a dejar que sus seres queridos sean llevados al hospital.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Atropellado
Fue lo que pasó con este joven, explica Alpeyrie. Fue víctima de un atropello por parte de un conductor que se dio a la fuga. Recibió tratamiento en el lugar por parte de los paramédicos. Mientras lo evaluaban, determinaron que era probable que hubiera contraído COVID-19. Llamaron su familia, que llegó a la escena del accidente para evitar que se lo llevara la ambulancia.
Imagen: Polaris Images/Jonathan Alpeyrie
Cuidado por la familia
Su familia se negó a dejar que los paramédicos lo metieran en una ambulancia y lo llevaran las urgencias del hospital, dice Alpeyrie. En cambio, decidieron llevarlo a su casa en un automóvil y cuidarlo ellos mismos, pensando que es mejor para él estar allí que en el hospital de Nezahualcóyotl.