Música contra la violencia de extrema derecha
5 de septiembre de 2015 Joshi, un voluntario, asesora a ciudadanos que se enfrentan a los extremistas de derecha. Pero los 340 ataques xenófobos de las últimas semanas le generan un nudo en la garganta. Ahora Joshi lleva una camiseta negra con grandes letras amarillas en donde dice “Bienvenidos refugiados”. "Estamos hartos con la postura extremista de unos", reconoce Joshi, quien advierte que “hay que actuar contra los intolerantes”.
Más respaldo para quienes enfrentan a los ultraderechistas
No en vano, la alianza “Cero tolerancia con los nazis”, junto con la organización de refugiados “Pro Asilo” y reconocidos músicos alemanes, abogan por una mejor protección de los refugiados frente a la violencia de extrema derecha. Bajo la consigna "¡Es hora de actuar!", los signatarios exigen “vivienda digna para los refugiados y más apoyo para las personas que los asisten hasta la extenuación", así como más respaldo para quienes les cortan el camino a los manifestantes neonazis.
Entre las renombradas 24 bandas alemanas que firman la petición está “Die Toten Hosen”, un grupo comprometido, desde hace mucho tiempo, en la lucha contra la violencia de la extrema derecha. Esta banda tocó en Jamel, un pueblo en Mecklemburgo "que ha sido tomado sistemáticamente por los neonazis". Allí, “la banda quiso respaldar el trabajo social contra los neonazis que realiza la familia Lohmeyer”, cuenta el guitarrista Michael Breitkopf. Los Lohmeyer son perseguidos por enfrentar a los extremistas. Recientemente los violentos le prendieron fuego a su granero, por ejemplo.
"Las personas que trabajan por la democracia y la defienden, son dejados completamente solos, mientras los delincuentes de extrema derecha son tratados con guantes de seda", critican los músicos. En Alemania hay cada vez más lugares donde "el Estado ha abandonado prácticamente su obligación de velar por la seguridad", agregan los músicos, y exigen cambiar con urgencia esa situación. A la policía le piden parar a los violentos neonazis y proteger los albergues para refugiados, permanentemente.
Urge un gran esfuerzo del Estado
Bernd Mesovic, de Pro Asilo, se alegra de haya tantos voluntarios que ayudan a los refugiados, pero la sociedad civil no puede reemplazar el trabajo que los políticos no han hecho. Aunque era previsible que más y más refugiados llegarian a Alemania, no se hicieron todos los preparativos necesarios, como viviendas asequibles en las grandes ciudades, especialmente para la población local y los refugiados.
Alemania necesita un inmenso impulso de la política de vivienda de interés social, de lo contrario no van a funcionar muchas cosas. Mesovic estima que "el 40 por ciento de los refugiados necesitará atención terapéutica”. Algo que requiere un gran esfuerzo por parte del Estado, ya que no se podrá lograr solo con trabajo de los voluntarios.