Un total de 66 periodistas murieron en todo el mundo en el 2011, donde el Medio Oriente fue el epicentro de la violencia contra los reporteros, con un saldo de 20 muertos, el doble que el año pasado. Esta región fue escenario de represalias gubernamentales contra las protestas que reclamaban más democracia.  Unos 1.044 periodistas fueron arrestados, casi el doble que en el 2010, debido en buena parte a la “primavera árabe”.

Los movimientos sociales de protesta recorrieron el mundo en el 2011. No sólo en el Medio Oriente, sino en Grecia, Bielorrusia, Uganda, Chile e incluso Estados Unidos, con la llamada “Occupy Wall Street”, esto explica la espectacular explosión en el número de arrestos, según el informe, lo que refleja en muchos casos los esfuerzos de los gobiernos para asfixiar la información que los debilita.

América Latina, después del Medio Oriente,  es uno de los lugares más peligrosos para la prensa, según el reporte 2011 de Reporteros sin Fronteras (RSF) presentado en París. En la región 18 reporteros fueron asesinados, cinco de ellos en México, donde el recrudecimiento de la violencia hacia periodistas y blogueros, aunado a una agobiante impunidad, preocupa particularmente a la organización.

México mortífero

“México se ha convertido en el país más peligroso para la prensa de América Latina, donde la lucha contra el crimen organizado ha dejado un saldo de 50 mil personas asesinadas durante los últimos cinco años”, afirma el responsable para América Latina de RSF, Benoit Hervieu, en conversación con Deutsche Welle.

“A medida que se amplía la guerra y la violencia en todo el territorio mexicano, hay ataques contra blogueros y usuarios de twitter y de Facebook. Tres de ellos fueron asesinados en Veracruz”, afirma Hervieu y recuerda como el secuestro de un activista del movimiento “anonymus”, atribuido al grupo paramilitar de los Zetas, revela que en un país donde supuestamente la gente puede expresarse libremente, el uso de internet es una fuente de peligro.

Prueba de ello es el asesinato de la periodista María Elizabeth Macías, que denunció por internet la actividad de los cárteles en el Estado de Tamaulipas, que se ha convertido en uno de los más violentos del país, relata el experto.  “Por los niveles de impunidad no se puede descartar una posible complicidad de las autoridades en las violaciones a la libertad de expresión y los derechos humanos, que son sumamente graves. Todo esto está permitido por una situación de guerra, porque en el nombre de la lucha contra el narcotráfico todo está permitido,”, advierte.

Veracruz, entre las diez ciudades más peligrosas

Por primera vez la organización publicó las diez ciudades más peligrosas del mundo para el oficio de reportero. Desde la Plaza Tahrir en El Cairo, emblemático símbolo de la rebelión árabe hasta la ciudad de Kuzhdar en Paquistán, donde los periodistas se encuentran entre el fuego cruzado de grupos armados separatistas y las fuerzas de seguridad. También ha sido incluido el estado de Veracruz, situado en el Golfo de México, donde la violencia se ha exacerbado debido a la presencia del llamado Cártel del Golfo.  “De los cinco periodistas asesinados en México en 2011, tres eran de Veracruz, donde también hay un desaparecido” afirma Hervieu.

RSF observa un cambio del epicentro de la violencia. “El año pasado era Coahuila y Durango, cerca de la frontera con Estados Unidos, ahora se desplazó a todo el territorio, particularmente al estado de Veracruz, donde los criminales no sólo hacen negocio con el tráfico de drogas sino con la gasolina. El estado es uno de los más importantes en la producción de petróleo, lo que explica porqué hay un grado tal de violencia. Hay una batalla no sólo entre los criminales, sino alrededor del precio de la gasolina”, señala.

Temor a represalias

Nueve reporteros de medios informativos asignados a cubrir secciones policiacas abandonaron la región por temor a ser blanco de represalias del crimen organizado y la falta de acción de las autoridades, tras el asesinato de la periodista Yolanda Ordaz. Hervieu destaca la denuncia de periodistas contra el Produrador de Justicia, Reynaldo Escobar Pérez, que aludió una posible conexión de los informadores con el crimen organizado. 

En América Latina, Honduras ocupa el segundo puesto después de México en cuanto a peligrosidad. “Después del golpe de Estado de 2009, Honduras destaca con un índice de 86 homicidios por cada 100 mil habitantes, un promedio sumamente alto. Desde el golpe hay una violencia política que implica una persecución contra los medios de comunicación, una situación desastrosa para los informadores”, concluye.

Autora: Eva Usi

Editor: Enrique López