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México: semana laboral de 40 horas aún provoca resistencia

16 de enero de 2025

México modernizó su legislación laboral para cumplir con el tratado de libre comercio T-MEC. Sin embargo, el último paso, la reducción de la semana laboral, todavía no es aceptada por los distintos sectores.

Un trabajador en una planta de vehículos Mazda, en Guanajuato, México.
Fábrica de vehículos Mazda, en Guanajuato, México.Imagen: Claudio Cruz/AFP/Getty Images

En los últimos seis años, el panorama laboral en México ha cambiado más que en los 50 años anteriores. Desde 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), de izquierda, introdujo varias leyes que cambiaron sustancialmente el mundo laboral, ampliando los derechos de los trabajadores.

Pero queda pendiente para su sucesora, Claudia Sheinbaum, la reducción de la semana laboral de 48 a 40 horas semanales.  La reforma fue presentada en 2023 y sigue estancada en el Congreso. DW conversó con expertos sobre las razones e implicaciones de la controversial medida para la economía mexicana.

Se renovó una legislación laboral anticuada

La lucha contra la explotación y las condiciones inhumanas de trabajo fue uno de los elementos de la Revolución Mexicana, hace cien años. De allí resultó la semana de 48 horas y un sistema laboral que nunca fue reformado de fondo y ya no estaba en sintonía con la vida moderna.

La reforma laboral de 2019 estableció en México un sistema independiente de justicia laboral y de libertad y democracia sindical. Medidas adicionales limitaron la subcontratación y ampliaron el derecho a vacaciones.

Todo esto fue acompañado por una política de constante aumento del salario mínimo, que subió de 86 pesos diarios, en 2018, a 278 pesos (unos 13 euros) en 2025.

Tratado entre México, EE. UU. y Canadá brinda respaldo político

"Las reformas fueron resultado del T-MEC (firmado en 2018)", puntualiza Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam).

Cortés, también doctor en Economía Internacional por la Universidad Complutense de Madrid, añade que, para que pudiera entrar en vigor, "México, en virtud del capítulo 23, tenía que transformar su ley laboral".

Yesko Quiroga, representante de la Fundación Friedrich Ebert (cercano a la socialdemocracia alemana), coincide en que el T-MEC fue la "gran palanca política" que permitió a AMLO realizar las reformas a pesar de la resistencia de los empresarios que durante décadas lo impidieron, en conjunto con los gobiernos y sindicatos de turno.

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, luego de 100 días en el cargo.Imagen: Luis Barron/Eyepix/abaca/IMAGO

Sindicatos a favor de la patronal

"La legislación laboral fue controlada por el Ejecutivo, y había sindicatos de simulación que en su modo de actuar estaban lejos de representar a los trabajadores, que muchas veces ni sabían de su existencia", comenta Quiroga a la DW.

Considera que, en consecuencia, los salarios no aumentaron en términos reales durante más de 20 años, manteniéndose aún así la paz social. "La mano de obra barata era la gran ventaja comparativa de los empresarios mexicanos", indica el delegado de la fundación alemana.

Todavía hay rezagos de este sistema, ya que algunos sindicatos están en contra de la reducción de la semana laboral. Advierten, en sintonía con los gremios empresariales, que habrá un cierre masivo de empresas, desempleo, inflación y crisis económica.

Empresarios advierten de inflación e informalidad

Uno de los argumentos de los empresarios es que la reducción de los horarios se aplicaría a todos los trabajadores del territorio mexicano, sin importar la industria o la productividad de esta.

Pero especialmente las pequeñas y medianas empresas, donde trabaja la mayoría de la mano de obra en México, tienen problemas con una baja productividad de la mano de obra local.

"Debemos atender también a la realidad y los desafíos que tienen las empresas para saber si hoy es el momento de sumarle retos que pueden resultar en incrementos de costos a los productos y servicios que ofrecen, así como incentivar la informalidad", cuestiona Mauricio Núñez, Presidente del Comité de Micro y Pequeñas Empresas de Coparmex (Confederación Patronal de la República Mexicana), en declaraciones a la prensa local.

Morena, dividido sobre la semana de 40 horas

Todo este debate también ha alcanzado al partido gobernante, Morena. Martínez considera que "no hay un acuerdo general en Morena sobre este tema de la semana de 40 horas, no se quiere lacerar la relación con la parte empresarial."

Esto explica que la presidenta Sheinbaum tampoco le haya dado prioridad. Pidió paciencia mientras se realizan mesas de trabajo para alcanzar acuerdos. Y últimamente habla de una "implementación gradual".

No obstante, Martínez calcula que este año la semana laboral de 40 horas será aprobada en el Congreso, donde el oficialismo tiene una súper mayoría de dos terceras partes de asientos, requerida para cambiar la Constitución mexicana.

El coordinador de operación política de la bancada de Morena, Pedro Haces, afirmó también hace un par de días que el tema sigue teniendo prioridad para los legisladores del partido gobernante.

(cp)

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