El ministro de Desarrollo de Alemania, Gerd Müller, eligió tiempos turbulentos para viajar a México. Desde hace tres meses el país norteamericano tiene nuevo presidente. Y durante la campaña electoral, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador (AMLO, para abreviar) no promovió precisamente el continuismo. Las crisis en Venezuela y en algunos países de Centroamérica están llevando a cientos de miles de migrantes a México. Y si bien las negociaciones para aprobar el nuevo tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) avanzan, la incertidumbre por las nuevas regulaciones de exportación no están en realidad despertando el ánimo de invertir en las empresas mexicanas.

¿Cómo puede contribuir a esto la visita de un ministro de Desarrollo alemán? Müller está en México desde el lunes y su viaje culmina este jueves 7 de marzo. En estos días se ha reunido con funcionarios del Gobierno en la capital mexicana y también viajó a plantaciones en el sur del país.

El ejemplo de la formación de trabajadores

En opinión de Florian Steinmeyer, la visita de Müller refuerza el trabajo conjunto entre México y Alemania. Steinmeyer representa a la agencia federal de desarrollo económico Germany Trade & Invest (GTAI) en México. "Es especialmente importante el anuncio realizado por el ministro Müller de dar mayor énfasis a la formación profesional. Eso es positivo para las firmas alemanas que producen acá", sostiene.

La formación dual, en la que los aprendices se capacitan de forma práctica en las empresas y también de forma teórica en las escuelas de formación profesional, es un ejemplo a seguir en México. "Las cámaras, las empresas y los estados de México están tratando de desarrollar un modelo similar", dice Günther Maihold, experto en México de la berlinesa Fundación para la Ciencia y la Política (SWP).

Si México consigue aumentar la productividad de su fuerza laboral, puede también resultar más sencillo conseguir lo que el ministro Müller tiene en mente: "Nuestro objetivo es construir cadenas globales de suministro justas, en las que los agricultores puedan ganarse la vida con dignidad. No puede seguir ocurriendo que toleremos el trabajo infantil y los salarios de hambre solo para que nosotros podamos comprar bananas, café o aguacates más baratos".

Mercado libre, estándares justos

"Con este tema, el ministro Müller abre las puertas del Gobierno mexicano", dice Steinmeyer. Después de todo, coinciden en el objetivo de lograr un cambio social, especialmente en las zonas más pobres del país; es decir, en el campo.

La tarde del martes, Müller dijo en Ciudad de México que tenía grandes esperanzas en el nuevo gobierno mexicano de izquierda. También el presidente López Obrador apuesta por una economía de mercado que no funcione sobre la base de explotar a los más pobres. El miércoles, Müller viajó de la capital hacia el sur del país "para informarse sobre los desafíos sociales y las necesidades de producción en los campos de cultivo de banana y café", como detalló el Ministerio Federal de Desarrollo y Cooperación.

Combatir las causas de la migración

Allí, en el estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala, abordó otro tema que había ya mencionado antes de su viaje: "En América Latina ya son 8 millones las personas que migraron. Y ahora vienen otros 3,4 millones más desde Venezuela". Ante ello, el ministro declaró: "Debemos abordar las causas fundamentales de esto: la violencia, la impunidad de la creciente criminalidad, las enormes desigualdades sociales y, cada vez más, también el cambio climático".

Sobre el tema de la "caravana" migrante, López Obrador exigió a mediados de diciembre una suerte de "Plan Marshall" para Centroamérica, e incluso obtuvo el compromiso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de aportar 5,8 mil millones de dólares.

Maihold también ve un enorme potencial para el desarrollo del trabajo conjunto germano-mexicano. "Desde el punto de vista alemán, es cuestión de vincular el trabajo que el ministerio de Desarrollo realiza en América Central y México". Finalmente, los temas relevantes en esos países son similares: el Estado de derecho, la migración, las oportunidades para las familias más pobres.

En total, el ministerio entregó en México en el periodo 2016/2017 ayudas por casi 450 millones de euros. Solo en mayo de 2017 se comprometió a entregar 212 millones de euros, de los cuales 190 millones serán otorgados en forma de créditos para el desarrollo. Los restantes 22 millones se destinarán a la cooperación técnica, que se ven reflejados básicamente en los proyectos mexicanos de la Corporación Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ).

Petróleo en vez de protección del clima

¿Es López Obrador el presidente indicado para reforzar el trabajo conjunto entre Alemania y México? Poco después de asumir, el mandatario comenzó a regular con fuerza el sector energético y a fortalecer los monopolios estatales Pemex (gas y petróleo) y CFE (electricidad). Entre otras medidas, el Gobierno retiró las licitaciones para la generación de energía, informa Steinmeyer. En vez de construir nuevas centrales, se van a modernizar las existentes. "Entre ellas hay centrales hidroeléctricas, pero sobre todo se trata de centrales a carbón y gas".

Hasta ahora, dice Maihold, la política climática ha sido un eje central del trabajo conjunto entre ambos países. "Esto podría cambiar, pues López Obrador quiere invertir en la producción de petróleo y la refinería".

Maihold apuesta que los seis años de gobierno de López Obrador tendrán una marca muy clara: "Su foco será la agenda interna", asegura. Los temas internacionales, si es que se toma en cuenta alguno, se alinearán con esa política.

Autor: Jan Walter (mn/rr)

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