México reporta 89 casos de lepra: ¿hay que preocuparse?
20 de octubre de 2020
Hace unos días comenzó a circular la información, que es real. Sin embargo, no se trata de una nueva enfermedad en el país y las cifras de este año son mejores que las de 2019. 2020 no es siempre un mal año.
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En los últimos días comenzó a circular en redes sociales la información de que en México se habían detectado casos de lepra en 2020, y en algunos sitios web se presentó la noticia como algo extraordinario que confirmaba que este 2020 es un año cargado a las tragedias. El origen de todo esto es un Boletín Epidemiológico difundido por la Secretaría de Salud que informaba que, hasta el 3 de octubre, el país registraba 89 contagios por esta enfermedad.
De ellos, 50 eran hombres y 39 mujeres, que viven en 18 estados de México. La información no es para alarmarse. De hecho, se trata de cifras menores a las registradas en 2019, cuando en total se contabilizaron 127 casos. Y si se compara con 1989, cuando había aún 16.000 casos anuales, o incluso con 2017, cuando se registraron más de 400, los números actuales son bastante positivos. De hecho, desde 1994 la lepra ya no es un problema de salud pública para los mexicanos.
La enfermedad no está erradicada de ningún lugar del mundo. España, por ejemplo, sumó 7 casos en 2019. Sin embargo, según datos de la OMS, está concentrada básicamente en tres países: India, Brasil e Indonesia, que concentran el 80 por ciento de los contagios de todo el mundo. En el gigante sudamericano, por ejemplo, hubo en 2018 27.660 casos reportados.
Con respecto a México, Sinaloa (32 casos) y Michoacán (15) encabezan los estados con mayor cantidad de reportes. En ese país, la Secretaría de Salud recomienda una vigilancia epidemiológica estrecha de los pacientes, con revisión cada seis meses. En Chile, en tanto, se detectaron 7 casos en 2018. En Alemania, hubo 2 en 2016 por última vez. En Argentina y Colombia, cada año se detectan entre 300 y 400 casos, mientras que en Ecuador son 40 contagios anuales en promedio.
La enfermedad es curable si se detecta a tiempo, y el tratamiento (que dura entre 6 y 12 meses) dependerá del tipo de lepra que se enfrente. La OMS tenía como objetivo erradicar la lepra al año 2020, pero se trata de un proyecto que tendrá que postergarse. Sin embargo, ha habido notables avances al respecto en todo el mundo.
DZC (Proceso, El Heraldo, OMS)
Las epidemias en la literatura
Las enfermedades infecciosas no nacieron con el coronavirus. De hecho, están ancladas en nuestra memoria colectiva desde que autores como Boccaccio o Camus las usaron en sus argumentos. Acá presentamos esas novelas.
Siete mujeres y tres hombres dejan el campo rumbo a Florencia huyendo de la peste. Tan entretenidas como cruel es el comienzo son las siguientes 100 historias cortas del libro. Para pasar el tiempo, cada uno de los refugiados debe elegir el tema que debe abordar el relato del día. Fino o vulgar, trágico o cómico... todo ocurre en el teatro del mundo.
Imagen: picture-alliance/imageBROKER/O. Stadler
Tomás Moro: Utopía (1516)
Un marino descubre en una isla distante Utopía, una sociedad ideal. Entre sus habitantes impera la igualdad, rige la democracia y la propiedad es comunitaria. Digamos, lo contrario a la Inglaterra de la época. Y tampoco hay epidemias en Utopía. Después de todo, la peste azotó varias veces a Inglaterra. En la imagen vemos "Utopier", una adaptación libre presentada en la Ópera Semper de Dresde.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Hiekel
Francis Bacon: Nueva Atlántida (1627)
La isla utópica de Bacon se llama Bensalem, en la que se dice que viven los habitantes de la Atlántida perdida. Estos se distinguen sobre todo por su sed investigativa y amor por la ciencia. En "Nueva Atlántida" se anticipan algunos inventos, como el submarino, las turbinas eólicas y los audífonos. También en este lugar se impuso la cuarentena a los marinos extranjeros, para prevenir enfermedades.
En una mezcla de relatos de testigos y novela, Daniel Defoe describe los efectos devastadores que tuvo la gran peste que azotó Londres. Él mismo tenía cinco años cuando se desató la tragedia, y fue llevado al campo por seguridad. Defoe describe una ciudad en estado de emergencia: histeria, superstición, desempleo, saqueos y fraudes crean un escenario apocalíptico en una novela excepcional.
En "La peste", el protagonista, el doctor Bernard Rieux, describe cómo al comienzo solo algunas ratas, pero luego miles de ciudadanos del puerto argelino de Orán, ceden ante la peste. Al final; todos se ven afectados, tanto niños inocentes como hombres inescrupulosos. La muerte no perdona a nadie. La novela del Nobel de Literatura se está vendiendo ahora como pan caliente en Francia e Italia.
Imagen: Getty Images/P.Baz
Andrzej Szczypiorski: Una misa por la ciudad de Arras (1971)
Basada en hechos históricos, esta novela relata cómo los ciudadanos se desesperan por la peste, son víctimas del fanatismo religioso y pierden todo orden moral. El mismo autor sobrevivió al ataque contra Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, al Levantamiento de Varsovia y a Sachsenhausen. Si bien no lo explicita, estas experiencias parecen haberlo ayudado a dar forma a su libro.
Imagen: picture-alliance/MAXPPP/PHOTOPQR/Voix du Nord
Stephen King: Apocalipsis (1978)
Un virus mutado sale de un laboratorio de investigación militar y mata a casi toda la población de Estados Unidos. Solo unos pocos son inmunes y tienen que intentar sobrevivir en un mundo despoblado con una infraestructura colapsada. Se crean dos enclaves en torno a líderes carismáticos, que se dividen como "buenos" y "malos", tras lo cual se desata un enfrentamiento.
Imagen: picture-alliance/dpa/K. Ohlenschläger
José Saramago: Ensayo sobre la ceguera (1995)
De pronto, los habitantes de una ciudad que no se menciona pierden la vista. Por miedo a una infección, son trasladados a una clínica siquiátrica abandonada, donde son atendidos por un médico y su esposa, interpretados en la película que se realizó posteriormente por Mark Ruffalo y Julianne Moore. La situación empieza a escalar cuando los primeros recuperan la visión.