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Macron: la ley de la moral en la política

14 de junio de 2017

Ya antes de que los franceses elijan el domingo los diputados para la Asamblea Nacional, el Gobierno lanza su primer proyecto de reforma: una ley de moral en la política.

Frankreich Emmanuel Macron
Imagen: Getty Images/AFP/L. Bonaventure

La composición exacta de la nueva Asamblea Nacional todavía no se conoce. Pero este domingo, eso es seguro, muchos nuevos rostros aparecerán en el recinto parlamentario francés. Entre los nuevos diputados del movimiento "La République en Marche”, fundado por Emmanuel Macron, se cuentan relativamente pocos políticos profesionales, pero numerosos "amateurs”.

El objetivo: una Asamblea Nacional renovada y más joven. Pero eso a Macron no le alcanza. El presidente exige más transparencia y moral en la política. Para ello anunció dar curso a una ley de moralización de la actividad pública: será el primer proyecto político del nuevo Gobierno.

"Existe la sensación de que la vieja clase política abusó de los privilegios existentes”, dice el politólogo Stefan Seidendorf, del Instituto Germano-Francés, con sede en Ludwigsburg. Muchos franceses piensan que los políticos son corruptos, tanto los conservadores como los socialistas. En la lucha electoral presidencial, ese fue un tema decisivo.

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Luego de que los medios de comunicación pusieran al descubierto que probablemente François Fillon había empleado a miembros de su familia sin mayores contraprestaciones de parte de estos, el candidato conservador perdió su rol de favorito para las elecciones presidenciales. Fue el comienzo de la arrasadora campaña de Macron.

 

La élite política está desprestigiada

François Fillon: empleando a la familia. Imagen: picture alliance/abaca

Aún no está aclarado si Fillon violó o no disposiciones legales vigentes. Pero, en el futuro, si se aprueba la ley, ese tipo de casos quedarán excluidos de antemano. François Bayrou, el ministro de Justicia, presenta hoy (14.06.2017) al Consejo de Ministros un proyecto de ley por el cual los parlamentarios no podrán emplear en el futuro a familiares cercanos.

Además, los políticos deberán informar más exhaustivamente sobre sus contactos con instituciones, asociaciones o empresas y no podrán aceptar más encargos como asesores. No existe duda de que el nuevo Parlamento aprobará la ley. A diferencia de lo que puede suceder con las reformas del mercado laboral, la oposición no se animará a ofrecer mayores resistencias.

La reforma, sin embargo, también puede afectar a un ministro del Gobierno de Macron. Richard Ferrand, el ministro de Vivienda, parece estar involucrado en un affaire inmobiliario. Como modelo de moral, por lo tanto, no sirve. La Fiscalía de Brest inició investigaciones contra Ferrand, secretario general de "En Marche”.

Numerosos candidatos a diputados del movimiento exigen su renuncia. "Pero, Macron seguramente no lo dejará caer”, dice Seidendorf. Y agrega: "El ministro es, simplemente, demasiado importante para Macron, porque fue su primer fiel seguidor y creó junto con él el movimiento "En Marche” y conoce todos sus secretos”.

Francia, en plena transformación

A pesar de que, en este caso, el joven presidente da más importancia a necesidades políticas que a la moral, la ley va a tener, sin duda, consecuencias y acelerará un proceso que comenzó ya durante los Gobiernos anteriores. La cultura política en Francia se halla en plena transformación.

"Lo que muchos políticos de la vieja generación aún no han comprendido es que los estándares están cambiando en el país”, dice Seidendorf, "y muchas cosas que cuando François Fillon entró en el Parlamento, a los 27 años, eran consideradas normales, hoy ya no son más aceptables, sobre todo, desde el punto de vista moral”.

La ley de moralización de la vida pública marca el comienzo del nuevo Gobierno. Pero, este quiere abordar ya en las próximas semanas otras reformas. Por ejemplo, nuevas leyes de seguridad y una reforma del mercado laboral. Esos tres proyectos tienen el objetivo de superar las divisiones políticas y sociales en el país.

Cuán grande es el rechazo a la política también más de cuatro semanas después del comienzo de su presidencia, lo pudo experimentar Macron el fin de semana pasado, en la primera ronda de las elecciones parlamentarias: más de la mitad de los habilitados para votar no concurrió a las urnas.

Autor: Andreas Noll