Macron extrema seguridad tras presunto espionaje con Pegasus
22 de julio de 2021
El presidente galo figuraría en una lista marroquí de personalidades a espiar. El gobierno de Francia convocó a una reunión de emergencia de sus ministros.
Publicidad
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tomó medidas de seguridad adicionales luego de que su número de teléfono supuestamente apareciera en un listado marroquí de posibles objetivos de espionaje. Así lo confirmó este jueves (22.07.2021) un alto funcionario de la presidencia gala. Se trata de la primera acción concreta relacionada con el escándalo de Pegasus.
"(El presidente Macron) tiene varios números de teléfono. Esto no significa que haya sido espiado, y se trata en realidad de medidas de seguridad adicionales", dijo el funcionario a la agencia Reuters. El portavoz de Gobierno, Gabriel Attal, agregó que los protocolos de seguridad del mandatario se habían ajustado a raíz de lo ocurrido. Según versiones de prensa, Macron cambió uno de sus números y uno de sus aparatos.
"Nos estamos tomando esto muy en serio, obviamente", agregó Attal, poco después de que se informara de una reunión de emergencia del gabinete debido a las denuncias publicadas por el diario Le Monde y Radio France. En ellas se aseguraba que Macron estaba en una lista de posibles objetivos de espionaje por parte de Marruecos. Ambos medios aclararon que no pudieron confirmar que el teléfono de Macron haya sido efectivamente espiado.
Marruecos niega todo
"La Agencia Nacional de Sistemas de Información (ANSI) ha empezado a proponer a personas que podrían haber sido objeto de ataques un acompañamiento técnico para comprobar si se han producido efectivamente. Van a continuar esas verificaciones", añadió Attal en unas declaraciones horas después de la reunión esta mañana del Consejo de Defensa.
El gobierno marroquí tachó las acusaciones de "campaña mediática mentirosa, masiva y malintencionada" y pidió a los reporteros que proporcionen pruebas tangibles. La Fiscalía marroquí también abrió una investigación al respecto. La denuncia forma parte de una investigación publicada por un consorcio de investigación periodística que asegura que la empresa NSO Group ha proporcionado el software Pegasus a gobiernos que espían a periodistas, jefes de Estado y opositores.
El programa Pegasus puede hackear los teléfonos móviles sin que el usuario lo sepa, lo que permite a los clientes leer todos los mensajes, rastrear la ubicación del usuario e intervenir la cámara y el micrófono del teléfono.
DZC (AFP, Reuters)
Espionaje: los casos más espectaculares
El servicio secreto alemán, el BND (Bundesnachrichtendienst), cumple 60 años este 1 de abril. Buena ocasión para recordar algunos grandes escándalos de espionaje que han sacudido al mundo.
Imagen: picture alliance/dpa/P. Steffen
Agente seductora
Una joven holandesa hizo carrera como bailarina exótica en el París de la década de 1910. Mata Hari se movía en los círculos más encumbrados de la sociedad francesa y tuvo romances con oficiales y políticos. Por eso, el servicio secreto alemán la enroló como espía. Poco después, también el servicio secreto francés recurrió a sus servicios. Pero luego fue descubierta como doble agente y fusilada.
Imagen: picture alliance/Heritage Images/Fine Art Images
Los Rosenberg y la bomba
El caso de Julius y Ethel Rosenberg dividió en la década del 50 a la opinión pública estadounidense. El matrimonio fue acusado de haber entregado informaciones sobre el programa atómico de Estados Unidos a Moscú. Mientras algunos consideraban que merecían la pena de muerte, otros denunciaban una histeria anticomunista. Pese a las protestas internacionales, los Rosenberg fueron ejecutados en 1953.
Imagen: picture alliance/dpa
Un espía en Bonn
Lo que comenzó como una novela de espionaje, desató una crisis política en la República Federal de Alemania. Como asistente del canciller Willy Brandt, Günter Guillaume tuvo acceso a documentos secretos que hizo llegar a la RDA. El hecho de que un espía germano oriental lograra infiltrarse en el centro del poder político de Bonn estremeció a la opinión pública y llevó a Brandt a renunciar en 1974.
Imagen: picture alliance/AP Images/E. Reichert
"Los cinco de Cambridge"
Fue uno de los mayores escándalos de espionaje de la historia de Gran Bretaña. Anthony Blunt confesó en 1979 -a cambio de inmunidad- que un círculo de cinco exestudiantes de Cambridge, que tenían acceso a las altas esferas gubernamentales, había espiado para el KGB desde la II Guerra Mundial. Cuatro de sus miembros quedaron así al descubierto. El nombre del quinto sigue siendo un misterio.
Imagen: picture alliance/empics
Del servicio secreto a la pasarela
Anna Chapman, considerada en Estados Unidos una maestra del espionaje, fue detenida en 2010, como parte de un círculo de agentes rusos. Tras un intercambio de prisioneros emprendió en Rusia una carrera como modelo y conductora de TV. Su fama la llevó, entre otras cosas, a aparecer en la portada de la edición rusa de la revista masculina "Maxim", en ropa interior y portando una pistola.
Imagen: picture alliance/dpa/M. Shipenkov
Matrimonio "común"
Heidrun Anschlag pasaba por ser una dueña de casa común y corriente de Marburgo. Cada martes recibía en su receptor de onda corta instrucciones del servicio secreto de Moscú. Y eso durante décadas. Se estima que ella y su marido, que tenían pasaportes austriacos, entregaron a los rusos cientos de documentos de la UE y la OTAN. Ambos fueron condenados por espionaje en 2013.
Imagen: Getty Images
Strauss, ¿un espía?
El político bávaro Franz Josef Strauss sigue provocando titulares en Alemania, aún décadas después de su muerte. Supuestamente habría trabajado para el servicio de inteligencia militar estadounidense OSS, un precursor de la actual CIA. Un estudio al respecto, realizado por la Central Federal de Formación Política, fue publicado para el centenario del nacimiento del político socialcristiano.
Imagen: picture alliance/dpa
Espionaje 2.0
En tiempos de la Guerra Fría, los gobiernos temían a los dobles agentes. Hoy provoca dolores de cabeza la tecnología de los servicios secretos. Las revelaciones de un exempleado de los servicios de inteligencia estadounidenses pusieron al descubierto, en 2013, la forma en que estos vigilan las telecomunicaciones globales y en particular Internet, almacenando los datos de milones de usuarios.